Varias obras se mantienen en cartelera como parte de la 4ta Bacanal de Títeres para Adultos en la capital cubana. Consulte la información al final de este comentario
Por Charles Wrapner
Al entrar a la sala es evidente que estamos en un laboratorio creativo. Todo el equipamiento técnico está al descubierto y una pequeña luz gira constantemente. Los operadores de las computadoras permanecen sentados manejando sus máquinas, nada más ocurre por algunos minutos. Sin mayor acción, el espectador está obligado a detallar las sombras que produce la luz durante su trayecto. Comenzamos a repensar el espacio, los objetos y la proyección de sus sombras. Figuras pequeñas y diminutas son filmadas y trasmitidas en tiempo real en una gran pantalla. Inevitablemente el foco de nuestra atención recae en pequeñísimos detalles que se vuelven significativos en un espacio enorme.
A pesar de que el grupo argentino BBLQ / Teatro de Objetos y Movimientos celebra sus treinta años con una amplia labor en Chile y Argentina, trae a esta 4ta Bacanal de Títeres para Adultos una obra en pleno proceso creativo. Su título Un instante leve y según declara la nota de la agrupación: “La investigación propone como tema o problemática un paseo o inmersión por ‘paisajes interiores’, donde los objetos como documentos de memoria se resignifican y se expanden hacia la creación de nuevos universos poéticos”.
Podría decirse que en esta muestra del proceso se dedica demasiado tiempo a un paseo por diversos paisajes en miniatura. Paisajes de escaso atractivo que sumados a un ritmo lento y constante, se tornan algo aburridos. Sin embargo la obra alcanza minutos después una atención muy especial. Se despliega una colorida y hermosa villa de papel con diversas figuras mientras en la gran pantalla recorremos distintos espacios del pueblito. Al mismo tiempo se escuchan lecturas de cartas familiares escritas durante la guerra de las Malvinas. Todo de inmediato cobra sentido. La compleja realidad que significa una guerra comienza a verse claramente en los testimonios. En pantalla las figuras estáticas en medio de paisajes de ensueño comienzan a crear el efecto poético de la nostalgia.
¿Qué se esconde tras las variopintas fachadas de las casitas del pueblo? ¿A quién espera la niña en el dintel de la ventana? ¿Qué busca en el horizonte el panadero? ¿Para quién arregla el jardín la anciana? ¿A quién espera el perro en la estación? El enlace entre teatro de objetos y nuevos medios cobra un sentido revelador al darnos la posibilidad de examinar una realidad desde otra perspectiva. Ese recurso escénico logra contar, comunicarse con el público, mantener la atención del espectador, detalle siempre invaluable en el teatro.
Un instante leve puede seguir aprovechando esa conjunción entre el lenguaje de los nuevos medios, el teatro de objetos y una historia estremecedora contada desde lo más cotidiano para convertirse en una pieza de altísimos valores teatrales. Una obra donde valen todos los instantes porque en cualquiera de ellos puede develarse un pequeño e importante detalle.
