Ballet Contemporáneo de Camagüey, un giro a la libertad

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Por Frank Padrón

Como parte de la celebración por los veintitrés años del Ballet Contemporáneo de Camagüey, la compañía realizó una función en su sede. Actualmente dirigida por la coreógrafa y bailarina Lisandra Gómez de la Torre, las celebraciones de la agrupación estuvieron dedicadas a su trabajo en todos estos años de carrera artística. Al final de la presentación, le fueron entregados reconocimientos de varias instituciones culturales de la mítica ciudad de los tinajones.

Aunque programada inicialmente para el regio Teatro Principal, la difícil situación electro energética obligó a reajustar sedes y horarios, pero lejos de perder brillo y espectacularidad, el programa (variado y representativo) adquirió una mayor carga simbólica, al acaecer en el mismo escenario donde ensayan y laboran los integrantes de ese colectivo que arriba feliz a sus más de dos décadas de ininterrumpida labor.

Giro, de la propia Lisandra y con banda sonora de la conocida pieza (Fito Páez), aunque en otra versión, es un canto a la resiliencia y el esfuerzo capaz de transformar, para mejor, vidas en declive. Diannys González y Dennis Lenier Pérez logran con expresivos y ajustados pasos y movimientos entregar con fuerza tan compartible historia de vida.

 La perla del Edén, pieza interpretada por el Ballet Folclórico de Camagüey, con coreografía de su director Reinaldo Echemendia, acercó una breve, pero expresiva cartografía de nuestros ancestros y carácter, así como un homenaje a la mujer cubana, muy bien entendido y proyectado por los bailarines Geysel Agüero y Hanier Medina.

Desequilibrio, título del mítico José Antonio Chávez, discursa en torno a los vaivenes existenciales y arrancó a Leyanis Lores Rodríguez, integrante del Ballet de Camagüey, un centrado y virtuoso desempeño.

Enredados, coreografía de Lisandra Gómez, bailado por la pareja de la primera pieza junto al cuerpo de baile de la compañía, se destacó por la complejidad de su lenguaje que la precisión de los danzantes logró trasmitir perfectamente, aunque tal vez la segunda parte debiera requerir un poco de mayor variedad coreográfica.

También se presentó Les Jazz hot, obra interpretada por Daniela Sánchez Tapia y Javier Ramírez Arma, del Ballet de Camagüey, llevó a escena los recovecos armónicos del internacional género nacido en Estados Unidos.

El sitio, título firmado por Osnel Delgado, mostró a Lisandra Gómez en su condición de competente bailarina que es, junto a su partner Jesús Arias. Ambos dieron vida a una pieza llena de subtextos y sugerencias.

La segunda parte del programa ofreció el estreno mundial de Freedom, creada especialmente para la celebración del aniversario 23. Coreografiada por Lisandra Gómez y Jesús Arias, con las interpretaciones de Diannys, Gabriela, Juan Miguel Carmenates y Emmanuel Rodríguez, es una propuesta que impresiona desde los primeros movimientos por su sugestiva escenografía y los colores diseñando una esotérica atmósfera, donde las siluetas marcadas de los danzantes sugieren el sitio y rol asignados, los cuales pueden cambiarse si atentan contra la libertad e integridad en peligro.

La interacción de los cuatro bailarines en diálogo creativo con el escenario, la música y ellos mismos, junto a la fuerza, vitalidad de sus gestos y desplazamientos, suman una pieza de gran solidez conceptual y coreográfica.

El Ballet Contemporáneo de Camagüey se enfrenta a una nueva etapa llena de retos y dificultades, pero lo conseguido hasta ahora (nada pequeño, de lo cual este programa resultó elocuente muestra), los llevará por nuevos y de seguro más audaces caminos artísticos.

Felicidades.

Fotos María Félix García Posada