Por Isabel Cristina
Huellas es el título escogido por la artista italiana Antonella Dalla Rosa para su taller con niños de la primera infancia. Con una vasta experiencia acompañando a un grupo como La Barraca, e impartiendo talleres en diferentes países, Antonella supo conquistar el corazón de los pequeños.
Trabajó con los niños del salón de 3er año de vida y con los bebés de apenas un año. Con su cadencia especial consiguió transportarlos a sitios maravillosos. Con su cuerpo y su voz los niños viajaron a la selva, subieron una montaña, se mojaron en la lluvia, imaginaron formas diversas, pintaron en el aire figuras raras que a ellos les parecieron cercanas y amorosas.
Antonella se introdujo poco a poco en las dinámicas del salón y las seños la acompañaron de una forma muy emotiva en todos los momentos del taller.
Las búsquedas y los descubrimientos fueron diferentes con los de un año y con los de tres. Los mayores eran más activos y más verbales. Sin embargo, con los más pequeños se pone de manifiesto la importancia de la pauta gestual por encima de la palabra. Los niños pequeños quieren explorar, tocar, apretar y moverse libremente. Todo eso pudieron hacer bajo el halo mágico de Antonella.
El momento de las hojas de papel fue hermoso e impactante. Los pequeños le dieron vida al papel de diversas maneras. Lo sacudieron, lo pisaron, lo tiraron, lo estrujaron, lo hicieron volar por los aires como mariposas y lo apretaron como un objeto de apego muy preciado. Además de interactuar de la manera teatral, Antonella acarició a los niños, les puso los zapatos y les habló con cariño sobre las pequeñas cosas de la vida. Los pequeños del Círculo Infantil Saltarines del 2000, ubicado en el municipio Plaza de la Revolución, pasaron una mañana inolvidable, ella dejó sus Huellas en todos los que la conocieron, cómo una flor del campo deja su olor en el aire.
Fotos de la autora
