El programa incluirá el estreno absoluto de una creación de la coreógrafa Susana Pous, quien trabaja por primera vez con la compañía. La pieza lleva por título Otra bella cubana, y exhibirá música de M Alfonso y diseños de Guido Galli
El Ballet Nacional de Cuba, Patrimonio Cultural de la Nación, regresará a la sala Avellaneda del Teatro Nacional con funciones los días 17, 18, 19, 23, 24, 25 y 26 de marzo. Las entradas estarán a la venta a partir del próximo día 7, de martes a domingo, de 1:00 a 6:00 de la tarde.
El programa incluirá el estreno absoluto de una creación de la coreógrafa Susana Pous. La pieza se titula Otra bella cubana, con música de M Alfonso y diseños de Guido Galli, está compuesta para solistas y cuerpo de baile, narra una historia desde el punto de vista femenino, con elementos autobiográficos de la coreógrafa catalana que ha desarrollado una importante carrera como artista de la danza en la Isla y que se considera a sí misma cubana.
En esta ocasión, la compañía interpretará por primera vez Ballet 101, coreografía del canadiense Eric Gauthier sobre una banda sonora de Jens-Peter Abele. Ballet 101 es un gracioso “curso acelerado de ballet” que, partiendo de las cinco posiciones básicas, extiende las posibilidades expresivas del bailarín con referencias a ballets de repertorio y alude a formas características empleadas por famosos coreógrafos. En el primer tiempo se muestran las posiciones básicas del ballet; en el segundo, estas se combinan al azar para crear una sorpresiva coreografía.
El programa comprenderá, además, una pieza del coreógrafo brasileño Ricardo Amarante titulada A fuego lento. Este ballet expone cómo crecen los primeros sentimientos de amor y deseo en una persona, como un fuego que quema desde dentro. Cada escena muestra un grado de intensidad emocional, sobre la sensual música de Lalo Schifrin, Astor Piazzolla, Carlos Gardel y S. Kosugi.
También de Ricardo Amarante se repondrá Love, Fear, Loss, (Amor, Temor, Pérdida), con música de Édith Piaf, Marguerite Monnot, Jacques Brel y Charles Dumont. La pieza está inspirada en la vida de la gran cantante francesa Édith Piaf y en sus antológicas interpretaciones de obras que, de alguna manera, son fiel reflejo de su trágica vida amorosa. Sucesivamente, mediante cada pas de deux, la obra nos lleva a una experiencia de relación de pareja, con la diversa complejidad habitual donde se superponen, en cada caso, los sentimientos de amor, miedo y pérdida.
En las funciones del Teatro Nacional, el público podrá apreciar también uno de las obras más exitosas entre las recientes interpretaciones de la compañía: Concerto DSCH, coreografía de Alexei Ratmansky, con música de Dmitri Shostakovich.
Concerto DSCH fue inspirado por la música del gran compositor -las iniciales del título hacen alusión a su nombre y apellido-, en las sugerencias y emociones que provocaron en el coreógrafo esta partitura que, según sus propias palabras, es un fiel reflejo del optimismo, la alegría e idealismo de una generación. Para un coreógrafo, el concierto es un estimulante reto por el contraste entre los diversos ánimos que evoca el carácter marcial del primer movimiento, el melancólico lirismo del segundo y la perturbadora vivacidad del tercero.
En portada: La coreógrafa Susana Pous en los ensayos de Otra bella cubana. Foto Ingo Meyer.
Fuente: Ballet Nacional de Cuba