De todas partes, el mapamundi del teatro
Por Omar Valiño
Dos semanas atrás di cuenta en esta columna de la escena del país anfitrión en la segunda convocatoria del Festival Internacional de Teatro Progresista Venezuela 2023 (FITP), con sede principal en Caracas, entre el 8 y el 18 de junio.
En gozne con aquella, el panorama internacional resultante de las agrupaciones extranjeras invitadas, más el privilegio del diálogo a través de los eventos especiales, el eje formativo y los encuentros con la crítica, denominados desmontajes, sirvieron una rica «inversión» para teatristas y espectadores.
A los habituales paradigmas del teatro latinoamericano se sumaron valiosos ensambles de posteriores generaciones. La Candelaria, de Colombia, trajo Camilo, creación colectiva sobre la vida del cura guerrillero Camilo Torres, bajo la dirección de Patricia Ariza. Estuvo Yuyachkani, de Perú, con el unipersonal Confesiones, de Ana Correa. Y el grupo ecuatoriano Malayerba, aportó Instrucciones para abrazar el aire, con texto y dirección de Arístides Vargas, con él, junto a Charo Francés, en la actuación.
La vis cómica, de Argentina, texto y puesta de Mauricio Kartun, y Electra de Companhia do Chapitô, de Portugal, retumbaron en las tablas de Caracas frente a un público que ha hecho suyo el evento y sabe distinguir sus más altas cotas.
La palabra de Kartun es fiesta de poesía e inteligencia en esta obra maestra de un contemporáneo convertido en clásico. La pieza sitúa a una compañía de cómicos en tiempos del virreinato de La Plata. Varada allí, luchan sus integrantes por sobrevivir y dejan una inolvidable estela de incisiones, en presente, sobre el poder, el ser humano, la vida y el teatro. Mezcla de estilo entre siglo de oro español y sainete porteño, es, en definitiva, gran teatro vivo.
Chapitô continúa esa creación de lenguaje en el cual la sencillez, el humor y la atrevida naturalidad dentro de la ficción marcan el acercamiento a la tragedia ática. Había disfrutado, hace un lustro, de su Edipo, y ahora de Electra, con dirección de Cláudia Nóvoa y José Carlos Garcia. Dos actores y una actriz logran composiciones como descubiertas en el instante y refuerzan así el artificio del teatro. Una sinfonía de imaginación y cucharas, utensilios que se transforman en máscaras, armas, corazas, velos y hasta en la flecha que impacta a Aquiles en su talón.
Otras coordenadas se hicieron presentes con el teatro político de la Companhia do Latão, de Brasil; los títeres acuáticos de Egipto aprendidos de la tradición vietnamita, la dura realidad y la fantasía en La isla, de Athol Fugard, de Burkina Faso. Y de Cuba, muy bien acogidas, Las venas abiertas, de Roxana Pineda con Teatro La Rosa, de Villa Clara, y FK. Fantasía sobre Frida Kahlo, de Reinaldo León y Yuliet Montes con Teatro de la Utopía, de Pinar del Río.
En fin, de todas partes, el mapamundi del teatro.
En portada: Las venas abiertas de Teatro La Rosa, Villa Clara. Foto de la web del Festival de Teatro Progresista Venezuela 2023.