Por Rachel Pereda Puñales
La Séptima Semana de Teatro Alemán llega a La Habana con diez años de importantes intercambios fluidos entre la nación germánica y Cuba.
Lo que comenzó con modestas Lecturas Dramatizadas, ahora se amplía con un variado programa de propuestas que comienzan el día 21 y se extenderán hasta el próximo 30 de octubre.
Las Semanas fueron poco a poco desbordando sus propias fronteras hasta trascender sus orígenes. Aunque conservaron su nombre, pasaron de semana a evento, de evento a festividad, y atrajeron hasta La Habana a figuras importantísimas de la escena germana (actores, dramaturgos, directores, críticos, curadores, editores).
Y crecieron para dar paso a proyectos de colaboración entre Alemania y Cuba, que más allá de los talleres, los libros, las residencias, la participación del teatro cubano en circuitos del país centroeuropeo e incontables puestas en la escena cubana basadas en la dramaturgia alemana actual; han consolidado las relaciones culturales entre ambas naciones.
De este modo, la Semana ha crecido en todas direcciones. El interés por el intercambio mutuo también. Y lo más importante, desde las iniciales Lecturas Dramatizadas, estos contactos bidireccionales con el teatro alemán han sembrado nociones en la caja de herramientas del teatro cubano. De eso se trata, de ser otros siendo los mismos, y al revés.
