Frank Andrés Mora: “Clara y Pascual, dos explosiones hermosas”
Por Yoamaris Neptuno Domínguez
La actriz, guionista y directora Liliana Lam, beneficiaria del proyecto Juntarte, mostró desde el principio su inquietud por tratar en escena cuestiones relacionadas con la sexualidad, la aceptación, la diversidad, la marginalidad; temas a veces tabú que, por suerte, han ido ganando espacio en los escenarios cubanos.
Dentro del recorrido comprometido que Liliana desde el teatro ha hecho, Clara es uno de los personajes que la obra Kilómetro Cero nos presenta y hasta su intérprete llegamos en aras de conocer más sobre cómo ha vivido el proceso.
Volví al Kilómetro Cero, puesta que he visto en varias locaciones, con elencos diferentes y me permití quedarme hasta el final de la puesta para transmitir mi especial agradecimiento a Frank Andrés Mora, un ser que magistralmente interpreta a Clara, sin dobles y que no descubres hasta que no retira su peluca y muestra su cabeza rapada.
En solo segundos te preguntas ¿de dónde saca este muchacho esa fuerza desbordada? Al notar su evidente cansancio, solo le recordé nuestra amistad en Facebook y cuánto lo admiro. Amablemente me respondió el saludo y agradeció mi sintetizada valoración de su trabajo.
En el camino a la casa no pude dejar de pensar en lo provechoso que podría ser llevar a un texto lo que pensaba, sobre todo porque ahora mismo Frank es un boom a raíz de la interpretación de Clara y Pascual, dos personajes de teatro y televisión, respectivamente, que ha estado interpretando desde finales del año pasado y han salido indistintamente por ambos medios.
Clara es una mujer trans y Pascual presenta una discapacidad intelectual de grado ligero a moderado. Aproveché “una directa” que descubrí en Facebook donde el actor defendía a ultranza a “Pipo”, por una polémica desatada en redes por el comportamiento del personaje que actualmente interpreta en la novela El derecho de soñar y antes de enfriar nuestra corta conversación, le hice saber mi opinión sobre la situación. Su respuesta fue muy transparente y sincera:
Los artistas trabajamos mucho para que la gente pueda entender ciertos valores de la sociedad que al parecer se han perdido. Cuando se denigra a un gay, a una persona negra, o con discapacidad eso dice mucho de la miseria humana, de lo poco que se pueda comprender y no puedes decir que eres inclusivo, que quieres ese tipo de persona o no hasta que no la toques y yo soy muy comprometido con mi trabajo e intento siempre defender todas las cosas que hago y por eso hago este tipo de post, porque veo comentarios malintencionados. Siempre que se pueda visibilizar a una minoría de la población, esa con la que las personas no se sientan identificados, es fundamental para comprender que todos tenemos un espacio en este mundo.
A partir de este momento creí más que necesario indagar sobre un joven tan talentoso y le comenté sobre la posibilidad de la entrevista. Su respuesta de aceptación fue inmediata, aclarándome que los múltiples proyectos en los que está podrían demorar sus respuestas pero que podía contar con él. Inundé (sin llegar al acoso creo) su chat en WhatsApp con preguntas que llevaban en paralelo a ambos personajes y quise saber de la conexión entre ellos y con el propio Frank.
Entonces tuve que agarrar paciencia… llegó el domingo y temprano mi teléfono celular comenzó a notificar mensajes, eran los audios de Frank dando respuesta a mis interrogantes. Pude sentir en su voz matices, sentimientos, cariño…
Clara y Pascual quizás no sean la punta de lanza porque anteriormente se han abordado estos temas en diferentes obras de teatro y en televisión; pero yo creo que en el caso de Pascual ha sido más visible contar la historia de dos personas que luchan por vivir solos, por ser padres y que en dependencia del grado de conocimiento que tengan los televidentes entonces comprenderán que sí pueden llegar a vivir como seres naturales en la vida.
Ambos personajes tienen una sensibilidad a flor de piel muy grande y comparten esa pasión que siento, no solamente por ser un artista, porque uno debe tener un grado de sensibilidad quizás un poquito más alto, más elevado; sino por lo cariñoso y lo tierno que puede llegar a ser Frank Andrés, así como lo soy yo. También está su lucha constante por ser desde su pedacito, del grano que aportan a la sociedad, ser aceptados, en este mundo que les ha tocado vivir.
Ante mi razonamiento, veo el tratamiento a dos tipos de inclusión: social y de discapacidad y supongo hubo investigación para construir los personajes. ¿Cómo no caer en clichés o estereotipos?
No suelo hasta ahora utilizar el recurso de imitar a alguien o buscar muchos tips. Siempre uno como actor busca recursos de personas que has visto y que se te quedan grabados en la memoria. Es ese “disco duro” que tienes de pequeños detalles y es lo que hace no caer en estereotipos. Lo primero es que hay que hacerlo con la verdad, sensibilizarse con estos personajes y a partir de ahí, bajo una buena dirección (porque los actores no se dirigen solos), buscar el recurso que sea adecuado para llegar a convencer a la audiencia. Stanisvlavski decía que lo más importante era la fe y sentido de la verdad. Si lo haces con sentido de la verdad y con la sensibilidad que llevan Clara y Pascual; lo demás fluirá, por supuesto.
Hubo una investigación. En el caso de Pascual tuve dos encuentros con el director del Centro Internacional de Restauración Neurológica (CIREN) el doctor Vera; que nos apoyó muchísimo, nos dio herramientas de cómo podíamos hacerlo y a partir de ahí fui construyendo mi personaje, de dentro hacia fuera, buscando esos pequeños detalles, una manía determinada, un gesto, un gagueo y apoyado en una actriz como Yaité Ruíz por supuesto que es más fácil.
Aunque en el caso de Clara no visité a ninguna mujer con estas características antes de interpretar el personaje, conversé con mujeres trans prostitutas mucho tiempo después de haber hecho la obra y me hablaron de su vida, de las cosas que habían pasado. Hasta ahora no he encontrado una como Clara, pero si han sido interesante los encuentros con ellas y que me hayan contado de sus vivencias.
Los recursos son disímiles, creo que lo importante en la actuación es la experiencia y se torna complicado si no cuentas con la experiencia requerida para interpretar un personaje, porque si no tienes un familiar, o no lo eres, o no te sentaste a hablar con ellas antes. Yo suelo ejercer lo que hago desde una investigación personal y luego va saliendo poco a poco. Creo que me ha salido bastante bien las cosas que he hecho, aunque estoy seguro que también tengo mis cosas, tengo mis erratas; pero por ahí va.
El teatro y la televisión son escenarios totalmente distintos… ¿Cuál crees que surte más efecto?
Cada medio tiene su particularidad y la televisión es prontitud, uno tiene que guiarse, tener bien claro la línea del personaje porque puedes comenzar a grabar el primer capítulo y al otro día grabar el último, entonces debes tener bien concentrado todas las emociones. Generalmente es un proceso que se termina de concretar en el set de filmación.
El teatro no, es un proceso más desgarrador porque comienzas desde la base, de construir un personaje siendo bebé y lo vas elevando hasta llegar a ese estreno que ahí se empieza a madurar, con el aplauso del público y con las reacciones del mismo.
Son dos medios interesantes, el cine es un medio pasional, la minimización es importante a la hora de hacerlo. No he tenido la oportunidad de hacer radio, pero me imagino que debes tener muchos recursos con la voz para poder transmitir al público. Yo me siento cómodo trabajando en cualquier medio, pero no he dejado de hacer teatro porque creo que el teatro para mí es una droga que a veces la sufro muchísimo (se entrecorta su respiración), pero al final siempre va a valer la pena, siempre, siempre, aunque esté cansado, aunque sienta que no pueda más, que ya no me da la cuenta, (porque no la da, sonríe) siempre volveré al teatro porque no puedo vivir sin él.
Así me despido de este santiaguero, con dotes para la música, la actuación y demostrado a la par su amplio sentido del humor. Ha confesado que le gustan los personajes polémicos a pesar de saber que con ellos “te salvas o te hundes”
¿Podrías definir qué han significado para ti Clara y Pascual?
Han sido dos explosiones que me han llenado de una grata satisfacción y orgullo y es lindo ver como las personas en la calle te reconocen por algo y te felicitan por tu trabajo; pero sabes, creo que ahora lo hacen con un estilo totalmente diferente, así nunca me había pasado. Esta es mi cuarta novela, por ejemplo y siempre había tenido reacciones con el público y felicitándome y tirándose fotos conmigo; pero esta vez las personas se llegan para felicitarme por Pascual con una “ternura”, con la misma ternura con la que Pascual trata a María Luisa o con la misma ternura con la que Pascual lucha por una relación o por su semillita.
En el caso de Clara es como la explosión de: ¡waooo! ¿cómo has podido hacer esto? ¿cómo tú siendo heterosexual puedes interpretar una mujer trans? Las personas se hacen preguntas un poco locas (sonríe) pero yo creo que, como te decía, la sensibilidad con la que uno interpreta a los personajes es lo suficientemente grande como para hacerlo sin que las personas se cuestionen tu orientación sexual o si te identificas o no porque lógicamente te identificas con estos personajes, y no solo con ellos sino con las personas que viven con estas condiciones y pasan incluso el triple de trabajo por ser aceptados en una sociedad que merece ser inclusiva. Dos explosiones hermosas, cada cual con su sello y orgullosísimo de haberlos interpretado y me van a acompañar toda la vida, estoy seguro de eso.
Las gracias a Frank por el apoyo, el acompañamiento y creer en proyectos que representan los derechos de las personas independientemente de su condición.
En portada: Frank Andrés Mora en el personaje Clara de Kilómetro Cero. Foto Sonia Almaguer.