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Por el ojo de la cerradura

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La decimonovena edición del Festival Nacional de Teatro de Camagüey llegará después de seis años sin realizarse

Por Omar Valiño

En el horizonte se avista Camagüey. Aquí la gran llanura no es solo territorio físico, es sede y tiempo del Festival Nacional de Teatro de Camagüey 2024.

Es un aviso muy importante para el sistema de las artes escénicas por el papel y la función de ese evento. Y acaso mayor ahora porque esta 19 edición llegará después de seis años sin realizarse la cita.

Imposible en 2020, por el apogeo de la pandemia, tampoco dos años después, por las secuelas de aquella.

De tal manera, entre el 14 y el 24 de noviembre próximo, la ciudad por excelencia para el encuentro nacional de nuestro teatro, nos brindará el mapa resultante de ese largo y dificilísimo periodo que todavía atravesamos.

¿Cómo refracta, más que refleja, el teatro cubano el tiempo actual; de qué se ocupa, sobre cuáles temáticas gira y cómo las trata a nivel de lenguajes escénicos?

A ese curso central se sumará el propio correlato de reflexiones y diálogos tan definitorios de nuestros eventos teatrales, signo distintivo de su rostro. Memorias, discusiones, homenajes, nuevas revistas y libros… para contribuir a la mejor cartografía posible del presente.

Las aristas de la selección de espectáculos serán más visibles una vez que estos operen en el espacio mismo del evento.

De antemano, se pueden observar confirmaciones y terrenos vacíos, pero un festival no inventa un panorama, solo confirma y potencia. O no.

En definitiva, viviremos la intensidad, siempre añorada, de disfrutar el teatro dentro del laberinto principeño. Como en los tiempos del naturalismo, esenciales en la base del teatro moderno, cual mirones por el ojo de la cerradura.

En portada: La Bayamesa, de Argos Teatro, incluida en la muestra del Festival. Foto Sonia Almaguer

Tomado de Granma