Las funciones tendrán lugar los días: jueves 14, viernes 15, sábado 16 de noviembre, a las 8:30 pm, y domingo 17, 12:00 pm, en sala Tito Junco del Centro Cultural Bertolt Brecht
Por Mercedes Borges Bartutis
Las celebraciones por los cinco siglos de la Villa de San Cristóbal de La Habana tendrán, entre sus muchos regalos, la visita del Odin Teatret, un grupo de actores y actrices que han marcado una huella profunda en la historia del teatro universal.
Comandado hace 55 años por Eugenio Barba, uno de los teóricos más importantes del teatro contemporáneo, a quien se le deben conceptos como antropología teatral y tercer teatro, el Odin tiene una relación especial con Cuba y su gente. Ha sido un vínculo creado a base de respeto mutuo y de un cariño puesto a prueba en múltiples ocasiones.
La visita del grupo trae a La Habana el espectáculo En el esqueleto de la ballena, con dirección de Eugenio Barba. Las funciones tendrán lugar los días: miércoles 13, jueves 14, viernes 15, sábado 16 de noviembre, siempre a las 8:30 pm, en sala Tito Junco del Centro Cultural Bertolt Brecht (CCBB). La puesta en escena está abierta al público adulto general, por venta normal de entradas en la taquilla del CCBB.
En el esqueleto de la ballena, parábola del texto de Kafka Ante la ley, “cuenta acerca de un campesino que por sumisión y obediencia no osa atravesar la Puerta de la Ley. Dentro de este tema, la obra entreteje ansias metafísicas y nihilistas, tramas subterráneas y oscuras versiones apócrifas de libros sagrados. La desesperación se disfraza de esperanza, y el extremismo espiritual asume la apariencia de un escepticismo burlón. El espacio público del teatro se transforma en el paradójico espacio de una soledad compartida”.
Según la nota promocional que aparece publicada en la página digital del Odin Teatret, la obra, En el esqueleto de la ballena, hace referencia a versos del Evangelio según San Mateo: »Nuestra generación perversa y adúltera pide un signo. Pero ningún signo le será dado, a excepción del signo de Jonás».
En el espectáculo, que tiene una hora de duración, intervienen Kai Bredholt, Roberta Carreri, Jan Ferslev, Elena Floris, Donald Kitt, Tage Larsen, Carolina Pizarro, Iben Nagel Rasmussen, Julia Varley y Frans Winther.
Paralelo a las funciones, los integrantes del Odin Teatret desarrollarán un programa de formación, que tendrá lugar en El Ciervo Encantado (Calle 18 e/ Línea y 11, El Vedado), siempre a las 10:00 am. La entrada será libre y estará abierto a estudiantes, profesionales y público en general.
La agenda para esta acción está pactada con el siguiente cronograma:
Miércoles 13 de noviembre: «La alfombra voladora», demostración con Julia Varley.
Viernes 15 de noviembre: «La danza de las intenciones», clase magistral por Roberta Carreri.
Sábado 16 de noviembre: «El reflejo técnico del actor». Encuentro-demostración de trabajo con Eugenio Barba y los actores del Odin Teatret.
En abril pasado, Eugenio Barba hizo pública una carta donde anunció que se despedía como director general del grupo que ha liderado por más de medio siglo.
“El 31 de diciembre de 2020, definitivamente dejaré mi puesto como director del Nordisk Teaterlaboratorium en Holstebro. La tarea de la coordinadora artística será asumida por Julia Varley y, desde el 1 de enero de 2021, la responsabilidad general estará en manos de un nuevo director elegido por el consejo de administración”.
La noticia, aunque esperada, no dejó de sorprender a muchos. Sin embargo, Barba dejaba claro algunos puntos, y terminaba su mensaje diciendo:
“Como nube sigo mi viaje. Estoy probando dos nuevos shows con mis actores Odin. Continuaré reuniéndome con los grupos del Tercer Teatro. No descuidaré mi investigación sobre la transición del espacio interior del actor a su primer gesto perceptible en el espacio compartido con el espectador.
“No tengo herederos ni herencias para salir. Mi enseñanza no se transmite ni se extingue. Se evapora. Y cae como lluvia sobre la cabeza de quienes no la esperan”.
Casi un año antes de su retiro como director general, Eugenio vuelve a Cuba. Considero esta visita como una suerte de despedida, y a la vez me siento eternamente agradecida y orgullosa, que esta pequeña isla continúe siendo puerto seguro para el Odin Teatret y sus espectáculos. Con ellos aprendí una parte muy importante de lo que sé en muchos aspectos de las artes escénicas. Sus constantes apariciones en cada rincón de Cuba dieron muchos frutos para los artistas y el público en general.
Que estén de vuelta a La Habana, para celebrar sus cinco siglos de existencia, es la confirmación de cuánto amor todavía queda entre Cuba y el Odin Teatret.
Fotos Cortesía Odin Teatret
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