El mejor regalo para el Ballet Nacional de Cuba

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Dentro de unas horas, la sala Avellaneda será testigo de muchas emociones y sorpresas… La compañía cubana ha preparado una gala que incluye en su programa varios pas de deux, con invitados para la ocasión y primeras figuras de su elenco

Por Mercedes Borges Bartutis

El Ballet Nacional de Cuba llega hoy a su aniversario 75. La celebración comenzó hace un año, el 28 de octubre de 2022, durante las jornadas del pasado Festival de Ballet de La Habana. La dirección de la compañía señaló que tendrían un año de celebraciones y cumplieron su promesa: han mantenido temporadas en la sala Avellaneda, han realizado giras internacionales con las que dejaron clara la permanencia de una escuela cubana de ballet, que no solo se refiere a un estilo, la denominación reafirma la constancia, la subsistencia de una tradición que caló en lo más profundo de un pueblo.

Hoy, la compañía que dirige la primera bailarina Viengsay Valdés, está integrada fundamentalmente por jóvenes que le han inyectado una energía particular a la formación que es Patrimonio de la Nación Cubana, término que implica la inmensa responsabilidad de dar continuación a un legado, que comenzó cuando Fernando, Alicia y Alberto Alonso se lanzaron en la gran aventura de crear una compañía de ballet, el 28 de octubre de 1948, en un país donde parecía que la idea no iba a madurar, que se quedaría solo en una cuestión de circunstancias.

En aquel momento la mayoría de sus integrantes eran bailarines extranjeros, figuras que decidieron acompañar a los Alonso en el sueño que, luego de pasar por muchos tragos amargos, maduró en lo que hoy conocemos como Ballet Nacional de Cuba.

La compañía ha visto pasar por sus salones a generaciones de intérpretes, algunas fueron nombradas por la crítica y han quedado así para la historia. Pero hay muchos de nombres que ayudaron a conformar esa historia, es una inmensa lista de bailarines, coreógrafos, diseñadores, etc., que han contribuido a la tarea titánica de mantener con vida una formación de ballet de primer nivel, en un país pequeño como Cuba.

Esta noche, la sala Avellaneda será testigo de emociones y sorpresas. El Ballet Nacional de Cuba ha preparado una gala que incluye en su programa varios pas de deux, con primeras figuras de su elenco y otras invitadas para la ocasión.

También presentará Séptima Sinfonía, la pieza del desaparecido coreógrafo alemán, Uwe Scholz, el título con el que la compañía regresó a la escena en diciembre de 2021, después de dos años de pandemia. Es importante volver sobre el tema, porque algunos le han criticado a la dirección del Ballet Nacional de Cuba, la poca presencia de los grandes clásicos en sus programas más recientes.

Pero las decisiones tomadas por Viengsay Valdés y su equipo han sido determinantes para marcar el buen paso de una agrupación. Séptima Sinfonía, con el acompañamiento indispensable de la Orquesta del Gran Teatro de La Habana, bajo la formidable dirección de Yhovani Duarte, ha sido la carta de triunfo del Ballet Nacional de Cuba en la nueva etapa de su trayectoria, porque le ha permitido poner a la mayoría de su elenco sobre el escenario, mezclar primeros bailarines con el talento joven que ha llegado a sus filas, y que todos puedan lucir sin atuendos excesivos, solo con un vestuario sencillo, con el que han mostrado las hermosas figuras que pueblan hoy una compañía de altura.

Dentro de unas horas, a las siete de la noche, la sala Avellaneda será una explosión de emociones, en su escenario se encontrarán los actuales integrantes del Ballet Nacional de Cuba con antiguas figuras que han llegado a La Habana para respaldar a su compañía. Esa muestra de amor destruye cualquier embestida nociva, de las que recibe permanente la compañía cubana desde las redes sociales. La presencia en La Habana de artistas trascendentales para la historia del Ballet Nacional de Cuba, es la mejor coraza y el mejor regalo que puede recibir la compañía en sus 75 años.