Liuba María Hevia pone a cantar a Matanzas y con “S.O.S Paya” todos se divierten
“Hacia esta provincia particularmente tengo un apego especial, estoy muy contenta por lo que pasó aquí hoy, me voy llena de gratitud”, comentó la reconocida cantautora cubana Liuba María Hevia este miércoles, cuando en la Plaza de La Vigía brindó un concierto como parte de la agende de la XII Jornada Nacional de Teatro Callejero en Matanzas.
“Para un artista es un honor estar cerca de la gente y eso lo siento en Matanzas”, enfatizó la compositora que ha sembrado en disímiles generaciones temas como “Señor arcoíris”, “El cangrejo Alejo” y “El despertar”.
Según reporte de la Agencia Cubana de Noticias, en el intercambio con niños y adultos la trovadora expresó las ansias de volver con su música a las tablas y agradeció al grupo Teatro El Mirón Cubano por la invitación a una Jornada de arte capaz de garantizar el disfrute de toda la familia.
Siempre más hermosa luce la plaza fundacional de la ciudad de ríos y puentes cuando la gente disfruta de lo que alimenta el alma, y sin dudas ocurrió mientras Liuba, acompañada por un público diverso, entonó populares obras de su autoría.
Bien describió la atmósfera en su perfil en Facebook Agustina Ponce Valdés, directora de Ediciones Vigía, sello que hace libros con las manos:
Liuba María Hevia está cuál aparición, canta, canta (…) toda la música que grabamos a nuestros hijos y ellos a sus hijos, los adoquines, cada voz se siente y repite, sin años repiten “…en una palangana vieja sembré violetas para ti” …, Lo feo, himno de los vigías de aquí y de allá, el amor existe, tiene voz, y hay manos para abrazar.
(Texto Yenli Lemus)
S.O.S Paya o todos se divierten
¿Payasos con capas y máscaras antigás? Si no lo hubiera visto, pues no lo creería. Pero ahí estaban, con sus chubasqueros amarillos, seres salidos de un mundo pos apocalíptico en la búsqueda de aire fresco. El público los observa extrañado, y sigue atento cada movimiento. Cuando al fin se descubren, colocan sus narices de clown, esas que les permiten respirar el aire de la tierra, y comienza el gran juego.
Los payasos se retan unos a otros para demostrar sus habilidades con el salto de la cuerda, los malabares, y las vueltas de carnero. Casi sin decir palabras, hacen cómplices a niños y adultos por igual. Las risas escapan ante cada ocurrencia, desde una pelea de boxeo guiada por un tambor hasta los payasos que se fingen muertos para sorprender a una payasita despistada. Los cubos de agua que los clowns pretenden arrojar al público, se transforman en confeti ante la sorpresa y la algarabía.
S.O.S Paya es una excelente continuación de Zancos y Juegos, una de las obras más representadas del repertorio de El Mirón Cubano, y es muy fácil entender el porqué: el carisma y destreza de los payasos emocionan a los niños y retornan a los adultos a su infancia. Este espectáculo nos demuestra que la risa puede salvar al mundo, díganles adiós a los chubasqueros amarillos.
(Texto Cecilia Borroto López)
Fotos Raúl Navarro
Equipo de prensa de la XII Jornada Nacional de Teatro Callejero