La cartelera escénica de La Habana puede ser una gran sorpresa para bien o para mal. Algunas veces nos encontramos con un fin de semana de esos de los que uno luego no quisiera ni acordarse, porque aunque ir a un teatro continúa siendo una opción asequible económicamente para el cubano de a pie, siempre hay que poner un plus para llegar al destino.
Y si luego de llegar al teatro, usted se encuentra con una de esas obra a la que nunca usted hubiese querido ir, por la mala calidad de la actuación, por lo amateur de la puesta en escena, y de esas todavía tenemos muchas en la capital; entonces, usted sabe que su viaje fue en vano, que desperdició su tiempo y ya no hay vuelta atrás, porque no puede reclamarle a nadie por el fiasco de una obra de teatro, ¿o sí puede reclamar?
El pasado fin de semana, coincidieron en La Habana varias puestas en escena de mucha calidad: en la sala Llauradó se presentó Ocurre en domingo, una propuesta de Raúl Martín y Teatro de la Luna; en Argos Teatro el elenco de Carlos Celdrán continuaba con funciones de Misterios y pequeñas piezas, su pieza más reciente; en el Trianón, Carlos Díaz y Teatro El Público iniciaron la temporada de Entre nosotros todo va bien; mientras que el Ludi Teatro de Miguel Abreu mantenía en cartelera El vacío en las palabras.
Fue una buena racha porque usted podía ver cuatro obras de gran calidad. Este fin de semana continúan estas propuestas, menos Ocurre en domingo de Teatro de la Luna. Son opciones que brinda la red de teatros del Consejo Nacional de las Artes Escénicas, con la garantía de que usted no perderá su tiempo.
