Galí: fábula de un tamborero y su tambor

Mililián Galí Riverí ha desarrollado una labor como constructor de instrumentos y la enseñanza de la percusión, ha volcado en su libro estas experiencias.
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Por Pascual Díaz Fernández

Mililián Galí Riverí cumplió 82 años. Nació en Santiago de Cuba el 12 de noviembre de 1939. Trajo consigo desde niño el ritmo de los batá que aprendió con su padre, su barrio y su gente. Su vida ha estado marcada por el amor a nuestra cultura más raigal, profunda y auténtica. Fue del grupo de jóvenes que fundó el Conjunto Folclórico de Oriente y participó en el Primer Festival Obrero y Campesino. Amplió el repertorio de la agrupación con obras musicales de la Carabalí, el masón de la Tumba Francesa, la Conga y algunos toques de batá.

Galí fortaleció al colectivo gracias a su prestigio, conocimiento musical y condición de investigador y foclorista. Organizó el equipo de investigación del Conjunto Folclórico de Oriente, que estudió, por primera vez, La Tajona de La Tumba Francesa. Se ha mantenido profundizando en los estudios de percusión de raíz africana y caribeña. Creó la obra Ciclo de Comparsas Santiagueras.

Ha desarrollado una sostenida labor como constructor de instrumentos y la enseñanza de la percusión afrocubana. Sus tambores han sonado en los más diversos festivales y eventos internacionales, de danza, folclor y teatro. Ha colaborado como asesor musical en importantes puestas en escena, tales como Amerindias, del Conjunto Dramático de Oriente, iniciadora del teatro de creación colectiva, a partir del teatro popular tradicional, en la ciudad.

Asesoró al Conjunto Folclórico Nacional en su obra Tríptico Oriental. Fue uno de los fundadores del Ballet Folclórico Cutumba. Estuvo en giras nacionales con el Cabildo Teatral Santiago. Colaboró con Electo Silva y el Orfeón Santiago. Es miembro de la Comisión Nacional de Evaluación Artística. En Jamaica recibió un Diploma como Master Drums por su trabajo en favor de la percusión. Galí continúa creando, trabajando, escribiendo, colaborando con los grupos danzarios, los músicos y los investigadores.

Una muestra de su dedicación a la investigación ha sido la publicación, recientemente, por ediciones Caserón, de la UNEAC, de La percusión en los ritmos afrocubanos y haitiano-cubanos. Tuvo un cuidadoso editor en Herson Tissert, lo cual ha beneficiado al texto. En este libro aborda los ritmos más conocidos -y los menos conocidos también- de la música popular tradicional cubana. Como información adicional pero necesaria y coherente con el tema que trata, remite al lector a sus experiencias en el carnaval santiaguero, las comparsas y sus personalidades. La lectura es amena porque habla, a la vez, el profundo conocedor y el hombre común, cuya juventud estuvo vinculada a la alegría y la ritualidad de los santiagueros, en sus fiestas y sus ceremonias.

 Pero Galí parece ser incansable y alguien que todavía tiene mucho que decir. Ya tiene terminado otro libro sobre el bigrama musical en los tambores batá. Nos ha contado buena parte de su vida en el documental Galí (2017), de Producciones Amanda, dirigido por Carlos Fernández López y que actualmente se puede disfrutar en el sitio web de producciones Amanda (www.produccionesmanda.com)

Su talento, como el sonido del tambor, llega al oído y se adueña del corazón y lo enriquece con su espíritu armonioso y lleno de belleza y optimismo.

Foto de portada tomada de Internet