Por Yoamaris Neptuno Domínguez
He coincidido con Carla Padrón Suárez en varios espacios. A sus 26 años, es Licenciada en Psicología y actualmente se desempeña como especialista del departamento de trabajo comunitario en el Centro Nacional de Educación Sexual.
En una de las presentaciones de la obra Intimidad en Habana Espacios Creativos, estábamos en el público y, al finalizar, me ofrecí para acompañarla a buscar un carro que la acercara a su hogar. En el camino pude conocer sobre el valor que le concede a las artes ante el deber y la responsabilidad en cómo representan la realidad social. Carla es de hablar pausado, pero muy segura en sus argumentos…
El ser humano, en su condición de persona influida por el entorno, constantemente reproduce y replica los patrones que se vuelven normativos; por lo que, si vamos a estar mostrando ante cientos de personas una realidad, la debemos ilustrar con humildad, pero con firmeza en los posicionamientos que se asumen.
Hoy pudimos ver Intimidad, pero has estado en otros espacios del Proyecto Juntarte…
He participado en otras acciones del Proyecto Juntarte. Pude ver también Kilómetro Cero, bajo la dirección de Liliana Lam que tiene que ver también con el Proyecto, ¿no?
Sí, si, también.
Considero que han sido excelentes representaciones de una problemática social muy frecuente que debe ser visibilizada a través de los medios de comunicación y el arte, teniendo en cuenta el gran alcance e influencia que tiene para nuestra sociedad. Estas obras expresaron mediante un trabajo exquisito, problemáticas de género que se tienen que seguir trabajando, teniendo en cuenta tanto la violencia que sufren mujeres como la que sufren los hombres, inmersos ambos en un sistema patriarcal hegemónico que impone determinadas expresiones de comportamiento y personalidad, que de no ser cumplidos se sufre el rechazo y la discriminación social.
¿Habías tenido algún acercamiento anteriormente al arte?
Mi relación con el arte ha estado más bien en el rol de asesora. En mi institución se nos ha pedido colaboración en diversas ocasiones para supervisar guiones de materiales audiovisuales, cortos y novelas. También nuestra participación como especialistas en programas y entrevistas para educar a la población con temáticas de educación integral de la sexualidad, transversalizando los temas de violencia basada en género y derechos humanos.
Sí, te he visto últimamente en Ruta 10…
Debo confesar que, a pesar de tener un largo camino de conocimiento en estas temáticas, claramente por mi formación; viendo las obras de teatro, me sentí primero muy emocionada y también más sensible. Es muy valioso ver la mirada que tienen otras personas; siempre aprendo muchísimo en este tipo de encuentros, sobre todo si es desde otra rama o campo profesional.
Te hago énfasis en la visualización de las obras porque no sabes el bienestar que me genera comprobar que los actores y las actrices se están de alguna manera, sensibilizando con estas temáticas y están dispuestos a capacitarse en aras de reflejarlo en su trabajo y para identificar cuándo desde su propio rol como artistas están reproduciendo patrones machistas dañinos para el consumo de la población. Se están formando para hacer sujetos activos en la construcción de sus personajes y así pueden aportar a guionistas y directores que no estén sensibilizados con el tema.
Sabes que Juntarte busca una mirada inclusiva en la escena pero que el proceso no ha sido solamente la visualización de las obras de teatro. De ahí también que puedas considerarte beneficiaria pues has estado en otros espacios de capacitación.
Entonces debo mencionarte el intercambio que tuvimos con actores de la telenovela El rostro de los días y con la profe Maite Díaz en La Madriguera. En esta oportunidad se estuvo debatiendo el tema del acoso y lo naturalizado que tenemos el amor romántico y los mitos que romantizan todo tipo de acción violenta, en nombre del amor.
Pienso que esta es también una forma de transmitir conocimientos, digamos, otra manera de impartir y recibir talleres. Claramente creo que existe una conexión entre lo aprendido de siempre y estos talleres. Para mí el trabajo ha sido muy coherente y bien pensado.
…
Llegamos al Parque de la Fraternidad y el buquenque anuncia la salida inmediata del vehículo destino Nuevo Vedado.
Lo siento Yoa, debo marcharme, sabes cómo está el transporte.
Sí que lo sé. Bueno, está bien, pero por favor, me quedan dos preguntas… ¿Podremos terminar por WhatsApp? ¡Por favor!
Sin problemas, sabes que conmigo puedes contar.
Entonces aproveché mi viaje rumbo a San Miguel para enviarle un mensaje con mi pedido. A la media hora ya tenía las respuestas, cumplidora la chica, jajaja.
¿Cómo defines el proceso?, ¿Qué lo distingue?
Yo definiría el proceso como creativo e innovador. Para mí, lo que distingue a este proceso en relación con otros en los que he participado, es la vinculación con el arte teatral y los artistas. Nunca había tenido la experiencia antes.
No sé si te sirva esto, pero son ideas en las que estuve pensando después de nuestra conversación.
Otra oportunidad o acercamiento a procesos de capacitación y superación lo fue también mi contribución como facilitadora en la implementación de los kits de innovación y expresión para adolescentes en situación de vulnerabilidad. Este es un proyecto organizado por UNICEF.
En estas acciones utilizamos materiales y una metodología diferente para que los adolescentes mediante la expresión artística, el trabajo colectivo y la reflexión, se empoderen y aprendan sobre temáticas relacionadas con el maltrato infantil y la violencia basada en género, adquieran herramientas para la resolución de problemas sin el empleo de la violencia y sean capaces de identificar cuando están en una situación de riesgo y vulneración de sus derechos.
Y haciendo conexión con Juntarte, porque todo creo tiene que ver, pues pudiéramos poner como ejemplo la música de género reggaetón. Muchos de nuestros adolescentes y jóvenes han llevado a su realidad personal la visión del mundo que se muestra en las canciones y, este género en particular, denigra la identidad femenina y la ubica como objeto. Eso es un ejemplo de cómo el arte influye sobre las personas; por lo que sí creo que puede funcionar como un método de soluciones de conflictos y desmitificación de realidades. No solo el arte tiene esta responsabilidad, todas las personas desde nuestro campo de actuación estamos ejerciendo una influencia.
…
Volví a escribirle, esta vez para agradecerle, pero lo hice con un sticker de esos que lleva corazoncitos, pero no sé cómo ponerlo por aquí… tampoco su respuesta, jajaja.
Foto cortesía de la entrevistada.