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Regresa “El Elefante”, teatro arena en Bayamo

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Por Diana Iglesias Aguilar

Regresó El elefante a la escena granmense, el Teatro Bayamo de la ciudad homónima abrió las puertas a la puesta singular, a más de una década del estreno en la Ciudad Monumento Nacional.

El texto es del danés Soren Valente Ovesen director de Batida Teatro, ahora bajo la dirección de la actriz granmense Luisa Dalia González Suárez y la producción general del también actor Yunior Sánchez Guerra, ambos son los protagonistas de la obra: un mago y su asistente.

La obra refleja la vida en toda su crudeza, haciendo uso de recursos poéticos. Es una metáfora a la violencia de género. El mago personifica el poder hegemónico de un género y muestra las peores características que pudieran manifestarse en una relación cualquiera, tan frecuentes en los más diversos ámbitos cotidianos:  la violencia, la fuerza bruta, el egoísmo, frente a la serenidad, la paz, la espiritualidad, el talento, el altruismo encarnado en el personaje de la asistente.

Nos habla más allá del gesto, cada escena, disfrutada en la modalidad de teatro arena. Con la ingeniosa escenografía, el oportuno diseño de luces, el vestuario cómplice para reafirmar caracteres de los personajes y la banda sonora con silencios incluidos, concebidos por este dúo de jóvenes actores con el apoyo del proyecto Esperanza de la Asociación Hermanos Saiz de Granma, la colaboración de Teatro Alas D’ Cuba y la Compañía Tiempo Arte Contemporáneo.

Para Luisa Dalia, quien actuó junto a Ariel Hernández Chávez hace más de una década bajo la dirección de Soren Valente, traer de nuevo El elefante es un acto de constancia y de amor y fe al arte. Para ella, actriz graduada de nivel medio, con varios lustros de experiencia escénica, que ha incursionado en la dirección y la dramaturgia, “El Elefante es la metáfora del corazón, esa voz que se eleva, esa palabra que nace del pecho de todos los silenciados, El Elefante es memoria y es fe”.

Para Yunior Sánchez, graduado de la Academia de actuación de la Escuela Profesional de Arte Manuel Muñoz Cedeño de Bayamo, devenido productor, opina de El elefante que es una obra «atemporal y universal, porque el sitio es simbólico…. para mí no importa en cuál lugar geográfico se desarrolle. Está dentro de cada uno de nosotros».

Con final potente y alucinador, por el altruismo que muestra la asistente y el trueque del órgano que simboliza los mejores sentimientos humanos. Más allá del vanguardismo de la puesta en escena, el tema lleva profundo humanismo que nos acompaña más allá de la caída del telón y comienzan a emerger las Interrogantes que plantea su creador, tan diversas y oportunas, tan universales y vigentes como ha resaltado el actor-productor.

Solo queda desearle éxitos y muchas funciones a El Elefante.