Por Diana Iglesias Aguilar
Imposible concebir una Feria del Libro sin la presencia de agrupaciones de las Artes Escénicas, especialmente en Granma dónde el Consejo provincial se imbrican a otras instrucciones para dar brillo y colorido a numerosos eventos.
El pabellón infantil Con las nubes de almohada, en la Casa de Cultura 20 de octubre, el espacio Teatro Tablas en el cine Céspedes y la Plaza de la Revolución de Bayamo fueron los sitios fundamentales dónde la literatura, los libros, los escritores y la lectura tuvieron la complicidad de los actores.
Los Andantinos, compañía infantil con más de un cuarto de siglo de fundada, puso el más reciente estreno en la casa de cultura bayamesa, el espectáculo Las flores quieren ser bailarinas, obra de la actriz y directora fundadora Adis Nuvia en el que incluyen a niños con necesidades educativas especiales.
De conjunto con el Coro Ismaelillo, regalan momentos especiales de música cubana y actuación. También los estudiantes de la carrera de títeres interpretaron Pelusín frutero, bajo la dirección de Juan González Fiffe.
Momento climático fue la cantata a Colombia, donde primaron temas musicales que ponderan la amistad y solidaridad entre los pueblos.
Mientras que Grandanza y el Ballet Folklórico regalaron música y danza en la icónica plaza bayamesa, el Guiñol Pequeño Príncipe y Alas de Cuba simultanearon en el espacio Tablas Teatro con propuestas para niños y jóvenes, mientras que actores de la Guerrilla de Teatreros, bajo la dirección de Yamisleidis Reyes, amenizaron espacios teóricos y de presentaciones de libros, entre ellos Las mujerisimas, diálogo entre escritoras e intelectuales que abogan por la no violencia y emplean los recursos del arte escénico para lograr esos propósitos.