Títeres De(S) Hielo
Por Mery Delgado
Aunque parezca que internet, la televisión, los juegos electrónicos, y el cine hayan sustituido a los medios tradicionales, lo cierto es que todavía queda espacio para la diversión a través del entretenimiento más cercano al público: el teatro.
Dentro del teatro hay varios tipos, pero sin dudas, el teatro de títeres y marionetas gana la partida si es infantil porque reúne a toda la familia para acompañar al niño.
Normalmente, nuestros teatros tienen identificados sus horarios y días para los diversos tipos de públicos, es por ello que cuando una sala emplea mal la programación siempre salta una liebre.
Así pasó con Títeres de hielo por Teatro Viajero, que de varios fines de semanas en la Sala LLauradó, tuvo que conformarse con solo dos por una mala colocación de su título en el horario destinado a los niños.
El tríptico de «Hamlet», «Hielocho» y «Dos en una república», resultó demasiado denso para niños acostumbrados a historias mucho más cercanas a su disfrute.
Yo pude estar el sábado como espectadora, y doy fe que no funcionó, ni, aunque fuera la primera vez que se vieran títeres de hielo en la escena, quizás la mayor atracción de la propuesta.
Los padres protestaron en la taquilla y ya sabemos a lo que conlleva esto. Suspensión total. Pienso que no hay que botar el sofá por la ventana, solo ubicar en un horario adecuado la puesta de Teatro Viajero, agrupación que no midió el alcance de colarse en un horario inadecuado.
Lo siento sinceramente por el esfuerzo de los actores que desde 2016 estaban gestando esa idea, que ahora de un tirón se ve malograda por el respetable, que en definitiva siempre tendrá la última palabra.
Foto de portada tomada del perfil en Facebook de Teatro Viajero
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