Escénicos en tres tiempos: Miguel Iglesias y Fátima Patterson

image_pdfimage_print

Por Frank Padrón

Continuamos indagando sobre pasado, presente y tentativo futuro de artistas destacados en el teatro y la danza junto a sus compañías, de la capital y fuera de ella. Hoy saltamos desde la Habana a Santiago de Cuba.

Miguel Iglesias. Director de Danza Contemporánea de Cuba. (Con la participación de Jorge Brooks, manager de la compañía).

  1. ¿Cuál fue tu último trabajo pre Covid-19?

La compañía dejó varios trabajos en pausa cuando hubo la necesidad de cerrar por la Covid-19. Se posponen las funciones en el Ottawa Art Center de Canadá.
Faltando unos días para la presentación de La consagración de la primavera, en colaboración con el Teatro Ecuestre de París, bajo la égida del gran bailarín Julio Arozarena, los intérpretes que conformaban el elenco tuvieron que regresar antes del cierre de las fronteras europeas. La invitación del Festival Cervantino, en México, se pospuso.
En el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso estrenaría Páramo, de la coreógrafa Laura Domingo Agüero (una mirada a ese monumento literario que es Pedro Páramo, del mexicano Juan Rulfo); a la obra le faltaron pocos minutos para su terminación.
Montajes de una obra por el aniversario de Beethoven, inspirada en la obra del genial músico alemán, creación de uno de nuestros coreógrafos más reconocidos, George Céspedes, y  de una obra nueva  de su colega Julio Cesar Iglesias, además de los trabajos habituales de entrenamientos, clases de técnica, ensayos, etc.

  1. ¿Qué hiciste profesionalmente durante la pandemia?

Durante la pandemia hubo que tratar de mantener el estado físico de cada cual (bailarines) desde casa y siempre priorizando la salud y la disciplina, En julio se hicieron algunas clases en los salones cuando La Habana pudo aplicar una de las fases para la Covid; sin embargo, el retorno del cierre impidió el avance y nos repensamos tanto de cara a nuestro estado físico, así como mantener informado al público que quería saber de la compañía.

En este sentido hemos estado compartiendo en nuestras redes sociales algunas rutinas realizadas por nuestros bailarines.  De la misma manera celebramos el aniversario 61 de Danza Contemporánea de Cuba, y por primera vez se recordó sin un trabajo en los teatros, aunque se potenciaron los mensajes en las redes sociales y se compartieron videos, entrevistas con varios bailarines y coreógrafos que han pasado por la compañía.
Hemos participado en la concepción y la realización de tele clases sobre Técnica de Danza para los estudiantes y bailarines. Estos paquetes de programas han estado saliendo por la Televisión Cubana.

  1. ¿Qué preparas para el retorno?

Para el retorno, se impone recuperar al grupo, o sea acondicionar el estado físico de nuestros bailarines para lo cual tenemos pensadas algunas semanas de clases propias en nuestros salones con nuestros profesores. A partir de ahí culminaremos los montajes de las obras que ya estaban en proceso y comenzar las nuevas, así como planificar los ensayos de las obras que conformarán los programas de trabajo en los teatros con los que tenemos compromisos. Dicho de otra manera, romper el estado de hibernación que tenemos ahora y trabajar, trabajar y trabajar, como hemos hecho en estos 61 años.

Fátima Patterson. Dramaturga y actriz. Directora del Estudio Teatral Macubá, de Santiago de Cuba.

Lo último que hicimos fue La casa, versión nuestra de La casa de Bernarda Alba, de Lorca. La pandemia nos sorprendió regresando de una gira nacional;  al llegar a  Santiago el 10 de marzo del  2020  ya tú sabes; sentí como una sacudida al ser consciente de que la enfermedad había llegado hasta nosotros, que no era algo ajeno, siempre pensamos que teníamos una coraza contra las cosas terribles que pasan en otras latitudes; pero de qué manera nos hicieron poner los pies en la tierra, lástima que todavía hay quién anda por las nubes.

Durante la pandemia, lo primero que hice fue confeccionar nasobucos para mi grupo y los vecinos, una iniciativa de mi hija, luego comencé a grabar pequeños cuentos para poner en la red de manera sistemática con los integrantes del grupo; el 9 de julio tuvimos en línea el Taller de Teatro Popular, con participantes del Caribe y de su diáspora. En Santiago de Cuba la situación es diferente y nos permitió durante el mes de agosto presentar La casa en nuestra sede utilizando solo el teatro al 50 por ciento de su capacidad y la obligatoriedad del nasobuco.

Ahora estamos en el proceso de montaje del espectáculo De Moliére y otros demonios,  en el cual, por supuesto, la marca de esta pandemia estará presente.