El Centro Promotor del Humor desde su creación se ha constituido como una institución que desarrolla y promueve lo mejor del humor cubano. Con el antecedente de la institución fundada por Alejandro García (Virulo), durante los años 80 contando como espacio el Cine Acapulco, se erigió como un movimiento que logró nuclear a los principales exponentes de este género. Desde esa unidad, devino después y hasta nuestros días en Centro Promotor del Humor, que sigue apostando por defender lo más genuino de esta manifestación.
Su principal transformación transitó de la subvención de sus artistas y espectáculos, a la fórmula empresarial y de comercialización de su talento, que desde el año 1994 resurge, para llegar con aciertos hasta la actualidad.
Si bien se puede hablar de resultados, entre los que resaltan la consolidación de varios eventos artísticos y de pensamiento, que desde diferentes puntos del país, llegan para mostrar con calidad, el buen humor cubano, y que tienen como referente el Festival Aquelarre, los eventos Prensa, Humor e Identidad, ¿Piensas ya en el Humor?, los Premios Nacionales de Humorismo que muestran esa sinergia y la relación de otras artes con el humor; no ha sido este un camino fácil para recorrer.
A este gremio lo ha caracterizado la unión, la defensa a ultranza de la permanencia en escena de lo mejor, lo constructivo y lo transformador como misión social del arte. Se ha ocupado de preparar y sostener espacios para la superación de sus artistas, por lo que desde los años 90, se vincularon a la Universidad de las Artes (ISA) para participar en el desarrollo de cursos y talleres que se han continuado sistematizando en especialidades y temas como guión,dirección y actuación.
La discusión de las principales problemáticas que enfrenta el Humor en Cuba y sus exponentes, también ha tenido espacio en todo este trayecto de 27 años.
El pasado 4 de diciembre en uno de esos encuentros, Fernando Rojas, Presidente del Consejo Nacional de las Artes Escénicas, conversó con unos cincuenta artistas. Entre los temas fundamentales que se abordaron estuvo el apoyo a la gestión institucional y la necesaria unidad. A partir de un permanente debate crítico, se expusieron algunos aciertos y fisuras de las instituciones, los artistas y sus organizaciones.
Con el acuerdo de sistematizar estos debates, el 11 de febrero de 2021, vuelve la Presidencia del Consejo Nacional de las Artes Escénicas en composición reducida, por las exigencias y medidas epidemiológicas que son necesarias para contrarrestar la COVID-19, a reunirse con una decena de humoristas destacados de varias generaciones. En el encuentro estuvieron Osvaldo Doimeadiós, Carlos Gonzalvo (Mentepollo), Kike Quiñones, Luis Silva (Pánfilo), Omar Franco, Venecia Feria, Luis Alexis Pérez Mora (Newito), Víctor Pagola, Eider Luis Pérez y Yasser Velázquez.
Las opiniones se encaminaron en resaltar como fortaleza la existencia y gestión del Centro Promotor del Humor, visto como esa institución no solo formal, y que desde su personalidad jurídica se encarga de resolver todos los asuntos comerciales, legales y burocráticos que le corresponde, también como esa casa que sostiene y abraza a lo mejor del gremio.
La institución y sus artistas trabajan por generar ingresos y alcanzar mejores resultados comerciales, pero nunca han dejado de brindar su arte de manera gratuita a programas especiales, organismos e instituciones que lo han requerido y donde han dejado una huella de amor y humanismo desde la risa como terapia del alma.
Las problemáticas que frenan el trabajo fueron expuestas también. Se cuestionaron los vínculos y alianzas con el ICRT para visibilizar las propuestas humorísticas de mayor nivel, siendo este un planteamiento que desde hace años se viene viabilizando con diferentes acciones. Consideran oportuno y necesario contar con la asesoría del Centro Promotor del Humor, y que los artistas que se invitan y participan de los programas humorísticos sean los mejores referentes de esta manifestación. Por otra parte han sido presentados varios proyectos desde el centro, aprobados por su Consejo Asesor y uno de ellos ya está producido por la TV.
La única manera de desterrar la banalidad y enfrentar el humor desde su criollismo, calidad y el rol crítico-transformador que debe caracterizarlo, es que se gestionen en los medios de comunicación estos productos, con participación de la institución rectora de esta actividad.
De igual manera y como parte de esta relación surgieron propuestas e inconformidades relacionadas con las formas de pago a los artistas, bajo las fórmulas aprobadas por el ICRT y el ICAIC. Se plantea que existen desproporciones entre lo que puede cobrar el personal de apoyo y de producción, el alquiler de equipos, medios técnicos y escenográficos, con respecto a lo que se destina de manera particular al pago de cada artista. Se considera que es necesario fiscalizar y dar a conocer en cada producción el presupuesto que se destina para ella, cuánto y cómo está distribuido por partidas.
Se valoró la necesidad de realizar encuentros entre varios gremios de las artes escénicas, confrontar experiencias y también soluciones a los problemas que más les aquejan. Hay muchos procesos artísticos que trasnversalizan a todas las manifestaciones escénicas e incluso a otras, como es el caso de la evaluación artística, que si bien es un recurso necesario, es importante que se puedan revisar algunas trabas que hacen engorroso el proceso, desde el exceso de modelos y planillas que conforman el expediente, hasta los pasos que se consideran necesarios para transitar de un nivel a otro. Se entiende que no es un proceso que pueda sustituirse, o cambiarse con total celeridad, y sobre el que las opiniones de los propios artistas son muy diversas.
Fernando Rojas explicó que ya se trabaja en una propuesta para la eliminación de documentos a presentar y que en los otros aspectos se realizarán consultas con los artistas, que ya se iniciaron, para analizar los cambios posibles con el Ministerio de Cultura.
Se expuso como máxima del debate que no se puede sustituir la necesidad de todos por la necesidad personal, porque dejamos de ser inclusivos para atender la exclusividad. Aunque el Centro Promotor del Humor pueda ser un referente en la gestión artístico-comercial, ciertamente otras agencias de representación están alejadas de esta realidad, en gran medida porque adolecen de equipos preparados y fuerza de trabajo calificada. Hay que pensar en cómo fortalecerlas desde esa perspectiva de preparación y fiscalizar sus funciones con mayor regularidad.
Otra de las opiniones que encontró mayor consenso se refirió a que el país se está reordenando y la gestión de promoción del arte también debe hacerlo. Es necesario eliminar todas las trabas burocráticas, sin dejar de ejercer el control en lo que sea imprescindible. Hay que ocuparse desde la evaluación o desde otro mecanismo, de eliminar la mediocridad y reducir el exceso de artistas que han entrado al sector y no tienen resultados, tanto en el sector subvencionado, como en el comercial. La atención a toda esa masa está desviando presupuestos y gastos significativos, que pudieran reorientarse mejor en proyectos que verdaderamente son referentes y núcleos creativos.
Con el sabor de haber tenido un encuentro verdaderamente constructivo y con aportes para el desarrollo y progreso de las artes escénicas y con la voluntad institucional de emprender un camino de búsqueda de soluciones para las problemáticas planteadas en el que todos podamos aportar y perfeccionar el trabajo.
Se concertó un próximo encuentro con el objetivo de estabelcer esta comunicación acertiva donde se pueda devolver respuestas y enfocarse en nuevas preguntas, siempre de conjunto los artistas y la institución.
Redacción Cubaescena