Otra dura perdida para el género lírico cubano
Acaba de fallecer en La Habana a los 75 años, el barítono Waldo Díaz, solista del Teatro Lírico Nacional de Cuba.
Waldo Díaz comienza su carrera a temprana edad, cuando participa en algunos espacios televisivos con tan solo doce años. Durante su servicio militar se vincula al movimiento de artistas aficionados.
Realiza estudios musicales con Enrique Jorrín y toma clases de canto con Zoila Gálvez, Ramón Chávez y Kiril Krastev. Obtiene la Licenciatura en música en el Instituto Superior de Arte, donde perfecciona su técnica vocal con Ramón Calzadilla y Adolfo Casas. Debuta como tenor en el Grupo Jorge Anckermann.
En 1980 forma parte de los coros de la Ópera Nacional de Cuba donde desempeña algunos roles secundarios. En 1991 comienza a cantar en la cuerda de barítono, debutando en el Germont, de La traviata. Pasa a integrar la Comedia Lírica de Cuba en 1993. En el Teatro Lírico Nacional de Cuba alcanzó el rango de solista. Waldo Díaz también se desarrolló en la pedagogía como maestro de canto de la Universidad de las Artes ISA y fundador de la Unidad Docente del Teatro Lírico Nacional de Cuba.
Díaz, dedicado por entero a la escena, se mantuvo activo hasta hace un mes donde tuvo una participación significativa en La Leyenda del Beso, última puesta en escena que contaría con su presencia.
Llegue nuestro más sentido pesame a todos sus familiares y seres queridos.
Palabras de Yhovani Duarte, director del Teatro Lírico Nacional de Cuba