Por Mercedes Borges Bartutis / Fotos Buby
¿Qué pasa por la cabeza de un coreógrafo joven cubano de estos días? ¿Quiénes son esos creadores jóvenes, que tal vez sean los coreógrafos cubanos del futuro? ¿Qué sucederá con la creación en la danza nuestra de aquí a 20 años?
Las preguntas son muchas y, lamentablemente, las repuestas siguen siendo pocas. A pesar de los esfuerzos de varios espacios, como el Concurso DANZANDOS de Matanzas, el Concurso Impulsos que organiza Danza Teatro Retazos en La Habana, la plataforma Danza en Construcción y el Concurso Solamente Solos del Consejo Nacional de las Artes Escénicas (CNAE), o el Grand Prix Vladimir Malhakov, entre otros escasos espacios por apoyar la creación coreográfica en Cuba, la realidad tiene una cara desconcertante y no se puede continuar en una posición contemplativa.
La más reciente edición del Concurso Nacional de Coreografía e Interpretación Solamente Solos, realizada al cobijo de las Romerías de Mayo en Holguín, del 6 al 9 de mayo en el Teatro Eddy Suñol, demostró que la coreografía joven en Cuba necesita atención urgente. No hablo de realizar más concursos o encuentros competitivos de todo tipo, hablo de ejecutar acciones concretas que ayuden a los jóvenes a descubrir herramientas para constituir sus trabajos, escoger y organizar una banda sonora acorde a lo que necesita expresar, o distribuir la fuerza de sus ideas en tiempo y espacio; en fin, encontrar la forma de organizar una estructura que realmente funcione. Eso no lo va a lograr ninguna competencia de danza.
El Concurso Solamente Solos, dirigido por Noel Bonilla, director del Departamento de Desarrollo Artístico del CNAE, acaba de entregar sus premios esta semana que concluye. El jurado estuvo integrado por Liliam Padrón, directora de Danza Espiral, Jean-Hugues Miredin, coreógrafo de la Compañía ART&FACT de Martinica, Gabriela Burdsall, bailarina y coreógrafa, Lilliam Chacón, Decana de la Facultad de Arte Danzario del ISA, y el Periodista y Crítico de Danza, Yuris Nórido.
El evento estuvo dedicado a Pablo Roca, fundador del Solamente Solos en 1997, un espacio concebido para estimular y promover la creación joven, bajo el amparo de la Asociación Hermanos Saíz y con el apoyo del CNAE. En sus inicios, el Concurso tuvo bastante estabilidad y se realizaba puntualmente cada año en Holguín, como colofón de las Romerías de Mayo, pero el cierre del Teatro Suñol y otras adversidades, hizo que Roca lo realizara fuera de Romerías. Luego, un infarto cortó de cuajo la vida de Pablo, uno de los promotores artísticos más sui géneris que ha tenido las artes escénicas cubanas. A partir de ese momento, Noel Bonilla ha dirigido la competencia.
Aunque el Solamente Solos cumple 20 años, no ha tenido una secuencia estable en sus ediciones. Desde hacía tres años, el Concurso no convocaba a los jóvenes creadores. Esa inestabilidad en la realización ha sido su principal enemigo. Por otro lado, es cierto que la calidad de las obras deja al descubierto la falta de investigación y rigor de la creación joven de danza en Cuba. De manera general hay ingenuidad en las ideas, esquematismos en la forma de asumir los diseños coreográficos, donde la fisicalidad casi no deja espacio para otro tipo de propuesta, e incluso las que pudieran sentirse un poco diferente, llevan consigo el sabor del lugar común intelectual.
A pesar de todo esto, pienso que es necesario seguir apostando por la creación joven y no permitir que en estos eventos, hechos para principiantes, compitan coreógrafos de experiencia. Es imposible que haya igualdad de condiciones para un estudiante de la Facultad de Arte Danzario o un joven de cualquiera de nuestras compañías, al lado de creadores con 20 años de experiencia o más.
Hace algún tiempo, se perfilaba en Cuba una generación de jóvenes con madera para la coreografía. El éxodo de algunas de las principales figuras que comenzaban a contemplarse como prospectos, fue un duro golpe para un movimiento, donde la mayoría de sus creadores tienen más de 50 años. El vacío generacional que se ha creado en la danza cubana ha lacerado profundamente la coreografía. Es por ello que se precisa promover encuentros de pequeño formato para jóvenes creadores. Tal vez una suerte de residencia, que tenga varios encuentros en el año y que permita dar seguimiento al trabajo de esos creadores nobeles, llenos de vitalidad y deseosos de hacer, pero que por las claras se notan insuficiencias en sus recorridos.
Las soluciones pueden ser muchas, las voluntades de colaborar también, pero lo que se necesita urgentemente es concretar acciones. Cualquier proceso puede ser una creación válida, cualquier bailarín puede ser solista y ejecutar su trabajo en escenarios diversos, ayudar a encontrar las rutas de forma sistemática, puede ser una misión difícil pero no imposible.
SOLAMENTE SOLOS 2017
Premio de Coreografía
Delirium tremens
Coreografía: Ernesto Alejo
Intérprete: Jorge Alexander Pausant
Danza del Alma, Villa Clara
Interpretación Femenina
Premio: Inés María Prevals, con Carmen XXI, coreografía de Yoel González, Compañía Codanza, Holguín.
Mención: Cristina Tacuri (Ecuador) con su trabajo Qallalina, ISADANZA, Universidad de las Artes, La Habana.
Interpretación Masculina
Premio compartido:
- Alexander Melo por Naufragio de un reflejo, coreografía de su autoría, Compañía Havana, La Habana.
- Leonardo Domínguez por Inside, coreografía de Vianki González, Compañía Codanza, Holguín.
Mención:
Orestes Ferrer, con su trabajo Gracias, Danza Teatro Retazos, La Habana.