En Virtud De Los Desvelos: El Arte De Los Títeres

Mensaje nacional por el Día Mundial del Títere. Escrito por Juan González Fiffe, director Teatro Andante, Granma

Para Armando

Cuentan que antes de la conciencia y la razón, atributos, que no se sabe quién, le dio a ciertos animales para poder llamarlos humanos, ya existían unos seres fantásticos que habitaban el alma de los objetos y las cosas. No es por casualidad la infinitud que posee el universo de los títeres. Ellos están en todos los espacios, esperando pacientemente a que las personas sientan la necesidad de sacarlos a la luz y compartir juntos el don de la vida. Pero no todos los seres humanos están dotados con la virtud de la creación. Generalmente somos imperfectos, funcionalmente limitados, para no referirme a la imaginación, probidad que muchos perciben como una falla.Hay entre nosotros una excepción, una especie de seres más cercanos a las deidades: los titiriteros. De apariencia humana en su aspecto físico, en el fondo, bien en el fondo, son más parecidos a los dioses (no olvidar que estos son modelos de virtud, inventados por los propios hombres para parecerse a alguien verdaderamente superior). Los titiriteros tienen el don de ver más allá de la forma y las cualidades del mundo material, de descubrir el alma de ese cosmos y darle nuevas formas, nuevas vidas, develarlas a la vista de los demás. Lo hacen como una sublime tarea, quitándose pedazos de sus propias vidas para convertirlas en las vidas de sus títeres. Cuantas más existencias puedan otorgar los titiriteros, más cercanos estarán de su modelo divino, acercándose a la labor del Dios supremo que es la de ser ¡Creador!

  Caminantes, Teatro Tuyo, Las Tunas

Ser titiritero, y ser considerado un creador, presupone ciertas responsabilidades. No se puede concebir un artista titiritero que sea cruel e insensible. No se puede ser titiritero y títere a la vez. Los titiriteros veraces no copian ni repiten, siempre tienen algo distinto que decir, aunque lo digan en su propio estilo. Es dueño de lo que dicen sus creaciones, aunque lo que estas digan sea de su propia incumbencia y no les importen ni retractarse de sus ideas ni hacer dejación de ellas. Los títeres dicen lo que dicen y punto.

Cuentan los titiriteros más sabios, que el títere es la expresión sintética de la inmensidad. Y que el titiritero no es ni dios, ni creador, ni nada parecido. El titiritero es simplemente un actor y al nombrar ese oficio ya se está expresando todo lo referente a Dios, todo lo similar a ser creador. Cuando se dice actor titiritero, se dice que el actor es titiritero además de intérprete, lo que equivale a que el titiritero es actor dos veces.

Érase una vez un pato, Teatro La Proa, La Habana

Hay en esta alquimia otro participante de igual importancia: el espectador. Niños de las más diversas edades, incluyendo a los que sobrepasan la tercera edad, es decir,  personas que entienden el lenguaje de los títeres, que saben cuan serios o divertidos son, y los escuchan, los aman y disfrutan sin tabúes, porque saben que los títeres andan siempre con la verdad, y que sin ellos  el mundo sería penoso vivirlo.

      La muchachita del mar, Teatro de Títeres Retablos/El Arca, La Habana

Demos a esta profesión la dignificación merecida. Un valor que vaya más allá de caprichos, lisonjas, lástimas o paternalismos. Donde destaquen las cualidades alcanzadas como expresión artística de una indiscutible autenticidad, de un arte consolidado a través de los siglos, en condiciones positivas y adversas.¡Gracias titiriteros por estar presentes en nuestros sueños, por ser fuente inagotable de nuestras alegrías, y por lograr que nuestra existencia sea plena!

* Todas las fotos pertenecen a la exposición «Cuba estación de luz», de la fotógrafa Sonia Almaguer

 

Juan González Fiffe

Director artístico, actor, dramaturgo y profesor. Fundador del Teatro Andante, de Granma. Lleva más de tres décadas promoviendo el teatro callejero y titiritero con destacados logros y premios en el territorio nacional y en países como Colombia, Venezuela, Brasil y Dinamarca. Su labor docente se une a una especial energía creativa, que lo ha llevado a integrarse profesionalmente a varias organizaciones e instituciones sociales y culturales, donde ha fungido como innegable líder, querido y respetado por todos.