Bajo la dirección artística y general de Leiván García Valle, el Conjunto Folklórico Nacional de Cuba llega a la Sala Avellaneda del Teatro Nacional en sus horarios habituales con un programa conforamdo por coreografías del repertorio de la compañía y la colaboración del maestro y coreógrafo Santiago Alfonso, Premio Nacional de Danza 2006 invitado para remontar Olokun y Danzón Barroco.
Integran el grueso de la noche Cautivos, Okún, Ayanu, Habanera, Isora Club y Carnavaleando, coreografías de Manolo Micler, Premio Nacional de Danza 2017, quien realizó la mayor parte de su labor danzaria y creativa en la compañía. Del coreógrafo Roberto Espinosa se presenta Oguere y Oyá, a su vez que Ave María la Rumba, de Francisco (Pancho) González, rendirá tributo a Luis Carbonell en el centenario de su natalicio.
Uno de los atractivos principales de esta entrega es la selección de piezas, lo puramente afrocubano, lo popular, el lenguaje de la danza moderna, planteados en un espectáculo que recorre varias etapas del Conjunto, algunas de estas coreografías vuelven a las tablas después de algún tiempo que no se retomaban, aún estando en repertorio.
El Conjunto que fundaran Rogelio Martínez Furé, el mexicano Rodolfo Reyes y los apoyos de Ramiro Guerra, Argeliers León entre otros involucrados, cursa su año número 61 con el oxígeno de la sangre joven desde su composición como colectivo músico-danzario. Estas generaciones son continuadoras de los presupuestos planteados aquel mayo de 1962, entre ellos la preservación de nuestro folclor danzario cubano y tradiciones populares en todas sus vertientes.
Redacción Cubaescena
Foto de Portada tomada de Radio Ciudad de la Habana