A lo mejor para el año que viene

image_pdfimage_print

Concluyó Aquelarre 2025, en su vigésimo novena edición, con la presentación de reconocidos humoristas y la distinción de algunos de los presentes

Por Jorge Alberto Piñero (JAPE)

La ovación del público, tras las cortinas que daban cierre al espectáculo de clausura de la esperada cita de los humoristas cubanos, dio la medida de cuánto agradece «el respetable» la presentación de los actores de la comedia y sus reflexiones e hilarantes propuestas.

Breve, modesto, pero necesario resultó ser este evento que se forja en momentos de profunda crisis en el país, donde sin dudas es casi obligado reír y canalizar preocupaciones, insatisfacciones y problemas a través de la risa y la complicidad.

Fueron pocas las opciones comparado con otras convocatorias donde la mayoría de los teatros del circuito de la calle Línea y algunos periféricos, asumían una abultada programación con decenas de proyectos de todo el país.

Esta vez fue lamentable prescindir de la obra de algunos grupos y solistas de las provincias por problemas de producción. Y es que como dice mi amigo y reconocido productor José Ernesto: la producción también cuenta a la hora de armar un evento, y yo diría que es quien más cuenta y a partir del presupuesto económico así será, en buena medida, la calidad y alcance del suceso cultural.

Por suerte con el humor sucede algo especial: el público es más tolerante y agradece porque la risa se convierte en un momento agradable donde se disuelven muchos y profundos problemas. Pero esta no debe ser la tónica que caracterice nuestros encuentros de humor.

Amén de necesidades y obstáculos, Aquelarre vuelve a ser termómetro para valorar la salud del humor cubano, que, si bien no está en su mejor momento, sí conserva nuevos matices gracias a los diferentes proyectos que desde sus espacios físicos y en las redes sociales han sostenido y desarrollado la labor de muchos de estos actores en los últimos tiempos. Tenemos por ejemplo el proyecto La Risa por delante, en su sede en La Nave Oficio de Isla, o Malas compañías, desde su espacio en Internet. También es muy válido que el Teatro Karl Marx, desde su reapertura, haya estado a disposición de los diferentes espectáculos realizados por el Centro Promotor del Humor.

Como he dicho en reiteradas ocasiones: Aquelarre 2025 se tenía que hacer y se hizo, de lo contrario corríamos el riego de seguir perdiendo espacios y tribunas para que el humor juegue su importante papel de entretenimiento y reflexión, de diversión y escape.

Insisto en señalar que fueron días intensos y que valió la pena este leve acercamiento al pueblo que es para quienes trabajamos. Pondero además la idea del consejo artístico del Centro Promotor de sumar premios y distinguir a quienes siguen abogando por la risa como eficaz lenguaje. Por tal razón, en dicho espectáculo de clausura de otorgaron los siguientes premios:

Mejor humorista del año: Miguel Moreno (La llave). Mejor humorista novel: Alejandro Phillips. Mejor grupo humorístico: Grupo Etcétera. Mejor espectáculo del año: El juicio final, dirigido por Osvaldo Doimeadiós y escrito por Miguel Moreno. Menciones para mejor espectáculo del año a Malas compañías, de Otto Ortiz, el dúo Punto y coma, y el Habanero; y a Se fue viral, del grupo Etcétera.

Quedarán muchas cosas por decir, alguien comentará a profundidad la importancia de que también tuviera lugar el evento teórico ¿Piensas ya en el humor? en la sala Villena de la Uneac, como parte de la cita de los humoristas cubanos.

Siempre habrá tiempo y lugar para intercambiar criterios y tratar de hacerlo mejor. De nada vale llorar por la leche derramada y sí pensar y proyectarnos como la letra del tema, que lleno de críticas y esperanzas, parodió Kike Quiñones en una de sus presentaciones: ¡A lo mejor, para el año que viene! Ojalá así sea, pero por si acaso, este año, ¡ya hicimos el Aquelarre!

 

Pie de Foto: El popular actor Miguel Moreno, conocido por La Llave resultó ser el mejor humorista del año.