Del 19 al 27 de octubre de 2019, capital cubana recibirá a teatristas de unos diez países para celebrar el encuentro más importante del teatro en Cuba, que en esta ocasión estará dedicado a Vicente Revuelta
Un diálogo entre la calidez de la luz y los tonos del mar iluminan desde dentro la imagen con que el Festival de Teatro de La Habana dará, prácticamente, la bienvenida a la celebración del medio milenio de la ciudad que lo acoge desde 1980. Será el pórtico, como gran evento masivo entre el 19 y el 27 de octubre, de los tradicionales tres giros alrededor de la ceiba como ceremonia festiva del 16 de noviembre, día de fundación de la capital cubana.
Por esa razón la propia Habana será telón de fondo y escena viva. Y ya estamos en la recta final. Esperamos en el festival a colectivos de 10 países que representarán la escena del mundo. Espectáculos de Argentina, Alemania, Reino Unido, Puerto Rico, España, Brasil, Francia, República Dominicana, México y Suecia vinculan, de distinta forma, el legado de Vicente Revuelta, a quien el evento rinde honores, al arte del actor, a los procesos experimentales, a la animación de figuras, a los riesgos que se toman hoy en el derribo de fronteras artísticas para las presentaciones escénicas.
Esa unión tendrá su punto más significativo en la presencia, por primera vez en la historia, del Berliner Ensemble en Cuba. La mítica agrupación alemana enlaza el legado de Bertolt Brecht con quien introdujo su herencia en Cuba.
En ningún caso la selección excluye una visión amplia de la diversidad del rostro del teatro actual en Cuba y el mundo, tan asumido en esa variedad por los intereses de nuestros públicos. Aunque dicho arco será dado mediante una selección pequeña, en aras de señalar calidades y valiosas apuestas tanto internas como externas, incluyendo varias experiencias protagonizadas por creadores cubanos residentes fuera del país e invitados de distintos países a intervenir fuera de la programación escénica.
Como siempre, el segmento teórico y pedagógico se puede catalogar como otro festival dentro del propio evento. Mesas sobre la obra de Vicente Revuelta, paneles sobre los caminos actuales del teatro en América Latina y Europa, conferencias, como la que pronunciará el peruano Miguel Rubio, director fundador de Yuyachkani, presentación de novedades editoriales, así como exposiciones varias de fotografía, diseño gráfico y escénico, además de un segmento de proyecciones de materiales audiovisuales sobre artes escénicas. También una buena cantidad de talleres y encuentros prácticos que aportarán los integrantes de cada una de los grupos invitados, más diálogos abiertos con el público y la crítica al término de alguna de las funciones de cada grupo. Y programaciones paralelas de otras iniciativas cubanas e internacionales que serán notificadas en el programa general del festival.
En definitiva, un gran escenario de encuentros con insistencia en perfiles profesionales que son menos habituales en Cuba. Para que creadores y espectadores sean partícipes de nuevos estímulos de cara al futuro.
En La Habana mujer, verde, azul y naranja, que diseñó David Alfonso nos vamos a encontrar en un festival pequeño pero grande.