Por Victor Ricardo Cabrera Soriano
Hace unas tres décadas, el Grupo Teatro Cañabrava de Cienfuegos es más que un espacio artístico. Varias generaciones de actores, titiriteros y creadores que han encontrado en su escenario un lugar para soñar, crecer y transformar las infancias a través del arte. Fundado en 1990 por Enrique Poblet Chaviano, destacado teatrista de la región, el colectivo ha tejido con dedicación una historia de compromiso con el teatro para niño.
En su actal sede, el teatro guiñol Cienfuegos, muchos jóvenes han descubierto la verdadera vocación que los impulsa como actores. Por estos días tuvimos la oportunidad de conversar con Esther Valladares, una de sus actrices más jóvenes, quien, tras una década de entrega y aprendizaje en el Cañabrava, ha logrado destacarse como creadora dentro del grupo.
La trayectoria de Esthercita, como le llaman sus allegados –por su complexión delgada, trato jovial y delicadeza de niña–, refleja la misma esencia del colectivo: pasión, creatividad y un profundo amor por el teatro que se evidencia en el escenario. Para la joven artista, el grupo Cañabrava ha moldeado su vida. Recuerda con anhelo los retos y alegrías que le ha supuesto tener que crecer en un entorno artístico tan especial.
Con la ternura y voz dulce que la caracteriza, Esther respondió algunas preguntas sobre su vida en la escena y las proyecciones que tiene para el futuro.
¿Cómo comienzas en el ámbito de la actuación?
Mi vínculo con las artes fue inicialmente con la música. Desde los primeros años de la escuela primaria asistía a clases particulares de piano, porque mi sueño siempre fue ser pianista. Después estudié clarinete en la Escuela de Arte, desde quinto hasta noveno grado …
La actuación llegó, como se dice en buen cubano «por embullo», pues una de mis compañeras de aula comenzó a ir a talleres para prepararse a los exámenes de ingreso de la academia de teatro de Santa Clara. En esa escuela estudié más tarde el Nivel Medio en Actuación, nunca me lo imaginé. Yo participaba en esos talleres por diversión.
El paso de la academia a la vida laboral siempre es gigante ¿qué fue de Esther cuando cruzó del aula al escenario?
Me gradué en 2014 (…) Tenía en mi mente lo mismo que nos pasa a la mayoría de los recién graduados: fama, la televisión, las novelas en La Habana. No pensé jamás en quedarme en Cienfuegos y menos haciendo teatro de títeres. Esos son prejuicios tontos de la edad. La ubicación para las practicas pre profesionales llegó para Cañabrava y bueno, me enamoré tanto que diez años después sigo aquí.
Desde que comencé en el grupo he sido parte del elenco de la mayoría de las obras que se han repuesto en la cartelera, y de todos los estrenos que se han producido. También hice televisión y aún sigo actuando en el grupo dramático de Radio Ciudad del Mar. Hace un par de años estuve en unas obras con el elenco del Centro Dramático. Pero nuca he abandonado a Cañabrava.
Hace poco tu personaje en Historias de Papel revivió las ricas enseñanzas José Martí, al regresar al escenario en el Festival del Monólogo Latinoamericano de Cienfuegos… ¿Cómo es enfrentarse a los impredecibles comportamientos de los niños con un unipersonal?
Soy otra desde que pronuncio la frase «un libro bueno es como un amigo viejo. Esta sentencia antigua me es familiar porque disfruto leyendo». Así comienza Historias de Papel, creo que en esas líneas toda la obra se convierte en oro. Para mí es muy especial esta pieza, pues estuvo bajo la égida de una amiga: Daily Morffi. Ella se convirtió en una gran hacedora de obras para el grupo.
Historias ... fue escrita por Rafael González y es una adaptación de varios títulos de La Edad de Oro. En realidad, una visita necesaria a un libro no le debe faltar a nuestros infantes, por su amplia valía en la formación de valores y principios morales. Cada uno de los personajes que asumo en la obra son clásicos del ideario martiano: la narradora de la Exposición de París, la Montaña, la Ardilla, Leonor, Bebé… todos traen una enseñanza necesaria para nuestros niños en la contemporaneidad.
El monólogo se estrenó en 2022 y fue resultado de una beca de creación El reino de este mundo, que ganó Daily como miembro de la Asociación Hermanos Saíz, organización a la que también pertenezco.
¿Cómo llega Esthercita a la AHS y que ha significado en tu carrera la organización?
Fíjate si la Asociación está presente en mi vida que desde hace unos años soy la jefa de la sección de Artes Escénicas (…) La historia con la AHS comenzó cuando Daily y yo éramos recién graduadas. Se nos acercó Daymany Blanco –que era el responsable de la sección, hoy presidente de las Artes Escénicas de Cienfuegos– y nos habla del propósito, los beneficios y el trabajo que se realiza en la Casa del Joven Creador.
Nosotras, novatas y recién egresadas mostramos nuestras obras de graduación y nos aceptaron (…) En Cañabrava se han visto los frutos de ser miembros de la AHS, gracias a ello se han logrado varias becas de creación El reino de este mundo. En 2022, la obtuvo Historias de papel, antes fue Un reino medio(ocre), que no ha vuelto a subir al escenario, porque se necesita un elenco numeroso… Estoy muy feliz, hace unos días me acaban de otorgar una beca para un nuevo proyecto.
Pero dame los detalles ¿Qué se está cocinando?
Estoy trabajando en una nueva propuesta que, como te decía, con ella gané una beca de la AHS este año. Se llama El árbol de sueños mágicos. Con esta nueva idea quiero destacar la importancia de la lluvia y la naturaleza, la necesidad del trabajo en equipo y las mejores formas de tomar los aprendizajes de los errores. También la redención y la convivencia pacífica.
La trama, llena de ternura y enseñanzas, muestra cómo un error de los duendes provoca la sequía y el caos, hasta que aprenden la importancia del agua con la ayuda del espíritu de la lluvia.
Quise crearla con amplios valores artísticos y culturales, El árbol… combina música y teatro. Las canciones que en ella aparecen son empleadas como recursos pedagógicos y artísticos que fomentan el amor por las artes escénicas. Sin mencionar el esfuerzo que conlleva adaptar una obra alemana al contexto hispanohablante y que incorpore tradiciones culturales de la región y cubanas.
Esther destaca que la obra no solo entretiene, sino que educa sobre la gestión de emociones. Para ella, llevar esta historia a escena es una forma de conectar con los niños a través de metáforas visuales y canciones. Es una forma de construir el teatro una herramienta lúdica para el aprendizaje adecuado de los infantes.
Con esta puesta, Ester Valladares refleja lo aprendido en Cañabrava, hoy bajo la dirección de Ofelia Pacheco, actriz y directora multipremiada en ambos roles. Se compromete con sus compañeros y con la formación de valores. A lo largo de esta década, Esther ha destacado en sus papeles en Un reino medio(ocre), Fernandina, e Historias de Papel. Con Fernandina participó en el Festival de Teatro Joven de Holguín que organiza la AHS. En todas ellas resalta su amor a su profesión y la aceptación de “su público más sincero: los niños”
A Esther se le puede ver con su pelo suelto y su sonrisa peculiar, abstraída en su móvil, por el prado cienfueguero luego de salir de un ensayo o, a toda velocidad, tomando la misma ruta en sentido contrario, para no llegar tarde a la esquina de San Fernando, lugar donde radica su grupo. Es muy claro que Estercita, durante estos diez años en Cañabrava y desde plataformas creativas como la Asociación Hermanos Saíz, aprendió a establecer un espacio que, para ella es mucho más que un escenario: es el lugar donde siempre será una niña.
Fotos Miguel Sarduy