Desde su fundación, el 14 de septiembre de 1971, el teatro guiñol Los Zahoríes, primer colectivo escénico de la provincia, no ha detenido su labor a pesar de las vicisitudes enfrentadas en el camino.
Ante la situación infraestructural de su sede, la sala Raúl Gómez García, la ausencia de tramoya y otros escollos, han adaptado su estética teatral, algo que –si bien no es lo idóneo- les ha permitido compartir puestas en escena en calles, escuelas e instituciones diversas.
La actual hornada se sabe heredera de una tradición hermosa que ha tejido fantasías durante años. Junto a su historia, van los sueños de niños y adultos que han sido flechados por la magia de títeres y retablos.
El especialista de las artes escénicas en Las Tunas, Alberto Carlos Estrada Segura y la actual directora, Mayelín Batista Peña, saben bien de esos desvelos. Ellos aseguran que no detendrán sus esfuerzos porque son conscientes de la importancia del guiñol para nuestra cultura y la provincia, en general.
Texto: Yelaine Martínez Herrera
Tomado del periódico 26 de Las Tunas