Entrevista al dramaturgo Jorge Antonio Fernández Mallea, autor del texto En privado con la Reina
Por Mery Delgado
En 2012, Jorge Antonio Fernández Mallea se hizo acreedor del Premio David en la especialidad de Teatro con la obra En privado con la Reina, que publicara Ediciones Unión.
Al dar a conocer el fallo en su momento, el jurado del certamen al que convoca la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, Uneac, reconoció la obra “por la capacidad de dibujar con auténtica humanidad en la estructura de un monólogo una figura emblemática de la cultura popular cubana, como Celeste Mendoza”.
Del mismo modo destacó al “exponer de un modo convincente los conflictos existenciales de este complejo personaje y hacerlo con eficacia teatral”.
Muchos recuerdan a la intérprete por su gran turbante, enormes argollas y su risa jacarandosa. Y es que Celeste Mendoza se adueñaba del escenario, imponía su modo de interpretar cualquier género musical, y hacía suyo un estilo que le ponderó el sobrenombre de Reina del guaguancó, adjudicado por Rita Montaner al verla cantar.
Fernández Mallea reconoce la influencia de la ciudad de Matanzas, donde nació, en su acercamiento a Celeste.
Recordó en aquella entrevista que le hiciera a propósito del Premio, que allí “no faltan el guaguancó, la rumba y el danzó. Por otra parte, crecí en una casa donde siempre se escuchó música cubana. Era el momento de los famosos discos de acetato, y se escuchaba esa música tradicional, popular. Es ahí donde entro en contacto con Elena Burke, la Orquesta Aragón -todo ese acervo musical- y así conocí a Celeste”.
En cerca de 40 páginas, el autor desarrolla la historia de su personaje. Para ello debió investigar publicaciones de la época y entrevistarse con personas que la conocieron. Así, destaca en sus indagaciones sobre Celeste el encuentro con Victoria, vecina de la cantante.
“Mi encuentro con ella fue inolvidable, aquella señora me abrió las puertas de su casa humildemente y me dijo ‘Vamos a hablar de Celeste’. Aquello adquirió un tono más bien de descarga con todo cuanto ella me iba contando, más otros vecinos que se incorporaron. Cantamos, tomamos café y descargamos. Cuando salí de allí me dio como un giro la calle Línea, porque me dije: -¿Por dónde voy? ¿Cómo sigo? Para responderme después: -Tengo el material humano para escribir”.
Y prosigue el dramaturgo: “Siempre traté de no violentarla. Celeste tenía una manera de ser un poco fuerte. Ella tenía su cosa cubana, pero muy particular de ella y de la época. El monólogo está estructurado con un ritmo a partir de una mezcla de altibajos, tratando de que el público, cuando se haga la puesta en escena, por supuesto-, siempre se mantenga alerta a lo que está hablando este personaje”.
El autor confiesa que En privado con la Reina “tiene un momento, por ejemplo, en que recrea el Santiago de su niñez, otros en que roza con la tragicomedia, o con la comedia, momentos picantes en los que suelta algunas de las de ella, y tan pronto vuelve a caer en un hueco. Y así hasta un final donde ella resuelve su conflicto supuestamente y termina muy arriba, cuenta además.
Finalmente, el texto premiado, fue llevado a las tablas del Teatro Trianón por la actriz Mayra Mazorra, bajo la dirección de Jorge Mederos, con una excelente acogida de público, en una temporada que concluyó recientemente.
Foto Yuris Nórido
Leer más:
¡La Reina! Donde La Realidad Física Y Simbólica Debaten
https://cubaescena.cult.cu/4225-2/