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¿ENTIENDE USTED EL INGLÉS EN ESPAÑOL?

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Por Frida A. Lobaina Pérez / Foto Buby

Por la puerta de los clásicos entra la temporada veraniega en el Teatro Raquel Revuelta, sito en la conocida calle Línea habanera. La pasión King Lear, obra escrita por el dramaturgo Yerandy Fleites, se asoma como lo que a primera vista pudiera parecer una adaptación, camino a la reinvención, de El Rey Lear original de William Shakeaspeare. Teatro D’Dos, bajo la dirección de Julio César Ramírez, nos devuelve con esta puesta, su propia manera de trabajar en las tablas. El escenario de la sala Raquel Revuelta da cobijo al mundo Lear y a sus espectadores para develar la pasión de un clásico.

Lo primero que viene a la mente al escuchar el nombre de esta obra es la historia que el poeta isabelino convirtió en una de sus más conocidas tragedias. Lear, rey de Bretaña, decide dividir su reino en tres partes iguales y concederles el poder de cada una de estas regiones a sus tres hijas. Las dos mayores aceptan la gratitud y llenan de falsos elogios al padre, pero la pequeña se limita a confesar que su amor es el mismo que el de cualquier hija hacia su progenitor, haciendo que el rey furioso la desherede. A grandes rasgos es este el detonante de una obra que llega a nuestros días con la misma pasión de antaño. Shakespeare y Fleites, dos dramaturgos de diferentes épocas y nacionalidades convergen en un mismo espacio vital que no se detiene por tiempo ni fronteras. El teatro es la casa y el pretexto de esta reunión entre pasado y presente.PASION 1La puesta en escena que presenciamos los espectadores a unos escasos centímetros de la escena, comienza con un rejuego teatral, nada nuevo por otro lado, en el cual los actores debaten alrededor de una mesa la realización de esta obra. Mejor conocido como teatro dentro del teatro y con la inclusión además de elementos de carácter simbólico para representar cada personaje, en una suerte de compenetración con el teatro de objetos, comienza la pasión de este King Lear. Sin embargo, la escena, aunque no deja de lado el manejo del componente simbólico, se abre paso hacia un escenario mayor. Traspasa el primer momento de “ensayo teatral” y comienzan a tomar vida los personajes principales de la acción: Lear y sus hijas Goneril, Regan y Cordelia.

Salta a la vista en esta puesta en escena el elenco, constituido únicamente por tres actores: Irina Davidenko, Fabián Mora y Edgar Medina son los encargados de convergir en una tragedia plagada de caracteres y emociones de todo tipo. La transmutación de un personaje en otro se hace una de las cualidades sustanciales, por lo PASION 4cual deviene, además, el uso de objetos con carácter significantes en la escena, como apoyo a las transiciones. En las primeras escenas se hace evidente este recurso, cuando un pomo de agua mineral con una especie de corbata representa al Rey Lear, un creyón rojo a la pequeña Cordelia y dos frascos de perfume a las otras hermanas. Sin embargo, el entrenamiento y manejo de la voz es un elemento complementario imprescindible en un montaje como el que plantea Teatro D’Dos, que pudiera trabajarse con mayor rigor en este elenco, para lograr que la transmutación de los personajes vaya más allá de la mera imagen.

El espacio escenográfico, que al principio de la obra se encuentra reducido al escenario del teatro Raquel Revuelta, va proliferando en conjunto con la puesta. Las cortinas del escenario se abren, la platea se descubre y Bretaña toma dimensiones extraordinarias. Toda la sala se vuelve escenario y acción. En cada caso se propone uno u otro emplazamiento, resolviendo así con un toque de ingenio, los tantos lugares de desarrollo dramático. Se presentan además las escenas paralelas, donde en los diferentes niveles que pueden considerarse como el espacio escénico definido por el escenario y las butacas, suceden distintas acciones al mismo tiempo. De esta manera el público tiene la posibilidad de dirigir su atención, ya no solamente hacia uno u otro actor, sino hacia la acción dramática que desee, aunque en ciertas ocasiones algunas de ellas resulten vagamente coherentes con la puesta.

No obstante los recursos, estilos y elementos de teatralidad que pueblan el camino del pensamiento escénico en la reconstrucción de un clásico, la verdadera matriz siempre será la historia.

PASION 2¿Cómo develar al gran Lear en el siglo XXI?

Lear el rey loco, Lear el líder, Lear el tirano, Lear el apasionado, Lear el “segismundeado”. Todos son uno, el mismo padre de las tres hijas, del gran imperio y de la desgracia. El Lear de Shakespeare llegó en sus días isabelinos explicitando el orden cósmico donde confluyen el universo como macrocosmos y el estado político y social del hombre como microcosmos. El rey de Fleites se apropia en la misma medida del contexto y el objeto-sujeto para dialogar con nosotros, cubanos de una era (post)moderna y una isla (post)revolucionaria. King Lear es la ingratitud, el desconsuelo, el encierro, el remordimiento, la locura. Es el mismo Rey Lear que siglos pasados se convirtiera en hito shakesperiano y por lo tanto en el clásico que es hoy. La pasión del King Lear es devuelta en la traición más embustera, el puñal clavado por su propia especie, hallando la salvación allí donde un día auguró enemigos. He aquí la fuente de eterna juventud del Rey, he aquí la razón de que Bretaña no sea un lejano país al otro lado del océano, he aquí el porqué de La pasión King Lear.

¿Cuántos juraron en momento sagrado eterna lealtad y siguen sentados en su promesa? ¿Cuántos hijos ingratos cosechan los pueblos? ¿Cuántos hombres sinceros son tomados como bufones? Es necesario volver en el tiempo hacia aquellas primeras ofrendas para reconocer a los héroes trágicos que aún esperan la mano amiga de una Cordelia, para reconocer a otros que han dejado de esperar, a los que aun poseen la máscara de la indiferencia, a los que toman el poder como una carrera de relevo, a los que prometieron, a los que incumplieron, a los que viven condenados por la autoridad. Quedan develados de esta manera los puntos culminantes en la urgente contextualización de la historia de un rey, que navega el Océano Atlántico y desembarca en esta isla del Caribe sin temor a la casualidad. Aquí está, para ustedes, el doblaje al español.