Por Mery Delgado / Fotos Buby
Si organizar una Antología danzaría era de por sí un gran reto para la coreógrafa Rosario Cárdenas, trasladar el espíritu lezamiano a jóvenes bailarines debutantes en esas piezas, lo era más aún; dos presupuestos que en poco más de una hora la compañía dejó perfectamente resueltas para cerrar el Festival Habanarte 2016, en el capitalino Teatro Mella con la aureola de los grandes acontecimientos del año.
Antología danzaria: Lezama Lima en la obra de Rosario Cárdenas logró mostrar el camino recorrido por Rosario Cárdenas desde 1989 que fundó su compañía, hasta nuestros días con una manera de crear donde la matemática y Lezama se dan la mano. ¡Qué dúo! Diría cualquiera, pero cuan fuerte ha resultado cuando se ve el proceso en escena, como una consecución lógica y coherente para la posteridad.
Ofrecer las claves del pensamiento poético lezamiano y su cosmovisión; un proyecto al que el autor se refería como súmulas, como se decían en la Edad Media, y transferirlo a la escritura de la danza, permite fijar la esencia de un todo, en un espectáculo que está estructurado por fragmentos y algunas piezas completas.
No hay cronología, ni tampoco escenografía, no hace falta. El movimiento lo cubre todo. Las luces sugerentes de Carlos Repilado, sirven de ambiente a la imagen plástica que logran en cada instante los bailarines de Rosario, cuerpos que han entrado a ese mundo onírico que les propone la coreógrafa a través de la gran obra de Lezama. Todo es uno y lo mismo, y, como ya decía Goethe, un pedazo de la naranja tiene el sabor de toda la naranja.
Esta Antología dedicada a los 50 años de la primera edición de Paradiso, nos permite recordar que uno de los mayores obstáculos señalados por los críticos , lo difícil de Paradiso, procede de la propia naturaleza de la estética de Lezama, del complejo e incesante tejido de insólitas asociaciones culturales o imágenes inesperadas que oscurecen el sentido, de la “metaforización” de la acción e incluso de los personajes, de la inmersión en lo alucinatorio sin previo aviso… todo lo cual forma parte, de las reglas del juego en el que debe entrar el lector de esa retórica que constituye la peculiar escritura generada por su Sistema Poético del Mundo.
Aprehender ese mundo maravilloso, motivar a los honores bien ganados de uno de nuestros mayores clásicos en la literatura, ha sido también la aventura poética de Rosario Cárdenas al trazar sus pautas.
Al conferir a sus bailarines el legado del tiempo en su obra. La solidez de su estructura, ha quedado reafirmada en este paseo antológico que hoy nos brinda. Volver sobre ella muchas veces, se convierte en ejercicio obligado para cualquier bailarín, y por qué no, para cualquier espectador.