“La creación coreográfica, en tanto reafirmación de las obsesiones de sus fabuladores, en tanto revisitación de nuestras conquistas musicales y danzarias del pasado, requiere de mujeres y hombres abiertos a las interconexiones, trueques y re-inventos”.
Noel Bonilla Chongo
Por Víctor Cabrera Soriano
Cuando se dice, «Cuba es una isla que baila», se hace alusión a una gran metáfora. Baila la madre trabajadora cuando limpia el hogar, baila el estudiante durante el horario de recreo y bailan los jóvenes que pasean dando voces por las calles. Sí nos enfocamos en el contexto escénico de la isla, Cuba igualmente confirma que es un caimán danzante.
El Teatro Martí se ha convertido en una potente plaza donde se expone el trabajo de las compañías cubanas de mayor renombre: Liz Alfonzo, MalPaso, Micompañía, Acosta Danza, Danza Teatro Retazos, Compañía Rosario Cárdenas. En el oriente del país, la agrupación santiaguera Teatro de la Danza del Caribe, hace poco presentó el espectáculo Convergencia. Por otro lado, marzo finaliza con los estrenos del Ballet Contemporáneo de Camagüey y la temporada de Gisselle del Ballet Nacional de Cuba, en el Teatro Nacional. Paralelo a ello está surgiendo Comunidad, nueva propuesta del Conjunto Folklórico Nacional, que está agendado para mayo próximo. Es buena señal que los espacios teatrales se llenen de danza en tantas provincias del país, un mayor número de producciones llegando a la escena es sinónimo de incremento en las capacidades creadoras de los coreógrafos cubanos.
Cienfuegos también exhibe un movimiento de danza folclórica que lucha por mantenerse vivo y por acoplarse a las dinámicas actuales, que se alejan de las reproducciones esquemáticas practicadas por muchos años en el folclore escénico. A la cabeza de esta faena, se encuentra Bárbara Lamí Aguar, Premio Provincial de Danza Cienfuegos 2013. Egresada del Nivel Medio de la Escuela Nacional de Danza, la maestra Lamí es licenciada en Comunicación Social y trabaja como profesora de la carrera Educación Artística en la Universidad de Cienfuegos. Además, es la fundadora y actual directora del Conjunto Folclórico de Cienfuegos (CFC), única agrupación danzaria profesional del Consejo Provincial de las Artes Escénicas (CPAEC), en la Perla del Sur, que en 2024 arriba a su aniversario 25.
Para comprender cómo fueron los inicios del Folclórico cienfueguero, surgido como Compañía Danza Folclórica, Babi, accedió a responder algunas preguntas para el portal Cubaescena.
¿Cómo surge la idea de crear una compañía de danza folclórica en Cienfuegos?
Desde 1991 realizaba investigaciones sobre los cabildos y los recursos folclóricos que tenía la provincia. La agrupación la fundé el 19 de octubre de 1999, cuando trabajaba como especialista de danza del CPAEC. Los primeros integrantes del Conjunto fueron egresados de la Escuela Profesional de Arte Samuel Feijoó de Villa Clara, dos de ellos venían del foco folclórico cienfueguero. Trabajé como bailarina, coreógrafa y actualmente, además, de directora, soy maître del grupo.
¿Qué caracteriza el repertorio y el entrenamiento de su agrupación?
Las compañías de danzas folclóricas tienen como objetivo crear representaciones artísticas de la tradición del pueblo. Por supuesto, aglutinamos manifestaciones que enriquezcan y embellezcan el fenómeno danzario en la puesta en escena. Eso es lo que nos diferencia del «foco». Nuestra agrupación se ha caracterizado por vincular expresiones folclóricas de la danza con elementos de otros géneros como la danza moderna y contemporánea. Esa es la línea estética de la compañía en la teatralidad de la danza folclórica.
La rutina de entrenamiento es fuerte. Trabajamos con la técnica de la danza moderna, se imparten clases de diferentes ciclos de danza afrocubana: yoruba, congo, arará y rumba. Dentro del plan no se descuidan los bailes populares, ni las danzas tradicionales campesinas; y se organizan encuentros con maestros de canto, preparación física y creación coreográfica.
Observando la historia de las Artes Escénicas en Cienfuegos, resalta que, en 2003, el Conjunto Folclórico entra en su catálogo profesional. Durante estos años de trabajo sus bailarines han llevado la tradición y la danza de la mano. Fui testigo de las puestas en escena por su aniversario 23, en 2022, donde el elenco mostró fuerza y calidad en el ejercicio de la danza. Para la ocasión, mostraron coreografías de los bailarines con mayor trayectoria que, en ese momento, formaban parte de grupo: Dani Baró, Yosbany Vives, Adani Lazo y Vladimir Vizcay. Nombres que no se pronuncian más en los ensayos. Y es que este colectivo no está exento de las problemáticas de éxodo que presentan también otras compañías del país. Sus bailarines emigran o buscan otras oportunidades laborales para mejorar su economía. La maestra Bárbara Lamí reflexiona sobre el tema.
No es un secreto que las agrupaciones viajan fuera del país y en repetidas ocasiones, algunos integrantes no regresan. Es un problema que presentan la mayoría de las compañías, no solo las de la rama folclórica.
Otro problema lamentable al que se enfrentan las compañías de danza folclórica en la Isla, es el rechazo que le hacen la mayoría de los egresados del Nivel Medio. Es una situación que afecta, en cierto modo, el desarrollo del folclore en la escena. La academia de danza de Villa Clara no ha perdido vínculos con la compañía de Cienfuegos. Durante años han enviado a sus estudiantes para realizar las prácticas pre-profesionales en el CFC, hoy de una forma menos permanente. Sobre el asunto Bárbara Lamí opina:
Es cierto que los alumnos que egresan de la Escuela de Arte están en desacuerdo en pertenecer a las compañías folclóricas. No es algo nuevo. Creo que un aspecto que influye es el salario, es una remuneración baja para muchachos que vienen con ilusiones y deseos, pero también con necesidades. Por otra parte, prefieren ir a los grupos de espectáculos musicales donde les paga un buen salario.
El mayor problema está en que las compañías del Consejo llevan un ritmo y rigor de ensayo diario. En las folclóricas hay que aprenderse los cantos y ejecutar coreografías que requieren energía y entrega. Sin embargo, en los grupos de espectáculo el show se ensaya en menos tiempo y no se renuevan con tanta frecuencia las coreografías, allí se hace mucho más fácil el trabajo y obtienen un mayor estímulo monetario.
Bárbara Lamí, al mismo tiempo habló sobre las acciones que toma la compañía para mantener un elenco capacitado y entrenado en estas difíciles circunstancias.
A mi juicio, es muy difícil el trabajo desde las provincias para las compañías de danza. Aunque nunca hemos estado inactivos, siempre buscamos la forma de renovarnos y de incursionar en nuevas técnicas y formas de hacer danza. Para abril próximo hemos planificado un encuentro con Leivan García, director y coreógrafo del Conjunto Folklórico Nacional de Cuba. Durante la sesión se impartirán clases que nos servirán para incorporarnos al ritmo actual del folclore danzario cubano.
Es habitual en nuestra agenda de trabajo los talleres para adolescentes y jóvenes de la comunidad. Estos han permitido sustentar la compañía desde sus inicios, pues formamos bailarines que vienen del foco folclórico o del movimiento de artistas aficionados. Se les brinda una preparación para asumir la escena y luego pasan a nuestro elenco. Muchos han llegado a ser primeros bailarines, profesores y coreógrafos, no solo de nuestra agrupación, también de la Escuela de Arte y otros proyectos de la provincia.
De igual modo se imparten talleres para reclutar músicos y cantantes. En el país no existe una escuela que prepare el talento musical de forma específica para este tipo de agrupaciones.
Hemos perdido muchos talentos por situaciones legales. Es terrible cuando encuentras a un joven dotado de talento, pero el Consejo de las Artes Escénicas no les permite la entrada porque su titulación es de 9no grado. Muchos se pasan años esperando la valides del «artículo 8.C», que los ampara para ejercer profesionalmente. Tras la morosidad de los trámites, nos abandonan porque no le podemos retribuir su compromiso con un sueldo hasta que no estén avalados.
La facción danzaria del folclore cienfueguero, brinda preparación para los aspirantes a las pruebas de ingreso a distintos niveles de la Enseñanza Artística en Cuba. Obtiene notorios logros con el Proyecto Infantil Vida, donde se enseñan bailes tradicionales cubanos y danza moderna a los más pequeños. Promueven el evento músico-danzario Percudance, que surgió como alternativa virtual en el período de la pandemia por el Covid-19. Del mismo modo, estrecha vínculos con la Escuela Elemental de Danza y la Escuela de Instructores de Arte, en las cuales planifican encuentros frecuentes para mostrar a los estudiantes de Cienfuegos la riqueza del folclore cubano.
El Conjunto es la esperanza que no dejará decaer el movimiento dancístico en la Perla del Sur. Asegura su directora que seguirán conquistando espacios y señala la intensión de participar en los “escasos eventos dedicados a la danza folclórica en el país”.
Hoy, 25 años después de su fundación, la agrupación cienfueguera necesita de apoyo, fundamentalmente, del equipo técnico que requieren en su sede, recién restaurada. Pero principalmente, que les facilite participar en los eventos dedicados a la danza folclórica: Festival Olorum, del Tambor, Festival Camagua Folk Dance, Timbalaye, Festival de Raíces Africanas Wemilere, Festival Internacional de Danzas Folclóricas. Son experiencias que les servirían para integrase al universo existente en la danza folclórica cubana, que ahora mismo permuta hacia muevas formas de hacer, donde hay contiendas entre conservadores y creadores experimentales.
El Conjunto Folclórico de Cienfuegos es representante de las tradiciones y costumbres cubanas. Sus integrantes tienen sobre sus hombros el peso de mantener vivas las expresiones de la cultura popular y brindar, a través del arte, mayor visibilidad de las tradiciones a la sociedad cienfueguera. Es importante que las autoridades competentes, decisoras en el desarrollo cultural en la provincia, presten mayor atención a la compañía. En una ciudad llena de agrupaciones teatrales y musicales, la presencia de la danza en la escena debe ser un punto de cuidado que permita potenciar las condiciones para su desarrollo.
Fotos tomadas del perfil de Facebook del Conjunto Folclórico de Cienfuegos
