Ulises Rodríguez Febles y una dramaturgia comprometida
Por Mery Delgado Molina
Desde la Atenas de Cuba nos llega una propuesta que toca la fibra sensible del ser humano. Cuarentena de Ulises Rodríguez Febles es un texto teatral que, como su nombre lo indica, va sobre este difícil período y las problemáticas a las que se enfrentan las personas, no solo en Cuba, sino en muchas partes del mundo. Para conocer sobre el proceso de trabajo de Cuarentena y la obra del dramaturgo matancero conversamos con él para Cubaescena.
Empecemos por Cuarentena, háblame de ese texto, sus motivaciones, en qué tiempo la escribiste y que alegrías te trajo, ¿tuviste algún vínculo de trabajo con el director para la puesta en escena?
Cuarentena fue una obra escrita en el momento inicial de la pandemia, cuando todos estábamos en nuestras casas apartados de la vida cotidiana. Vivíamos una situación difícil, llena de incertidumbre, compleja, de la cual todavía no hemos salido. Era la llegada de esta etapa, de la Covid-19 y todos los miedos, frustraciones, los traumas y el acercamiento a una nueva realidad en la cual teníamos que vivir, nosotros y el mundo. Esta es la inspiración de la obra, la primera etapa en que el virus llega a Cuba.
Aborda la problemática de una familia donde el personaje protagónico femenino Fernanda es una enfermera, también como forma de homenajear al personal de la salud y a los que estuvieron en la zona roja en el momento más difícil del virus. Se aprecian los conflictos que se desatan en la vida familiar como una metáfora también de la sociedad cuabana, sus relaciones con el mundo; también las vicisitudes que sufre el personal de salud en los espacios donde enfrentan la pandemia. Sobre eso va Cuarentena, con mucha satisfacción resultó esta obra premiada en el Concurso Fundación de la ciudad de Matanzas y será estrenada por Vital Teatro en el mes de marzo.
Después de haberla escrito, le hice la propuesta a Alejandro Palomino, con el que he trabajado en otras puestas de teatro como Béisbol, Frida y Dulce María, que nos ha acercado como creadores, desde mi perspectiva como dramaturgo y la suya como director, ha sido un proceso en el que Palomino se sintió motivado para llevarla a la escena con sus actores.
Esta puesta enfrentará a los espectadores con el contexto pandémico y a la situación que aún seguimos viviendo, el problema de la enfermedad, la muerte, los errores humanos cometidos durante esta etapa difícil y a las situaciones claves de la ética de los seres humanos. La obra tiene como esencia el enfrentamiento del personal de la salud a la enfermedad y la relación de estos con su familia y con el mundo exterior.
Tanto Huevos como Cuarentena tratan temas puntuales que se inmiscuyen en nuestra realidad, ¿qué buscas al abordar estos temas?
En los últimos años he estado trabajando en mi dramaturgia temas que han sido una constante. El Concierto, Huevos, entre otras, muestran los aspectos que siempre me han interesado; los conflictos de la sociedad cubana y del hombre enfrentado a circunstancias complejas, marcadas a veces por condiciones ideológicas y sociales.
Cuarentena aborda la realidad inmediata, incluso es un desafío escribir sobre algo que estamos viviendo y que se ha ido transformando. La relación del ser humano con la pandemia y con el medio donde vive ha ido cambiando, ha tomado nuevos matices, muchos conflictos han variado, sin embargo, hay otros que son una constante, que tienen una validez no solo para nuestra realidad cubana, sino universal, aunque es una obra eminentemente cubana.
Huevos, por otra parte, trata el fenómeno del Mariel y el éxodo que ocurrió en el país. Fue presentada por Mefisto Teatro, después por Accuara Teatro y El Conjunto Dramático de Cienfuegos. Esta obra va sobre los conflictos que desencadenó este hecho en la sociedad cubana y que aún nos siguen marcando, los actos de repudio, la confrontación ideológica, la manera en que una situación determinada inmiscuyó a personas de diferentes procedencias, como pudo fragmentar familias, afectar a niños, entre otros tópicos por los que llevo mi dramaturgia.
Huevos ha tenido un recorrido desde su estreno. Después de asistir a una lectura dramatizada por Teatro del Viento, ¿qué crees le aportará la mirada de Freddy Núñez a tu texto?
Fue muy bueno que Freddy se interesara por la obra y que después de haber tenido la posibilidad de asistir a una lectura con público, así como al debate que se produjo, después de esto vi una reacción positiva. En el público estaban personas de diferentes generaciones, algunos que vieron los sucesos del Mariel y otras a las cuales la obra les estaba hablando por primera vez de este fenómeno. La petición de Freddy Núñez me motivó porque ofrece una relectura de esta obra. Participar en los ensayos generales y ver el texto representado por sus actores y con la estética de Teatro del Viento, es de alguna manera una visión particular, renovada, diferente de las otras puestas. Se le han incorporado personajes, hemos hecho un trabajo colaborativo que creo que va a ser un atractivo para el público que a ver una obra de actualidad y que expresa una visión de ese momento trágico desde una poética íntima. Esta relectura audaz que propone Teatro del Viento significa mucho para mí como dramaturgo.
¿Cómo fue el año 2020 para Ulises Rodríguez Febles?
En el 2020 me sentí asediado, como todos, por el inminente peligro de la pandemia. Fue una etapa donde tenía muchos proyectos que tuvieron que detenerse por la situación epidemiológica, sin embargo, no he dejado de trabajar en muchos de los sueños en los que constantemente me muevo. Primero la Casa de la Memoria Escénica que conserva, protege y difunde la memoria escénica de Matanzas y de Cuba no ha detenido su labor. He estado junto al colectivo de especialistas en el empeño del rescate de esta memoria, la pandemia no lo pudo detener. Se concretaron proyectos como el Catálogo por los 30 años del Consejo de las Artes Escénicas, que llevó consigo una rigurosa e importante investigación de cada una de las agrupaciones, creadores eventos, publicaciones entre otras cuestiones que nos caracterizan como entidad.
He trabajado afanosamente en colaboraciones con colegas dramaturgos, escribí el prólogo a Cabeza de caballo de Yerandi Fleites, también el trabajo con la obra Cuarentena, he escrito para revistas y sitios digitales, así como la colaboración con Conjuro Teatro, compañía independiente mexicana. El proyecto es una trilogía, la primera Yo soy el Rey del Mambo fue presentada en Cuba y tuvo gran acogida, así mismo en México. La segunda obra es Danzón, también va sobre el tema de la música y la figura de Miguel Faílde. He estado trabajando en Lara, tercera obra de esta tríada que está dedicada a Agustín Lara, importante cantautor y bolerista. Se describe de alguna manera la relación del músico con sus influencias y tradición mexicana, así como el impacto que tuvieron sus composiciones musicales para la cancionísitica cubana. Creo que trabajé en 2020 a buen ritmo, todavía continúo con algunos de estos proyectos.
Agradezco la entrevista, este 2021 continúo trabajando, con algunos proyectos, entre ellos los estrenos de Cuarentena y Huevos. Quiero hacer extensiva la invitación y desear a todos que este año sea mejor que el anterior.
Foto de Portada tomada del Perfil de Facebook del dramaturgo