Por Dairon Martínez Tejeda
A su paso por una veintena de comunidades en los municipios de Manuel Tames y Yateras, la Cruzada Teatral Guantánamo-Baracoa continuó ganándose el corazón de centenares de pobladores del lomerío oriental, que del 28 de enero y hasta el 3 de marzo brindan albergue, abrigo y alimentación a artistas y personal de apoyo de los grupos Guiñol, La Barca y Carmpandilla.
Como es costumbre, el primer espectáculo fue en el cañero poblado de Argeo Martínez, donde el proyecto sociocultural Jagüey La Esperanza recibió a los visitantes con danzas y ritmos afrocubanos interpretados por niños, adolescentes y adultos vestidos de las deidades del panteón yoruba.
Poemas con niños fue el regalo de los Cruzados a la población, defendido por la joven actriz Claudia Urrutia, a partir de versos de Nicolás Guillén adaptados al teatro por el dramaturgo Ury Rodríguez. La obra que convida a respetar y abrazar las diferencias étnicas, de color o de cualquier otro tipo, se ganó las loas del público.
En esta primera parte del periplo por las serranías, los teatristas guantanameros estuvieron además en Casimba, Honduras, la Casa de la Cultura de Jamaica, Ranchería, Ciro Frías, Manguito de Hondones (La Tagua)… donde llevaron cinco espectáculos, cuatro para el día y uno nocturno, reservado para Macario, el hombre que perdió a sus hijos por pura ambición. El descanso en tierra tamenses fue en la sede del Conjunto Artístico Integral de Montaña, otro aliado de la cultura entre valles y montañas.
Yateras también acogió con gran entusiasmo la tropa de actores, payasos, músicos y al mago Max Henry. Fueron días friolentos e intensos, pero en cada sitio el público estuvo ahí fiel y diligentemente, a veces 20 otras 200, pero listos para disfrutar la actuación de las agrupaciones escénicas en lugares distantes de la geografía como Los Naranjos, San Andrés, La Bamba, la Cuabita, San Rafael o Dos Pasos.
Los cruzados por doquier llevan la alegría a través de su arte como medio de transformación espiritual en comunidades en condiciones de vulnerabilidad, donde apenas hay servicio eléctrico (tienen paneles o plantas), la señal de TV y radio es muy inestable, y ni hablar de la nula conectividad a Internet; allí la Cruzada es el principal contacto de la gente con lo foráneo.
Atravesando los más irregulares terraplenes, desafiando el peligro, solo con la certeza del deber a cumplir y la confianza en la destreza de los choferes, los teatristas dan lo mejor de sí, y también beben de la historia local, las tradiciones taínas, el changüí, los altares de cruz… se alimentan de las frutas donadas por los pueblerinos, comparten en familia y echan a andar, una y otra vez monte a adentro para llevar la cultura por las alturas del Oriente.
Hasta el 3 de marzo seguirá el viaje de los cruzados, entre ríos, puentes colgantes, elevaciones, zonas semidesérticas, e intrincados parajes hasta llegar al destino final: Baracoa, donde se espera acontezca la mayor y más grande fiesta, con invitados de otras naciones y provincias hermanas como Santiago de Cuba, La Tunas, Granma y La Habana, pero de ese día hablaremos más adelante, por lo pronto compartimos estas emotivas instantáneas de la travesía por Manuel Tames y Yateras.
Tomado del Periódico Venceremos. Fotos del autor.