Orgullo de ser Cubanos: entre dos opuestos

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Por Kenny Ortigas Guerrero

“No hace falta la certidumbre para continuar la lucha…” Así dice Francois Hotuart, el filósofo belga, en uno de sus textos que explora los sentidos y contradicciones de la vida contemporánea estremecida por grandes crisis éticas y morales.

El poderío neoliberal extiende sus fauces sin importar las consecuencias, queriendo aniquilar cualquier fuente de esperanza y cuyo único anhelo es controlar el poder del mundo para el beneficio de unos pocos.

Ya no hay doble racero, la batalla es frontal, desatada a través de las armas de fuego y las armas ideológicas, estas últimas con el objetivo bien definido, doblegar el raciocinio para convertirnos en fantoches dependientes de espejismos, ocupándonos más de la frivolidad momentánea, que del sentir profundo y transformador.

Pensar duele. Ese dolor provoca valoraciones críticas sobre el por qué de las cosas y dichas valoraciones pueden desatar fuerzas transformadoras de la realidad, cuestión que no conviene a quienes intentan someter a los pueblos.

La realización del Primer Coloquio Nacional Orgullo de ser Cubanos, que realizamos en Camagüey del 10 al 13 de abril, con la anuencia de la UNEAC y el MINCULT, constituyó una excelente plataforma para estimular la concreción de acciones multidisciplinarias para incidir en la realidad de forma contundente y acortar la brecha entre esos dos opuestos de los que hago referencia en el título: la sensibilidad y empatía contra la desidia y la frivolidad.

Los elementos de una colonización puramente cultural, que es decir también ideológica, nos imponen el reto del “hacer” de innovar y diseñar estrategias que estremezcan los cimientos de la nación como un frente inexpugnable contra la banalidad, la desfachatez, y el desapego a los valores auténticos que nos definen como país. Romper esquemas, enseñar conocimientos desde variantes diferentes empleando recursos que hoy tenemos a disposición pero que aún no explotamos a cabalidad, como el móvil, la TV, Internet, entre otros, son cuestiones impostergables.

Tenemos, sin perder las esencias, que vestir con atuendo atractivo a nuestros paradigmas reales, acercándolos así a los niños y jóvenes, para que no los sientan distantes, perdidos en el tiempo, como algo vetusto que no aporta nada.

Hay que explicarles a los pinos nuevos desde historias de vida reales, traspolando tal o más cuál suceso de la historia al momento actual, trazando analogías. Deberíamos en las mañanas, antes de cantar el himno, a veces maltratado desde su entonación y potencia en las escuelas y otros lugares, de decirle a los muchachos que usen todas sus energías, las positivas y negativas con ejemplos claros y sinceros, para que desborden esos sentimientos en una marcha de combate que nos alienta a vencer a pesar de todas las calamidades.

Entonar el himno, por ejemplo, nos tiene que ayudar a vencer frustraciones, y seríamos entonces, dignos patriotas. En el coloquio debatimos sobre estos temas, dialogamos sobre Martí y su innegable vigencia, pues nos enseñó a no hacer de mansos bueyes y no solo por el hecho de aquel que rinde pleitesía a cambio de superfluas prebendas, sino por esa actitud de enfrentar lo que está mal, lo que va en contra del crecimiento humano, desde evitar tirar basura a la calle a permitir que en cualquier establecimiento se promueva música lasciva y denigrante.

Se habló de que la cultura va más allá de lo artístico, pues constituye un profundo entramado de saberes éticos y morales que tienen en su base a la familia. En uno de los espacios del encuentro se presentó un número del 2024, de la revista Revolución y Cultura, a cargo de su director, el investigador y ensayista Enrique Ubieta, al abrir en ese preciso instante uno de los ejemplares, encontré un texto del querido poeta Virgilio López Lemus, que casualmente había visitado la ciudad con motivo de dedicarse la 33 Edición de la Feria del Libro, a su persona. La primera frase decía “…sienta la poesía de lo que usted hace…” Y fue como una revelación, ¿qué es la poesía sino esa capacidad de fabular y soñar en imágenes, de construir lo que resulta quizás, inimaginable?

La poesía nos dice que todo puede ser posible, y que una rosa puede florecer en el pavimento, por lo tanto, si encontramos en lo que hacemos a diario, desde cada puesto de trabajo, esa posibilidad, aunque sea pequeña, de vencer el imposible, estaríamos colocando un pequeño mosaico en el mural de isla que queremos.

Tenemos que extirpar de nuestros egos la postura de que “eso no me toca a mí” pues refrenda una forma de voltear el rostro al problema. Yo diría que debemos auto requerirnos cuando somos insensibles.

En los paneles y conferencias se insistió en que la educación, no es un fenómeno exclusivo de ese sector institucional, elemento en el que nuestro ministro de cultura Alpidio Alonso Grau insistía con mucho énfasis, es menester que el resto de los organismos tengan mejor vínculo con las escuelas, conversar de formación vocacional y expectativas de vida, llevar intercambios y charlas atemperados a su lenguaje, pero siendo directos y precisos, sin medias tintas, pues los tiempos que corren son así.

La única certidumbre es la existencia constante de la incertidumbre, y ante esa perspectiva la mejor opción, creo, es dar la batalla con inteligencia, perspicacia y llenos de sutilezas.

Para el excelso Cintio Vitier, la ética es el pensamiento en acción, y dar un salto hacia esa dirección se torna inmediato.

Existimos en medio de un supermercado de estilos de vida, donde se ponderan más las elecciones que las obligaciones, eso nos distancia del ser consecuente y del compromiso con la sociedad. Un estado socialista como el cubano, no puede darse ese lujo, pues sienta sus pilares en la unidad colectiva para el desarrollo y protección de sus ciudadanos.

Por esos caminos anduvo el Orgullo de Ser Cubanos, con la presencia de directores provinciales de cultura, presidentes de la UNEAC la AHS, así como intelectuales y otros funcionarios. Se establecieron puentes y alianzas, se concretaron ideas y reactivaron ganas. Con ese ímpetu, aspiramos a en encontrarnos el próximo año en Camagüey para seguir aportando a la cultura cubana y edificando el país que merecemos.