Por Claudia Patricia Domínguez
Quiso la Historia que apenas tres días separaran la creación del Teatro Lírico de Holguín, como se le conoció en sus inicios, de la primera vez que en letra impresa el periódico ¡ahora! llevaba a los holguineros el acontecer social y cultural de la provincia nororiental.
Sus primeras páginas quedaron desde entonces marcadas por aquella gloriosa noche del 16 de noviembre de 1962 en la que los holguineros asistieron al Teatro Infante, hoy Complejo Cultural Teatro Eddy Suñol, y por primera vez presenciaron la zarzuela Los Gavilanes, de Jacinto Guerrero.
Aquellos fueron días bien difíciles, recordaría en los años 80′ el propio Raúl Camayd en una entrevista que le concediera al periodista Alfredo Sainz Blanco; y es que más allá del complejo montaje de las voces con artistas que en su mayoría eran aficionados, una zarzuela “con todas las de la ley”, no podia descuidar el acompañamiento musical con Orquesta y otros elementos escenográficos y de vestuario esenciales para su ejecución.
En esta etapa fue fundamental junto a Camayd la maestra y pianista repertorista Graciela Morales, en ella recayó la responsabilidad del minucioso trabajo musical y una vez que iniciaron los ensayos, sin lugar ni horario fijo, su casa también estuvo entre los muchos espacios que acogieron a la naciente compañía lírica.
El impactante éxito de la puesta en escena que tuvo entre sus roles protagónicos al barítono Raúl Camayd, en el personaje de Juan, y a la soprano Náyade Proenza, como Rosaura, pronto se convirtió en interés nacional.
Si en un principio el propósito era presentar sencillamente un espectáculo que alimentara el espíritu de los holguineros en medio de la Crisis de Octubre y las secuelas de la dictadura de Fulgencio Batista, ya no era posible imaginar a Holguín sin su Teatro Lírico.
Poco a poco artistas, obreros y estudiantes se sumaron al gran proyecto cultural que tuvo siempre en la disciplina y constancia su denominador común.
La agudeza con la que eran capaces Raúl y Náyade de distinguir donde había un buen talento hizo posible que a las tablas llegara la soprano María Dolores Rodríguez, Lola, entonces una joven estudiante de Lengua Inglesa del Instituto Superior Pedagógico José de La Luz y Caballero, o el propio barítono Alfredo Más, quien de seguro habría sido un buen técnico de refrigeración si su amigo Nelson Martínez, cansado de sus imitaciones no lo hubiese llevado a conocer a la maestra.
Seis décadas tiene ya el Teatro Lírico Rodrigo Prats de Holguín y la cita para la celebración ocurrirá precisamente a ritmo de zarzuela los días 18, 19 y 20 de noviembre, fecha que regresarán al escenario del Suñol para el estreno del espectáculo Tres lindas cubanas que con libreto original y dirección artística de Alfredo Más retomará este gustado género lírico a partir de tres obras icónicas del teatro cubano.
Cecilia Valdés, de Gonzalo Roig, María la O, de Ernesto Lecuona y Amalia Batista, de Rodrigo Prats fueron las piezas seleccionadas, cuyo argumento dramatúrgico se concentra en el maltrato a la figura femenina en diferentes etapas, significó en conferencia de prensa Alfredo Más.
Explicó que el hilo conductor que presenta cada conflicto lo llevarán los populares negritos del teatro bufo y añadió que en un primer momento se presentarán breves cuadros de cada obra que conducirán el espectáculo al momento cumbre en el que para su desenlace comienzan a entremezclarse las diferentes historias.
Precisó que a la austeridad de su diseño escenográfico se le sumará un espectacular movimiento de luces, el cual le otorgará la magia que requiere la puesta en escena, y comentó que aunque su pretensión inicial era realizar la obra con música en vivo, propósito al que no renuncian, no pudo materializarse debido a la ausencia de las partituras de Cecilia Valdés, zarzuela cubana que desde 1993 no se presenta en Holguín.
La coreografía a cargo, como es habitual, del reconocido Alejandro Millán debió sortear además de la contingencia energética y tres estilos danzarios diferentes en correspondencia con la época de cada pieza, la juventud del elenco, muchos de los cuales tendrán su debut artístico este fin de semana.
Millán apuntó la importancia de volver sobre estos clásicos del arte lírico para que las nuevas generaciones se interesen por la cultura cubana, experiencia que más de una vez han constatado en escenarios internacionales, pues aunque la acogida a títulos universales como Las Leandras siempre fue muy buena, era con María la O que debían de sacar las sillas de las cafeterías porque las lunetas en los teatros no alcanzaban ante tanto público.
Con los nervios que toda buena artista siente antes que abra el telón continúa Liudmila Pérez después de un año en el que asumió las riendas del Teatro Lírico Rodrigo Prats, etapa tan compleja como fructífera para la compañía.
La artista recordó en abril último la participación de coristas y solistas en el estreno mundial La hora de la novena, de la coreógrafa inglesa Gemma Bond, junto al Ballet Nacional de Cuba, puesta en escena que este mes tuvo su reposición como parte de la programación del 27 Festival Internacional de Ballet de La Habana.
“Hoy se asumen procesos de creación a una velocidad nunca antes vista y sin descuidar el alto valor estético del que son herederos”, subrayó Pérez y precisó que la temporada de Aniversario se extenderá hasta el mes de diciembre con otras interesantes propuestas, que con la complicidad de la Orquesta Sinfónica de Holguín interpretarán selecciones de la ópera “La flauta mágica”, de W.A. Mozart que tendrá como director invitado al alemán Michael Elverman.
A la función de este 26 de noviembre se le sumará el 3 y el 4 de diciembre próximos una gran gala lírico-sinfónica con varios éxitos operísticos, así como la reposición del sainete cómico El alcalde honrado, espectáculo protagonizado por cantantes líricos recién egresados del Conservatorio de Música José María Ochoa y bajo la atenta mirada de la actriz Mireya Abreu los dias 10 y 11 de diciembre desde la sala Raúl Camayd del Complejo Cultural Teatro Eddy Suñol.
Como antesala de la intensa temporada, la atención fue para el ejercicio académico Celebrando a Cecilia Valdés, versión libre que en homenaje a los 60 años del Teatro Lírico, los 30 de Codanza y el centenario de la Federación de Estudiantes Universitarios realizaron estudiantes y docentes de la Facultad de Educación Artística de la Universidad de Holguín.
Inicio de una alianza cultural con la que el colectivo defiende lo aprendido por los maestros fundadores, destacó Liudmila Pérez y argumentó que tienen la pretensión de próximamente sumar al intercambio a los estudiantes del cuarto año del Nivel Medio para que interactúen con ellos en género chico, la escuela para entrar a las grandes obras.
“Soy un convencido de que en épocas de crisis, como dice el cantautor Silvio Rodríguez, se revela la maravilla. La Orquesta Sinfónica también celebra su cumpleaños 22 en noviembre y que mejor que hacerlo acompañados del Teatro Lírico”, comentó el maestro Oreste Saavedra, director de la Orquesta Sinfónica de Holguín.
Indicó que en este Aniversario hablamos de la compañía pero también debemos hacerlo del Teatro, pues pocas veces en Cuba instituciones de este tipo, más allá de acoger proyectos culturales, se ocupan de impulsar colaboraciones, soñar, encargar y apoyar cada uno de estos espectáculos”.
Sesenta años de arte lírico y a los holguineros solo nos queda decir: ¡Bravo! por Raúl Camayd que tuvo la genial idea de crear su Teatro Lírico. ¡Bravo! por todos los soñadores que un buen día decidieron seguirlo en este quijotesco proyecto. ¡Bravo! por las nuevas generaciones que llegan a escena con la entrega y pasión de aquellos primeros artistas.
El público holguinero está de pie. Es el intermedio. Tres lindas cubanas deja abierto el siguiente cuadro.
Fuente: Periódico ¡Ahora!