Milanés y El Conde Alarcos

Por Ulises Rodríguez Febles

La Asociación de Artistas Escénicos de la Uneac otorga la Distinción El Conde Alarcos, como parte de los homenajes de la ciudad de Matanzas, a nuestro poeta y dramaturgo José Jacinto Milanés.

La ceremonia tuvo lugar en el marco de la entrega del Premio Brene 2023, y se le concedió al actor teatral y realizador radial Williams Quintana, por su trayectoria artística, que recorre agrupaciones como Teatro Arenas Libres, Icarón, El Portazo, Las Estaciones y El Público; además de su trabajo en la radio, donde ha sido esencial la promoción de obras teatrales cubanas llevadas al guión radiofónico.

Rendir homenaje a Milanés es una constante de la ciudad de Matanzas.

El autor de El Conde Alarcos, obra que inicia en 1838 el romanticismo nacional en la escena, está en el imaginario de la ciudad donde nació, primero con la escultura del parque de La Catedral; pero también porque la calle donde vivió y murió lleva su nombre, aunque algunas veces mencionemos la calle Milanés, sin saber la esencia de la significación.

El Conjunto Dramático de Matanzas, desde 1984, comenzó a llamarse Teatro El Mirón Cubano, incluso, a la sala se le empezó a nombrar Milanés, hasta que definitivamente, adquirió el nombre con el que todos la conocen: Sala El Mirón Cubano o El Mirón.

En Matanzas existe el concurso anual José Jacinto Milanés. En el Museo de Esculturas en Madera de la Dramaturgia Cubana, una de sus 23 piezas recuerda a El Conde Alarcos, nombre que también lleva en Cuba la editorial especializada en la escena: Tablas Alarcos.

Son muchos los homenajes a Milanés, diseminados en la historia de Matanzas y otras regiones de Cuba, como es el caso del teatro más importante de Pinar del Río, nombrado igual.

Asimismo, Milanés ha sido un personaje recurrente en la dramaturgia cubana, en la que destacan, entre otras, los acercamientos de Abelardo Estorino, Tomás González y Virgilio Piñera.

Un buen homenaje sería que pudiéramos estrenar un día El Conde Alarcos, con actores matanceros. Varios proyectos se han manejado, como esa idea del dramaturgo Abel González Melo, y que conservo en mis archivos; mas, se ha visto obstaculizada por diversos aspectos.

El Conjunto Dramático lo estrenó en el Teatro Sauto, en la década del 70, con la actuación, entre otros, de Sara Miyares, Armando Crespo, Miriam Muñoz y Luis Marimón.

Creo que sería grato ver de nuevo en escena, al menos, fragmentos de esta pieza emblemática de Milanés en la ciudad donde se representó, además de La Habana, y tal vez sería aún más hermoso hacerlo en las ruinas del Teatro Principal. Si nos uniéramos en el proyecto, quizá se haría posible.

¿Cómo funcionaría El Conde Alarcos para un público del siglo XXI? ¿Qué le diría al público contemporáneo? La idea de Abel, por ser un dramaturgo actualizado, que se mueve entre la tradición española y cubana, con una visión muy contemporánea, sería algo admirable.

Que a Abelito le haya atraído significa que sigue interesando, y no como pieza arqueológica de nuestra tradición teatral.

Cuando lees El Conde Alarcos encuentras esas señales que nos llevan al Milanés trascendente en sucesos, personajes, atmósfera, y en un diálogo que traduce signos, que nos llegan desde el siglo XIX hasta la actualidad. De alguna manera, más allá de un universo ajeno, está la Cuba de la época, y hasta los cuestionamientos de los seres humanos que en sus personajes siguen habitando.

La obra traduce una época, un ideal, pero también una relación visceral con nosotros, que a veces olvidamos, pero que viven en nuestros clásicos.

Fuente: Periódico Girón