Por Yoamaris Neptuno Domínguez
Alexander Rodríguez Borges es el protagonista del Proyecto SomoS A, título que le hace honor con la letra inicial no solo de su nombre, también como Amor, Alegría, Amistad, Autoestima, Autenticidad, África, Alma… esa alma que lleva su corazón, el órgano central que controla la circulación de la sangre y definitivamente demuestra que lo esencial es invisible a los ojos.
Dialogar con Ale, como le llaman cariñosamente, es adentrarse en un mundo casi que increíble por la resiliencia demostrada. Su discapacidad, lejos de alejarlo, lo que ha hecho es mostrarle cuán fuerte puede ser. La Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD) es un instrumento internacional de derechos humanos de las Naciones Unidas destinada a proteger los derechos y la dignidad de las personas con discapacidad. Las Partes en la Convención tienen la obligación de promover, proteger y garantizar el pleno disfrute de los derechos humanos de las personas con discapacidad y garantizar que gocen de plena igualdad ante la ley.[1]
¿Cómo se aplica la Convención en Cuba?
Nuestro país no está ajeno a esta Convención de hecho es uno de los países signatarios de la misma y se realizan disímiles actividades complementarias a favor del pleno desarrollo de las personas con discapacidad que facilitan una educación inclusiva. No bastan las acciones que se propongan para lograr la verdadera igualdad de oportunidades; que constituye una idea de justicia social que defiende el ser un sistema socialmente digno y justo cuando todas las personas tienen las mismas posibilidades de acceder al bienestar social y poseen los mismos derechos políticos.
Juntarte, hacer la escena inclusiva…
Desde la concepción del proyecto se plantea que las juventudes de las organizaciones de la sociedad civil cubana de las artes escénicas, potenciando la participación de mujeres y personas de la comunidad LGBTIQ+; es a quienes se dirige el proceso. Esto se hace en función de favorecer el acceso del público a obras artísticas de calidad que fomenten una conciencia crítica en el apoyo a la lucha contra la violencia hacia las mujeres y las niñas, los estereotipos de género, la homofobia y la transfobia. No obstante, y aunque en menor medida, la discapacidad física se ha tomado en cuenta también para que esta no constituya otra forma de excluir. El arte, como elemento integrador, nos ha acercado al trabajo que desarrolla Alexander, joven perteneciente a la Asociación Nacional del Ciego (ANCI), que tiene un lunar de sangre que cubre su rostro, producido, según mitos, por el eclipse de 1982 (su año de nacimiento) y esto es sinónimo de asombro para las personas.
¿Te has sentido excluido por tu condición de discapacidad?
Sí, y antes de quedar ciego también. De niño, a pesar de las burlas frente a mis características físicas, asistí a la escuela y al finalizar 9no grado comienzo la formación como Mecánico Naval, sueño frustrado en el 2do año por recomendación médica dado el glaucoma que padecía. En 1998 comencé a trabajar en la fábrica de tabacos Partagás, pasé por varios puestos hasta llegar a embazador marcador de tabaco de exportación.
En casa la situación se tornó algo difícil ya que mi mamá fue perdiendo la visión hasta su totalidad, producto de un glaucoma, cuya atención postergó por razones de trabajo.
Los malos momentos continuaron para Alexander. El tres de septiembre de 2003, encontrándose en su trabajo, una mala pisada en el camión donde se estaba montando la carga de tabaco, devino en una fatal caída que provocó el desprendimiento de la retina de ambos ojos y por temor a un derramamiento de sangre la decisión de los facultativos fue no operar. A finales de 2006 su mundo quedó totalmente sin luz.
Mientras tuve visión me valía por mí mismo; pero después, la agonía me inundó y no fue hasta que recibí la visita de un activista del consejo popular de la ANCI, que me motivó a participar en el Curso de movilidad y orientación en el espacio. Aprender a convivir en esta nueva condición era el reto. Recibí cursos de lecto-escritura del sistema braille, cuyos resultados entonces me posibilitaron desempeñarme como profesor, simultaneando con las responsabilidades en el Ejecutivo municipal de la ANCI. La informática llega en noviembre de 2011, hasta convertirme en instructor C de computación.
Nada te detiene, porque sé que participas de manera activa en cuestiones deportivas y otras de carácter artístico cultural. ¿Qué te junta a SomoS A?
El arte, indiscutiblemente. La directora se ha dado a la tarea de buscar la unificación de intereses individuales para poder articular la enseñanza de la actuación de manera que resulte factible para todos los participantes en el proceso y así contribuir a nuestro crecimiento humano y que podamos sensibilizarnos en la apreciación de la representación artística. Creo que SomoS A busca compartir conocimientos, posibilita la incorporación activa de todos en diferentes campos de la vida social llegando a comprender que las artes educanʺ.
Tienes algo así como una pasión por la declamación…
No puedo decirte qué es exactamente, o si llamarla pasión por la declamación como dices, pero sí disfruto mucho el poderla manifestar en las actividades en las cuales participo. Eso es algo que me lleva a esforzarme en el aprendizaje de textos y trasladarme al lugar donde sea citado, muchas veces en condiciones adversas o en horarios complicados. Ahora pensándolo así, quizás no sea tan explícito o pudiera verse como algo distante el proyecto Juntarte en lo que hacemos; pero creo que sí, sí tiene que ver. El solo hecho de hoy poder contar que he podido presentarme en actividades fuera de las organizadas por la ANCI, donde mi discapacidad no ha sido un impedimento, (ni siquiera lo he notado) es bueno, ¿no lo crees?
Sí, creo que también ha tenido que ver la selección del repertorio.
Me vienen a la mente los primeros poemas, la tenía cogía con Benedetti y Buesa, jajaja. Y ¿Quién me iba a decir que me iba a gustar y declamar la poesía de autores como Jesús Cos Causse, Luis Palés Matos y hasta Nelson Mandela? Esto ha sido el motor impulsor para hacer conexión con la música, que también disfruto mucho. Clave, bongó, tumbadora, tambores batá… son el complemento idóneo para acompañar la palabra que hace referencia a mis raíces. Negritud, racialidad, afrodescendencias son temas que me tocan de cerca por ser practicante de la religión yoruba hace 23 años y ese también ha sido pretexto para nuestros montajes. Y bueno, Guillén, poeta nacional de Cuba, llegó para quedarse en el repertorio de SomoS A. Súmale los espacios de presentación que han sido lo mismo un parque que un proyecto comunitario, la Casa del ALBA Cultural, el Teatro Mariana Grajales, estate quieto, jajaja.
El avance en la utilización de las técnicas teatrales es evidente, es merecedor de la Categorización municipal y provincial del Movimiento de artistas aficionados. Así se ha demostrado con los premios y reconocimientos en actividades como la Bienal Provincial de Teatro Aficionado Unicornio, varias ediciones del Festival de aficionados de la ANCI (donde llegó al Gran Premio en declamación), en El madrigazo acción de la AHS, en las dos ediciones del Festival Desde las artes, Evoluciona en apoyo a la Campaña Cubana por la No Violencia Hacia las Mujeres y las Niñas, en la entrega del Premio Wichy y la Distinción Cisne Salvaje que otorga el Centro Provincial del Libro y La Literatura de La Habana y recientemente la obtención del 2do premio de interpretación poética en el II Encuentro escénico de pequeño formato José Antonio Rodríguez.
Por otro lado, se puede sumar su participación en la inauguración de exposiciones, homenajes a artistas, talleres, seminarios, fórums, recibimiento a delegaciones, semanas de la cultura; espacios convocados por la ANCI, y otros organismos y organizaciones como la Cátedra Nelson Mandela y el Centro Oscar Arnulfo Romero.
Su perseverancia, constancia, ganas de aprender y hacer por los demás, son de las virtudes que reconozco en este joven que se ha ganado el respeto de todos. Se considera a sí mismo como una persona sencilla, humilde, amigo de los amigos, cariñoso, leal, mal genioso por momentos; pero es sentimental, algo susceptible y le encanta la música romántica.
Pero, ¿tus ansias de superación no cesan?
No, (sonríe) seis años para obtener el título de Ingeniero informático en la CUJAE, ¿eso no te lo confirma? Fue duro pero se logró.
Es cierto, valió la pena el esfuerzo… ¡Felicitaciones! Y ahora ¿qué haces?
Actualmente soy el Jefe del Centro tiflotécnico perteneciente al Centro Cultural Recreativo de la ANCI y soy miembro de la Comisión nacional de informática y nuevas tecnologías de dicha organización.
¿Quedará tiempo para el arte?
¡Siempre, eso no puede fallar! Dice mi profesora que a través del arte se puede contribuir al mejoramiento de vida de las personas, cuando se aplican las herramientas necesarias; siempre dice que se hace uso del arte como medio y no como fin. Y, chica, parece que funciona (sonríe)
[1] Tomado de Internet.
