Sube El Telón De Artes Escénicas En El ISA
Por José Raúl Concepción
Con la firma del acuerdo entre los gobiernos de Cuba e Italia para la ejecución del proyecto ¡Qué no baje el telón! se inicia el proceso de rescate de la Facultad de Arte Teatral de la Universidad de las Artes (ISA).
El convenio fue suscrito por el subsecretario de Asuntos Exteriores de Italia, Ricardo Antonio Merlo, y el ministro de Cultura de Cuba, Alpidio Alonso Grau.
El objetivo es preservar el patrimonio cultural, mediante la recuperación de esta facultad, otrora nombrada Artes Escénicas, que fuera diseñada en la década de 1960 por el arquitecto italiano Roberto Gottardi (fallecido en 2017), pero que nunca se terminó y desde el año 2008 no se utiliza para la docencia.
El país europeo realiza una donación de 2 millones 500 mil euros, mientras que la mayor de las Antillas aporta 4 millones 485 mil pesos convertibles para la rehabilitación de estas edificaciones, reconocidas por su alto valor artístico y declaradas Monumento Nacional.
A partir de este hecho trascendental para la conservación de una obra de renombre y para la docencia teatral en la Isla, Cubadebate conversó con Alexis Seijo, rector del ISA, y Osvaldo Cano, decano de la Facultad de Arte Teatral.
El proyecto ¡Qué no baje el telón! inició hace tres años luego de la visita del primer ministro italiano, Matteo Renzi.
“A partir de los estudios previos que se hicieron, estamos sintetizando una labor de más de tres años de la Facultad de Teatro, presentada por su decano, Osvaldo Cano, de la Dirección de Cooperación Internacional del Ministerio de Cultura, con Ada Llanes y su equipo, la Agencia de Cooperación Italiana y todas las personas vinculadas al proyecto del maestro Gottardi”, explica Seijo.
Las labores de restauración están planificadas para ejecutarse en tres años, a partir del segundo semestre de 2019, momento en que comenzarán.
“El edificio desde hace más de una década no se utiliza, se ha realizado una labor de limpieza y existen locales recuperados por nuestros propios estudiantes que son aprovechados para talleres”, añade el rector del ISA sobre el estado actual del inmueble.
Para profundizar en los beneficios de este convenio y en la historia de la Facultad, Cubadebate entrevistó al decano Osvaldo Cano.
¿Por qué es tan importante el proyecto ¡Qué no baje el telón!?
El proyecto tiene su parte mística porque de los arquitectos que hicieron las facultades fundacionales solo Roberto Gottardi fue quien se quedó viviendo en Cuba. Incluso, Ricardo Porro, por razones personales emigró y Vittorio Garatti regresó a Italia. Gottardi se casó con una cubana y soñó toda la vida con esa Facultad que nunca se llegó a terminar.
Los estudiantes que están cursando las carreras actualmente fuera de esos recintos han escuchado sobre la leyenda y el aura que le han transmitido sobre todo lo que se efectuó ahí y quienes pasaron por esos salones.
Hoy día estamos desperdigados por distintos espacios del campus universitario.
Por un lado, tiene la parte mística de regresar al lugar original, por otro, regresar a un lugar que tiene mucho de poesía en la utilización de las formas arquitectónicas; es una ciudadela medieval al estilo italiano, con callejuelas, con plazuelas, donde existe un ambiente ambiguo de alegría y misterio.
Es también la posibilidad real y necesaria de reunir a toda la Facultad para el intercambio entre perfiles. El actor podrá estar cercano al dramaturgo y al diseñador, hacer proyectos conjuntos, que actualmente también se hacen, pero la lejanía a veces impide que se conozcan bien. El proceso docente no se completa del mejor modo cuando no está en los espacios idóneos.
El proyecto no es solo a nivel de construcción, sino que incluye otros aspectos culturales y académicos…
Exactamente. A nivel de proyecto futuro, se crea la posibilidad de irradiar tanto hacia la comunidad, como internacionalmente. Propiciaría tener un lugar donde acoger eventos.
Además, viene aparejado con intercambios culturales con Italia y un grupo de cursos, en los que participarán la Cujae y la Universidad de La Habana.
Como parte del proyecto interviene el Departamento de Arquitectura de la Universidad de Florencia, que vendrá con tecnología de punta y tenemos planificado publicar libros conjuntos.
El proyecto tiene su parte material y otra de docencia y espiritual.Recapitulemos: ¿Cómo la Facultad llega a un nivel de deterior tan alto que obliga a abandonar las edificaciones?
La Facultad se inaugura el 26 de julio de 1965 y no estaba terminada. Entré a estudiar en 1977 y se le decía “las ruinas de artes dramáticas” porque no había concluido. Recuerdo que nos fuimos mudando a locales que se iban terminando. Poco a poco fuimos poblando aquel lugar.
Pasaron los años y sin un mantenimiento sistemático se comenzó a deteriorar.
En la década de 1960 el acero escaseaba y le piden a los arquitectos que modelen estas Facultades con ladrillo y cemento, por eso recurren a la bóveda catalana.
Las edificaciones son hermosas pero desde el punto de vista constructivo llevan un mantenimiento que no se pudo sostener. A partir de los años 90 con la crisis que estábamos viviendo, el país decide que va a iniciar una reconstrucción de las Facultades de la Universidad. Resultó imposible continuar por los imperativos económicos.
En 2008 salimos de los recintos de la Facultad, poco después paró esa reconstrucción y comenzó un periodo de deterioro mayor.
Desde el 2015 se comenzaron conversaciones con el gobierno italiano y hasta que se firma el convenio con un donativo sustancioso.
Teniendo en cuenta estos antecedentes: ¿Cómo garantizar que en el futuro no se vuelva a deteriorar debido a la falta de mantenimiento? ¿El proyecto prevé esto?
La necesidad de manteniendo sostenido ha sido una de las premisas del proyecto. Tengo la esperanza de que se mantenga la colaboración con la Universidad de Florencia y el gobierno de Italia. Reconocemos nuestras dificultades económicas, pero es una necesidad real, de lo contrario volveríamos al punto de partida y tendríamos que renombrar a la Facultad como las “ruinas de artes dramáticas”… esperemos que nunca suceda.
¿Crees que con esta reparación capital se salda una deuda con el movimiento teatral cubano?
Una parte importante de la vanguardia del movimiento teatral y cultural ha salido de las aulas del ISA. Hay mucha ilusión en aquellos, que son a su vez fabricantes de ilusiones, en que se reconquiste, no solo la parte estructural, sino la parte espiritual en la que ellos transcurrieron buena parte de sus mejores años habidos.
Tomado de Cubadebate