Teatro suizo habla de igualdad en cubano
Por Yanetsy León González
La compañía de teatro Apsara, representada por Silvia Barreiros, española nacida en Suiza, propuso Zokwezo en la sala La Edad de Oro de esta ciudad, con los actores cubanos Yumani Zaldivar y Kelvis Sorita.
Enfoca el prejuicio hacia la homosexualidad en África, a través de la historia de una señora, el vecino joven y el guardián del edificio en una ciudad que festeja la investidura del emperador a los ojos del mundo y de miles de expatriados.
Silvia Barreiros hizo la traducción del texto de Julien Mabiala Bissila y con la asistencia de la camagüeyana Ondina Duany, dirigió la puesta en escena de una obra titulada con un término que alude a la igualdad de los seres humanos.
“Hice la obra con un elenco africano en el 2015, en África del Norte y del Oeste. Se me abrieron las puertas con la Cooperación Suiza en La Habana para presentarla en Cuba”, contó quien además interpreta a Delphine.
En aquel contexto, ¿cuál fue la acogida?
En África la homosexualidad es posible de pena de muerte o se va a la cárcel. Le gustó al principio al ver la supuesta historia de amor entre una cincuentona y un joven. Disfrutaron cuando lo besé, pero cuando él dice que es homosexual lo odiaron. Es curioso el rechazo. Cuando salimos al escenario y teníamos diálogo con el público, con escolares, lo primero que decía el actor africano que hacía de Boulass era “Yo no soy homosexual”.
Esta versión cubana tiene picardía, humor, momentos simpáticos. ¿Qué conoce de los cubanos como para llegar a esa empatía?
He venido varias veces con la compañía Apsara desde el 2003. No quise cubanizar mucho esta obra como sí he hecho con otras. Yo quería situar la historia en África, porque hay muchos puntos comunes: los apagones, similitudes con la realidad de la isla… por eso una pinceladita o dos para que se rían un poco con el Vaposan, Van Van…
Silvia Barreiros fundó la compañía Apsara en el 2001 con una poética de teatro alternativo que asume el arte como lenguaje universal para interpretar problemas similares de pueblos diferentes.
La puesta en escena, de una hora de duración, confiere el mayor peso al desempeño actoral, aunque la música también tiene un rol protagónico y además se vale del mapping para la ambientación con el recurso audiovisual.
Zokwezo permite confirmar esa intención de quiebre de fronteras a través del encuentro cultural, no solo por incluir a los actores cubanos Yumani Zaldivar y Kelvis Sorita en los papeles de Boulass y El guardián, respectivamente.
“En el contexto africano fue más difícil, es una cultura diferente. En Europa y aquí se abrió todo mucho y ahora me enteré del Código de las Familias en Cuba, ya no estamos en la misma”, enfatizó quien ha abordado otros temas de urgencia como la prostitución en Europa de migrantes rusas y latinoamericanas.
“Déjame decirte que en Camagüey, la tumba de Dolores Rondón me inspiró para fundar mi compañía y hacer la primera obra, Dolores… en La Mayor. Actué en el Festival de Teatro de La Habana. Después vine con otras obras, a Santiago, Matanzas pero nunca había actuado en Camagüey”, añadió.
Vale precisar que el espectáculo Dolores… en La Mayor recrea las peripecias de un cabaré-teatro de la década de los años 40; por tanto, desde el principio, para Silvia Barreiros la música ha sido un elemento esencial.
Entonces debe regresar con Dolores Rondón…
¡Dolores Rondón! Yo creo que ya no entro ni en los trajes desde el 2003… Con otra obra, con mucho gusto. Además, la directora musical de la compañía Apsara, Ondina Duany, es camagüeyana. Agradecida a todo Camagüey por la gentileza, la amabilidad y el público. Espero volver.
Con Zokwezo siguió a Matanzas y a La Habana con esa vocación por la dignidad humana de una propuesta teatral, propia de la compañía Apsara, nombrada con toda intención como las ninfas de la mitología hindú, inspiraciones para la felicidad y la justicia en un mundo donde todos han de contar.
Fotos Alejandro Rodríguez Leiva