Volver A Los Orígenes Para Encontrarnos En El Teatro Del Presente
Por Taimi Dieguez Mallo
Como parte de la programación de la Casa Editorial Tablas-Alarcos y la Casona Vicente Revuelta, bajo la dirección de Omar Valiño, se presentaron los libros, que vieron la luz en el pasado 2018, Nueve dramas en presente, con selección y prólogo del propio Valiño y Lo que fuere sonará, de Carlos Padrón.
Nueve dramas en presente, es una antología de dramaturgos cubanos con textos que fueron llevados a la escena entre los años 2014 y 2016, que plantearon una renovación estética dentro del teatro cubano y una inminente preocupación por abordar nuestra realidad, desde diferentes ángulos, como el mito o la memoria.
Las obras antologadas son: Espontáneamente, de Amado del Pino, Chesterfield sofá capitoné, de Nara Mansur, Áyax y Casandra, Reinaldo Montero, La pasión King Lear, de Yerandy Fleites, Diez millones, de Carlos Celdrán, Mecánica, de Abel González Melo, El deseo Macbeth, de Agnieska Hernández Díaz, El mal gusto, de Marcos Díaz y Rogelio Orizondo y Criatura de isla, de Ulises Rodríguez Febles.
El libro fue presentado en el espacio de tertulia “Lunes de Teatro con Gacio”, donde estuvieron presentes algunos de los autores, así como su editora Josefa Quintana, la cual refirió que fue muy difícil establecer un criterio de unidad, a causa de la variedad estética de estos textos dramáticos. Por su parte, autores como Montero, Fleites y Celdrán abordaron su necesidad de escribir reinventando el mito y la historia, esta última desde una perspectiva personal e íntima, para cuestionarnos sobre quiénes fuimos y quiénes somos.
Y precisamente, sobre los orígenes de nuestro teatro, trata Lo que fuere sonará, del actor, director e investigador, Carlos Padrón, que por estos días también fue presentado. El libro, dividido en dos volúmenes, comprende el teatro desde el areíto, expresión artística de nuestros aborígenes para profundizar en las influencias españolas y africanas, con el Corpus Christi y la Fiesta del Día de Reyes, principalmente, hasta 1812, etapa preliminar al momento en que nuestra escena se convierte en una de las más importantes de Iberoamérica.
Padrón, continuador de la obra investigativa de Rine Leal, aporta con este libro elementos nuevos y válidos para comprender nuestra propia producción teatral, al decir que en Cuba la mezcla entre las distintas culturas, durante la conquista y colonización, propiciaron el surgimiento del carnaval, del cual más tarde se desprende el teatro y otras expresiones escénicas como la danza.
Este libro de Padrón sería la antesala para posteriores investigaciones donde la práctica teatral respondería a la formación de la nación, con obras como El Conde Alarcos, de José Jacinto Milanés. Es un libro que nos permite comprender no solo el origen de nuestro teatro, sino, sobre todo, la riqueza y complejidad de nuestra cultura.