Vive y reverdece la esperanza
Por Jesús Barreiro Yero
Como cada año, a partir de 1980 se celebra en el país, el Día del Teatro Cubano el 22 de enero, como homenaje de recordación a los sucesos acontecidos en el Teatro Villanueva en 1869. La efeméride se conmemora en el territorio nacional de diferentes formas y maneras.
En Santa Clara, Villa Clara, se desarrolló la Jornada Teatro de la Resistencia o la Utopía Cierta en saludo a la fecha y como agasajo al Centro Cultural El Mejunje, que arribó a los 39 años de fundado el 26 de enero del corriente. La institución paradigmática liderada por Ramón Silverio, ha sido desde sus inicios eco de transformaciones sociales, inclusión así como un trabajo sostenido en, y con la comunidad a través de una programación cultural, estable, variada y de calidad que responde a los gustos y preferencias de todos los grupos etáreos de la población.
A la celebración asistieron Dagoberto Gainza, Premio Nacional de Teatro 2021 y Nancy Campos, integrantes del grupo A dos Manos de Santiago de Cuba; René Fernández, también Premio Nacional de Teatro 2007 y director del grupo Papalote en Matanzas; Freddy Núñez Estenoz, líder de Teatro del Viento de la provincia Camagüey; José Oriol, Director de Teatro de los Elementos de Cienfuegos; Jorge Luis Rojas, conductor del grupo guiñol Fidel Galván, de Remedios; Lupez Díaz, Productora del Consejo Provincial de las Artes Escénicas en Ciego de Ávila; el crítico Frank Padrón y quien escribe estas líneas, especialista de la Dirección de Desarrollo Artístico del Consejo Nacional de las Artes Escénicas.
Circunscriptos a los espacios relacionados con la historia teatral en nuestro país, lo teórico y lo vivencial, se recapituló sobre la etapa fundacional de El Mejunje trayectoria, vigencia y compromiso social en las voces autorizadas de Ramón Silverio y Adrián Hernández. Se sucedieron también los encuentros de diálogos con René Fernández y con el resto de los participantes, así como en otros espacios de reflexión fuera de las paredes de El Mejunje, que posibilitaron aflorar criterios y opiniones de los presentes que desde la experiencia acumulada, pueden hoy contribuir a enrumbar el teatro cubano.
El primer momento de la cartelera teatral en la sala Margarita Casallas se reservó a la obra No importa, de la compañía anfitriona, con dirección artística de Adrián Hernández y general de Ramón Silverio. En la obra cuatro jóvenes actores encarnan a cuatro exuniversitarios, tres de ellos emigrantes pero de visita en el país. En el reencuentro de los amigos se perciben claramente frustraciones, resquemores, angustias, pérdida del amor, la identidad, la amistad, la familia y evidencian sus añoranzas de un mundo mejor para todos siempre desde el suelo patrio. La puesta, de corte minimalista, es llevada hacia delante al operar los actores los resortes interpretativos, a tono con la atmósfera y circunstancias dadas.
La segunda propuesta de la programación correspondió a la compañía El Mejunje y la simpática comedia Que me quiten lo bailao, se desarrolla en un Hogar de Ancianos, donde Idania García, Malluly Hernández y Nelson Águila, representan a tres adultos mayores a los que las alucinaciones y los delirios propios de los años los llevan a comportamientos diferentes. En la puesta de manera conciente se apela a la animación de objeto, un bléiser masculino, que de manera orgánica y precisa unida a la actuación hace comprensible la cadena de acciones de manera significante que conlleva a una comunicación certera y un disfrute total.
En esa misma jornada, entrada la noche fue estimulante apreciar la insipiente producción artística y coreográfica de la agrupación Perro callejero, colectivo creativo integrado por noveles bailarines, receptivos, laboriosos e interesados en perfilar su modo de expresar en esta primera etapa, para luego pasar a planos superiores, según palabras de su director Luis Enrique Ramírez. El espectáculo Perreo en construcción exhibe un andamiaje coreográfico segmentado, donde se revela la fuerza interpretativa de los ejecutantes al apelar a diferentes códigos de hacer que dan cuerpo y sostén a su creación, la que ya augura estadios estelares.
En las mañanas, también tuvo su espacio, el Taller de Producción Artística a cargo de Lupe Díaz, del CPAE de Ciego de Ávila que significó la importancia de la planificación de estrategias y alianzas, subrayando cuestiones específicas y técnicas a considerar en las producciones teatrales.
Para el público infantil la compañía El Mejunje presentó el unipersonal El vendedor con dirección artística de Alina Garnica y general de Ramón Silverio. El actor William Rodríguez interpreta personajes en vivo y anima objetos devenidos en títeres de manera segura y simpática, al caracterizarlos y diferenciarlos entre sí a través de un atinado trabajo con la voz y de animación.
En la noche se presentó el grupo camagüeyano Teatro del Viento con el espectáculo No tengo saldo, en el que se combina de manera conmovedora la actuación, la narración oral, la ironía de la declamación, el humor criollo y apela a canciones antológicas del pentagrama musical cubano. En la puesta afloran latentes preocupaciones por la actualidad y devenir de la nación cubana. Los actores de manera descarnada y sin edulcorantes, en un discurso directo, altisonante para algunos, manifiestan lo que no queremos para nuestra sociedad y nuestro suelo.
En los jardines exteriores del CPAE se pudo disfrutar del espectáculo de variedades Show de títeres, del grupo Alánimo que dirige la consagrada maestra Carmen Margolles. El espectáculo transcurre entre canciones, adivinanzas, juegos y competencias, donde se puso a prueba la perspicacia e inteligencia de los niños que al finalizar la propuesta titeril, se despidieron complacidos con el carisma, dulzura y amor de cada entrega de los actores del grupo de teatro.
El performance con rasgos de happening Las bebidas son por Peral, del grupo Teatro sobre el camino, con dirección general de Rafael Martínez y doble responsabilidad de Elizabeth Aguilera en la dirección artística y desempeño protagónico, muestra a una actriz segura, orgánica que apela a herramientas imprescindibles de la actuación al llevar sobre sus hombros la máxima responsabilidad al interpretar con autenticidad creativa el personaje que evoca a Janis Joplin. Al espectáculo se integran con decoro el resto de los actores que conforman el espectáculo y donde sobresale el saxofonista cantante y los animadores de toda la dimensión ósea del esqueleto trasnochador, en una noche de lujo teatral.
En la galería El Mejunje se develó una exposición de pintura de mediano y gran formato, obsequios de destacados artistas plásticos al maestro Ramón Silverio en diferentes momentos cumbres de su vida y trayectoria artística vinculado a este emblemático lugar.
En la actividad de agasajo por el aniversario 39 del Centro de Promoción Cultural El Mejunje asistió el Primer Secretario del PCC en Villa Clara Onais Colina, el Director de Cultura Provincial Serguei Pérez; Dunia Santana, Presidenta del CPAE en el territorio, los que entregaron obsequios y reconocimientos al teatrista y artífice Ramón Silverio. Al reconocimiento también se sumaron otras entidades como la Asociación Hermanos Saíz, el Fondo de Bienes Culturales, el Centro Provincial del Libro, la Dirección Provincial de Radio y Televisión así como otras entidades del territorio y los pobladores de la ciudad que con su presencia respetuosa y aplausos sinceros mostraron su eterno agradecimiento al oasis cultural de Santa Clara que significa El Mejunje.
En Portada: Silverio en el Mejunje Teatral. Foto tomada de Facebook