LA ESCUELA NACIONAL DE BALLET INICIA CURSO ESCOLAR
Por Magda Iris Chirolde López
A pesar de los problemas constructivos surgidos desde finales del pasado curso escolar, la Escuela Nacional de Ballet Fernando Alonso inicia el curso 2018-2019 con una matrícula de más de 300 estudiantes, entre nivel elemental y medio, y 36 en la práctica pre-profesional.
Pablo Bacallao Infante, vicedirector general de la institución, informó a Cubaescena que las afectaciones en el tercer piso del inmueble no impedirán las labores educativas y que a la par se estarán ejecutando acciones de mantenimiento por parte de la empresa de servicio de la construcción del Ministerio de Cultura.
«Realizamos reajustes de horarios de tal manera que, aun cuando tengamos esas dificultades no se frene el proceso de enseñanza. Al edificio, que tiene la clasificación uno de carácter patrimonial, no se le pueden hacer modificaciones sin antes ser aprobadas por la comisión provincial de Patrimonio», agregó el funcionario.
El claustro de profesores está listo para impartir las asignaturas de la especialidad de ballet y las relacionadas con el sistema nacional de enseñanza, que reciben los alumnos como en el resto de las escuelas del país. Además, la institución cuenta con la base material de estudio y los accesorios propios de la especialidad.
Bacallao Infante aseguró que entre los principales retos para este curso está el compromiso de lograr la mayor eficiencia posible del sistema de enseñanza del centro, así como alcanzar un alto grado de retención escolar y el pase de los estudiantes del nivel elemental al medio.
«Los resultados del ballet en Cuba están respaldados no solo por la dirección de Alicia Alonso, sino también por nuestras escuelas y la calidad de la enseñanza del ballet cubano, la cual es reconocida internacionalmente como una de las mejores del mundo, resultado además de la obra cultural de la Revolución», añadió el vicedirector.
Para el curso que recién comienza se prevén los talleres vocacionales para niños de tercer y cuarto grados a partir de las cinco de la tarde; las funciones danzarias cada dos meses en los teatros de la capital cubana, como medidor de la calidad del proceso de aprendizaje y en abril, el Encuentro Internacional de Academias para la Enseñanza del Ballet, que fortalece el proceso pedagógico de la especialidad en Cuba.
Foto Santiago Barreiro