Por Omar F. Mauri
Si un proyecto sociocultural infunde energías, es Sin barreras, de la Casa de Cultura de Bejucal, que arriba a su décimo séptimo cumpleaños el próximo 12 de septiembre.
Nacido en 2007 de la vocación artística de varios miembros de la Aclifim (Asociación Cubana de Limitados Físico y Motores) y su estrecha relación con la Casa de Cultura bejucaleña, es atendido por la instructora de danza Teresa Espinosa Espinosa.
Lo integran 15 aficionados y reúne todas las manifestaciones artísticas (música, teatro, artes visuales y en especial, la danza). Con ella y la fusión de ritmos cubanos elaboran sus espectáculos, que incluyen canto, poesía y representación teatral.
No solo se reconocen sus coreografías en sillas de ruedas y sus vistosos pasacalles, sino la animación y rigor que alcanzas sus obras: “Bailando en el solar”, “Mambo”, “Son”, “Música popular cubana” y “Estampas campesinas”. Por ellas han recibido primer premio en cuatro festivales nacionales de aficionados de la Aclifim y elogios de personalidades como primera balerina y directora del Ballet Nacional de Cuba, Viengsay Valdés, quien los ha visitado en ensayos y presentaciones.
Sus recientes actuaciones en la jornada por la fundación de la provincia Mayabeque (en el Recinto Ferial de San José, la Casa de Cultura local o actividades comunitarias) fueron recibidas de forma memorable por su calidad, colorido y alegría que trasmiten al público.
“La Meta: seguir trabajando -explica Teresa Espinosa-. El arte y la cultura no solo unen y dan felicidad, también ayudan a una mejor calidad de vida de los integrantes, que son ejemplo de entusiasmo y ganas de vivir y crear.”