WELCOME/BIENVENUE/WILLKOMEN: ESTA ES TU ISLA
Por Mayté Madruga Hernández / Fotos Yuris Nórido
Welcome, la más reciente pieza estrenada por DanzAbierta, coreografiada por Susana Pous, pudiera ser clasificada como un ensayo sobre Cuba. Texto coreográfico que busca pensar las diferentes variantes que podemos aprehender de la Isla, o mejor de una isla, la que usted quiera. Un archipiélago compuesto por muchas islas, y cada una tiene una versión diferente de la historia, de la realidad.
Una estructura móvil, diseñada en colaboración con la artista visual Mabel Poblet, rememora a su pieza Showroom (2012), pero también amplía el concepto de lo flotante, y con esto trasciende la contextualidad insular cubana para buscar la universalidad de lo aislado, lo individual y lo colectivo, que se ve matizado por unas palmas, móviles también, pero que representan, en contraposición, lo estático, lo estereotipado.
Palmas y bailarines no dejan escapar esa referencia constante a los sistemas portuarios que poseen las islas, y todo lo que confluyen en ellos. En el caso cubano, buena parte de la comunicación se sigue articulando por estos, e incluso después de tantos años resulta muy fácil encontrar puntos de conexión entre la llegada de una goleta española con el arribo de un crucero canadiense.
La horizontalidad versus verticalidad en el movimiento de los bailarines, y cómo mientras todos permanecen en una frase coreográfica conjunta aquel que sale del grupo busca inmediatamente la relación con el piso del escenario, en una especie de escuadrón del arte y el espectáculo, que viste Celia Ledón, es una de las primeras relaciones que establece la coreografía con la forma de ver desde la cotidianidad hasta lo macro-país.
Para Welcome se ha creado un diseño sonoro que incluye tanto piezas exclusivas del instrumentista y compositor Aldo López Gavilán, como un parafraseo del villancico que distingue a los vendedores de helado cubanos, así de convulsa es la isla que recrea Pous y que cada cual vive.
Uno de los fragmentos más feministas de la pieza, que tiene como tema de fondo La bella cubana, de José White, analiza la cubanidad desde la mujer. La relación de lo que tomamos por cubano, así como lo que entendemos por ser mujer, es lo que interpelan los bailarines masculinos en la manipulación y exigencia que ponen sobre la intérprete femenina. En búsqueda de ampliar los horizontes, la pieza de White completa este fragmento coreográfico para dar paso a lo que será el paroxismo de la pieza y que bien pudo ser el final de la misma.
Una re-creación de lo popular a través de la desfragmentación de pasos como el chachachá o el mambo que toma un ritmo dramatúrgico increscendo y llega a tal nivel de comunicación con los públicos, los cuales terminan aplaudiendo cual conclusión magistral. Demasiados recuerdos, amargos y alegres, están presentes en la memoria colectiva cuando se oye a Pello el Afrocán con su Mozambique.
Como un uroboros tropical queda la última estampa de Welcome, cerrando un principio que discursaba sobre la individualidad y la búsqueda de esta. En dicha conclusión se pregunta, más que afirma, sobre los cubanos y la isla que cada uno lleva dentro; la cual queda en ocasiones suprimida por el estereotipo y la alegre fachada que han influido en la historia de la nación. Pero a tanta fuerza de re-presentación alegre y carnavalesca, ha uniformado una región diversa desde sus orígenes mismos, y a la cual tanta simplicidad y unanimidad impuesta le queda mal.