El coreógrafo español estrena con Acosta Danza esta semana en la sala García Lorca, como parte de la temporada Rituales, la primera de la compañía cubana en 2019
Por Mercedes Borges Bartutis
Juanjo Arques es un Coreógrafo español establecido en Ámsterdam, con un extenso recorrido donde destaca su paso por el Ballet Víctor Ullate, el Ballet Nacional Inglés, y el Dutch National Ballet, entre otros. Ha sido intérprete de obras de notables coreógrafos como William Forsythe, Christopher Wheeldon, Alexei Ratmansky, David Dawson y Hans van Manen. En 2012 dejó su carrera de bailarín y se dedicó a la coreografía. Luego fue nombrado Young Creative Associate del Het National Ballet. Su curriculum puntualiza que “Arqués es un coreógrafo versátil que trabaja en el campo de la danza pero también en teatro, películas, moda y artes escénicas”.
Sin embargo, todo esto será puesto a un lado cuando el próximo fin de semana (15, 16 y 17 de febrero), Acosta Danza muestre sobre el escenario de la sala García Lorca, el estreno mundial de Portal, con crédito de Juanjo Arques, como parte de la temporada Rituales, la primera del año de esa formación cubana. Quedará lo que el público vea en la temporada.
En entrevista concedida a Cubaescena Juanjo Arques develó algunas ideas de cómo ha transcurrido el proceso de montaje, en los salones de Acosta Danza.
¿Cómo llegas a La Habana directamente a una compañía que mantiene una cartelera dinámica?
Carlos Acosta me invitó a montar con su compañía porque le interesó mi estilo, para aportar mi granito de arena a este elenco que es muy versátil. La idea es llevar a escena una pieza que hable de Cuba y que se mueva en códigos contemporáneos.
Así surgió la idea de Portal, que es el título de esta obra que mira hacia la identidad cubana. Quiero reflejar la tierra, la isla como tal, por eso hemos ido buscando movimientos que son más arraigados al suelo.
Es tu primera vez en Cuba, ¿cómo puedes concebir una pieza que hable de identidad?
He tenido amigos cubanos a lo largo de mi carrera, en el Ballet Víctor Ullate y otras compañías: Menia Martínez, Aurora y Marcel Bosch, Bárbara García, Alberto Terrero, entre muchos otros. Pero lo que me propuse fue poder plasmar mi experiencia durante este propio proceso de montaje. He estudiado sobre Cuba, he visto documentales y he leído mucho sobre la historia.
Sin embargo, me interesa la etapa actual con una mirada más urbana. Me interesa mucho todo el auge que hay ahora mismo en La Habana, donde encuentras un espacio como Clandestina con una mirada particular sobre la moda, entre otras propuestas interesantes.
La música está a cargo de la agrupación cubano-iraní Ariwo, que son tres cubanos y un iraní. Todos residen en Londres y hacen una fusión entre la música electrónica y la percusión, que le dan un toque singular a la propuesta.
¿En la práctica cómo han sido las jornadas de montaje de tu obra?
Cuando me llega la propuesta de Carlos Acosta de hacer esta coreografía, me encontraba en un momento liminal, es ese estado donde tienes todo un bagaje y llegas hasta un punto donde tienes muchas cosas aprendidas, y se crea como un punto del giro que no sabes a dónde vas a dirigirte. Es como una sensación de limbo que no sabes cuándo va a pasar algo que pueda implicar un cambio grande en tu vida. Y esa es una sensación que siento en lo personal, pero también lo veo en la gente en Cuba y en muchos lugares.
Para concebir Portales me ha influido mucho la información visual sobre Cuba que he encontrado antes de llegar aquí, y que se ha reafirmado cuando camino por La Habana. Aquí la gente está en la calle, casi vive en las puertas de sus casas, la gente tiene una presencia fuerte en el espacio urbano. Y lo he podido ver porque he caminado mucho, he hablado con la gente. Cuando llego a un lugar me gusta hacer lo que hace la gente del lugar, soy muy seguidor de esa imagen de “lo local”. He visto cosas buenas y malas, he visto la gentileza de la gente y también he visto casas derruidas que no sabes cómo se mantienen en pie, pero ves a la gente con tanta amabilidad que te deja sin palabras por tantos contrastes emocionales de la sociedad.
¿Cómo ha sido la relación con los bailarines en el proceso de montaje?
Tengo siete intérpretes magníficos. Ha sido un proceso muy rápido, no hemos tenido mucho tiempo, son dos horas y algo todos los días hasta que lleguemos al escenario. Pero son bailarines excepcionales, de los más versátiles que yo he encontrado en mi vida como coreógrafo e incluso como bailarín. Buscan muchas soluciones en el propio montaje, son creativos, y eso me gusta, en especial en esta obra donde hablamos de Cuba.
Los intérpretes me han aportado mucho todo el sistema de los gestos que se utiliza aquí y que es increíble. Si no los conoces estás perdido en la ciudad. Todo ese material que me han aportado los intérpretes lo he utilizado de una forma más conceptual, pero tiene una riqueza increíble con mucha visualidad.
Bajo el título de Rituales, la primera temporada de Acosta Danza en 2019 tendrá lugar en la sala García Lorca este fin de semana (15, 16 y 17). Además, de los estrenos de Cor (Marianela Boán) y Puerta (Juanjo Arques), los espectadores también podrán ver la primera presentación en Cuba de Soledad, dúo del español Rafael Bonachela y la reposición de Paysage, soudain, la nuit del sueco Pontus Lidberg, inspirado en el universo de la rumba cubana y con música del maestro Leo Brouwer.
Foto en portada Lester Vila
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