Por Yoamaris Neptuno Domínguez
Recientemente, alrededor de 14 infantes y adolescentes vivieron una noche especial al visitar instituciones pertenecientes al Centro Histórico de La Habana. Los mismos presentan Xerodermia Pigmentosa (XP), enfermedad caracterizada por una extrema sensibilidad a los rayos ultravioleta y otros padecimientos con necesidades especiales de fotoprotección o consideradas raras.
Por este motivo, la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana organizó un recorrido nocturno con la colaboración de diferentes instituciones, organizaciones y proyectos destacando los Clubes de Autos Clásicos y Antiguos. Los hijos y familias de los choferes también se sumaron a la fiesta que concluyó en la Vitrina de Valonia con la puesta en escena de El negrito y los fantasmas.
El texto original de Javier Villafañe, versionado por Mario González, recrea la relación romántica entre El negrito y La Mulata. Los títeres que aparecen son un patrimonio vivo rescatado, utilizados en la primera presentación hace más de 30 años en el Teatro Guiñol Nacional de Cuba. Bajo la dirección artística de Miriam Sánchez y la general de Rigel González, el grupo de teatro El Arca ha presentado la obra en diferentes espacios inclusivos, destacando la Escuela especial para niños ambliopes 28 de enero, en Guanabacoa, en el Círculo infantil Dora Alonso en Ciudad Escolar Libertad al que asisten estudiantes autistas, en los talleres de la Quinta inclusiva que reúne personas con Síndrome de Down en la Quinta de los Molinos y en la Escuela especial Ignacio Agramonte en Camagüey.
Grabiel Colarte Reyes, uno de los actores de la agrupación titiritera comparte su emoción al poder brindar su arte en espacios como este y que se llenan de tanta alegría. Sobre la acción expresó:
Estas son experiencias únicas que me hacen crecer cada vez más como actor y como ese niño que tengo dentro. Deseo que vengan más funciones como estas y que el teatro de títeres siga llenando los corazones de amor y paz.
Katia Cárdenas Jiménez, directora de gestión cultural de la Oficina agradeció la participación del grupo en la actividad que es parte de las acciones del proyecto Rutas y Andares, cuya intención va encaminada a establecer un acercamiento de la familia cubana a todo el patrimonio cultural atesorado en el Centro Histórico de la Ciudad y en otras zonas, pues hemos llegado a los municipios Playa, Guanabacoa y Centro Habana.
Es un proyecto dirigido a la familia cubana en sentido general, pero se considera un Gran Proyecto que ha servido de sombrilla al nacimiento de otros como Somos Uno. Desde el 2014 se proponen actividades con niños, niñas y adolescentes con discapacidad o que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad.
La premisa es que todos los niños y niñas sean uno solo, favoreciendo la inclusión y la accesibilidad cultural. Se han involucrado infantes y adolescentes con discapacidad intelectual, visual, auditiva, físico motora, con trastorno del espectro autista, con diferentes enfermedades, residentes en hospitales por larga estadía y en hogares de asistencia social.
En el marco del proyecto de cooperación internacional Consolidación de Entornos Protectores para la Niñez y la Adolescencia en La Habana Vieja, implementado en alianza con el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) se gesta esta actividad. Los infantes no pueden tomar la luz solar, están dispersos por la ciudad y teníamos la necesidad de recogerlos a todos.
Conocemos sobre la escasez de combustible y se buscó el apoyo de los clubes de autos clásicos y los choferes se brindaron con muchos deseos de colaborar y se fueron anotando y distribuyéndose según las direcciones de los involucrados.
Esta noche se hizo una caravana hasta la Plaza de San Francisco de Asís donde los participantes fueron recibidos por el grupo Danzanco de Cuba y el actor Alberto Sánchez Castellón, representando la escultura viviente de Brindis de Salas, guiándolos hasta la Casa Eusebio Leal, el Museo del automóvil y el Planetario de La Habana en la Plaza Vieja. El cierre fue con broche de oro con la presentación de El Arca para el deleite de grandes y chicos.
Otra de las sorpresas fue la participación del Proyecto La moneda cubana sumándose con sus helados artesanales al jolgorio dónde historia y cultura van de la mano.
El grupo de teatro El Arca mantiene una activa programación en su sede, Teatro Museo de Títeres, ubicado en Avenida del Puerto, esquina a Obrapía, en La Habana Vieja. Cada sábado y domingo, hasta el 1ero de septiembre se presenta Cuento con caricia, su más reciente propuesta, siempre a las 11:00 am.
Foto Néstor Martí