Por Isabel Cristina López Hamze
El Congreso Mundial de la ASSITEJ, que tuvo sede en La Habana, permitió conocer nuevas maneras de acercarse a los públicos infantiles. Uno de los grandes atractivos de este encuentro fueron los talleres impartidos por los miembros de la Red Internacional Small Size, dedicada a las artes escénicas para la primera infancia.
El taller Traza y Salta fue impartido por Michelle Guerra, de México y Sara Myrberg, de Suecia, se realizó en el Círculo Infantil Saltarines del 2000, en El Vedado. Ambas teatristas, se unieron por primera vez en la conducción de un taller y juntas condujeron a los pequeños del salón de 5to año de vida en una experiencia nueva, llena de movimiento y creatividad.
Todos formaron un círculo y comenzaron a mover diferentes partes del cuerpo. La interacción fue muy dinámica desde el comienzo. Michelle les preguntaba a los niños por otras partes del cuerpo que pudieran moverse y ellos, con mucho entusiasmo, proponían movimientos nuevos. Así fluyó el intercambio por un rato, siempre amenizado por el desplazamiento escénico de Sara, quien proponía una gestualidad clownesca que se conectaba con los niños de forma espontánea y mágica.
Con tizas de colores las guías del taller hicieron trazos diversos en el piso: una línea recta, una en zig-zag y otras formas reconocibles por los niños. La pauta era caminar sobre los trazos y cada vez incorporar nuevos recursos corporales. Los niños caminaron como un león, como una rana, como una mariposa, todos asumiendo la pauta inicial de forma libre y creativa.
Luego repartieron las tizas para que cada uno hiciera sus propios trazos. Una niña hizo un muñeco, un niño pintó un arcoíris, otra un remolino, otro un barco velero. Lo más hermoso fue cómo, luego de pintar sobre el suelo, cada uno danzó sobre sus propios dibujos. Esa estructura lógica es una de las bases de este taller para la primera infancia. Primero movimiento libre, luego pautado por un trazo de las guías y después se propone una exploración del niño a través del dibujo. Se promueve el desarrollo la motricidad fina, el libre movimiento, la gestualidad, el equilibrio, la concentración, pero también la creatividad y la imaginación.
Sara y Michelle se despidieron de los niños de Saltarines del 2000, con la alegría de haberles aportado un gran número de estímulos sensoriales, como un abrazo afectuoso y cálido a través del teatro entre trazos y saltos.
Fotos de la autora