David Monsalve y su esencia de perseverar en la danza
Continúa en Cimito, Artemisa, el encuentro danzapuentes’23, una cita que reúne a bailarines, maestros y público en jornadas llena de colores y movimiento
Por Reinier del Pino Cejas
El profesor David Monsalve Corea, director de la Compañía de Danza Folclórica Esencia de México defiende el hacer comprometido con la comunidad y las tradiciones de su país. Su agrupación se adueña de los escenarios, captura la atención de los espectadores con la maestría de sus ejecuciones.
Monsalve impartió una clase magistral a los participantes del evento danzapuentes’23 en Caimito, Artemisa, y trasladó a los asistentes a una aventura que trascendió lo técnico y coreográfico.
Monsalve, que también diseña el vestuario de su agrupación, compartió con los bailarines sobre los símbolos y costumbres asociados a los bailes del carnaval en algunas regiones de su país, demostrando que la danza es un lenguaje que habla también de jerarquías, influencias y discursos, lo que la privilegia como instrumento de la expresión humana.
El maestro mexicano se emplea fondo en su trabajo. En ocasiones parece un bailarín más del grupo y, después de un ensayo y aún sudado por el esfuerzo de las rutinas, me concede unos minutos.
¿Con qué expectativas llega Esencia de México a danzapuentes’23?
Con las expectativas de que nos recibieran con los brazos abiertos como lo han hecho. Teníamos mucha ilusión de estar en Cuba. Nuestras expectativas eran muy altas y la verdad nos estamos quedando con la boca abierta.
¿Qué valoración tiene de lo que se logra con este evento en materia de estrechar lazos entre naciones que convergen de alguna manera en los orígenes de su folclor y tienen una historia común?
El hecho de estar en Cuba es muy importante. Que lográramos venir es una suerte y valoramos también a los grupos que no lograron llegar por situaciones adversas, porque ellos querían estar acá compartiendo con nosotros. Tenemos que fomentar esos lazos de unión y de fraternidad para que crezcan. Ir tejiendo puentes me suena en México a la idea de hacer crecer una prenda, que se vaya transformando, que se vaya trabajando y crezca lo necesario para cumplir su función. Esa es la idea de este encuentro.
Una compañía de ballet folclórico defiende tradiciones y raíces. ¿Qué importancia le confiere usted a la preservación de las identidades culturales, sobre todo en nuestros pueblos latinoamericanos?
La preservación de las identidades culturales es algo vital para nuestros pueblos. Que existan define lo que somos. Muchas danzas en México están desapareciendo, muchos bailes ya no tienen esa importancia en las comunidades. Los han dejado pasar y se van olvidando. Solo algunos mayores los recuerdan y no son valorados por las nuevas generaciones.
Esencia de México intenta preservar esos bailes y esas danzas y sobre todo el gusto por esos bailes y danzas. No solo lo hacemos para los mexicanos sino también para el público extranjero y danzapuentes’23 es un ejemplo de ello.
¿En un contexto de colonización cultural y bajo la mirada del debate entre tradición y contemporaneidad, cómo define a su compañía Esencia de México?
Somos una compañía llena de diversidad. Mis alumnos son diversos en formas y carácter. Ese mestizaje lo llevamos también a la hora de hacer nuestro repertorio, la representación de los estados mexicanos, los cuadros diferentes. En nuestros bailes hay influencia de países como Chile, Polonia, España. Nos sentimos orgullosos porque de esa mezcla salimos nosotros y tenemos esa forma de ser, ese carácter, esa alegría y esa unión.
Comentaba hace unos días que, luego de la pandemia de Covid-19, su agrupación estuvo a punto de desaparecer y la convocatoria a danzapuentes’23 los ayudó a perseverar. ¿Es eso cierto?
Sí, lamentablemente la pandemia nos trajo muchas carencias a todos. Fueron días muy complejos, días de tomar decisiones sobre la salud, el trabajo, la economía. En la compañía cada cual tomó su rumbo y dejamos de ensayar. Ya no teníamos prácticas ni hacíamos nada.
Somos una compañía joven de solo trece años y habíamos decidido decir adiós y abandonar los escenarios. Pero la danza es nuestra vida y encontrar a danzapuentes’23 fue un aliciente, un empuje o, como decimos en México, un jalón de orejas para seguir atentos en la danza y mostrar a la gente lo que hacemos.
Estar aquí nos ha ayudado mucho a seguir adelante y a decidir qué es lo que queremos en nuestra vida. Y decidimos seguir bailando, juntos como grupo. Decidimos no desistir y echarle ganas porque es lo que nos gusta.
Le agradezco la entrevista y el profesor regresa con sus alumnos, sus compañeros. Vuelve a las actividades de rigor, como volvió también a la danza motivado por una convocatoria de los cubanos. Una convocatoria de quienes creemos que los sueños no se abandonan porque estamos convencidos de que, con constancia y trabajo duro, se convierten en realidad. Sobre todo, cuando esos sueños provienen del corazón y llevan nuestras esencias, sin importar de dónde seamos.
Todo por las tradiciones y el público
Una presentación en la comunidad en transformación El Cerezo formó parte de la agenda de danzapuentes’23, en la que la agrupación caimitense NCDance se movió entre la salsa y la rumba mientras los invitados entregaron una pincelada de la cultura de la Danza Concheros, los bailes de Sinaloa y Baja California.
Sobre esta voluntad de los organizadores de extender las presentaciones más allá de la cabecera municipal, sede del evento, Jonnie Martínez Nieves, director de la compañía cubana explicó que “el evento nació en Caimito, pero no se podía quedar en la cabecera del municipio. Tenía que llegar a los barrios y a la ciudad capital. Para nosotros es importante el intercambio con el público. Por eso estuvimos en las comunidades Habana Libre y el Cerezo, también se mantienen los intercambios con los miembros de la Asociación Hermanos Saíz y la Unión de Escritores y Artistas en Artemisa, visitas la Escuela Provincial de Arte Eduardo Abela, el cine teatro, Juárez, las ruinas del cafetal Angerona, la Casa de la Música, la casa de Polo Montañés que es un icono del artista de pueblo en nuestra provincia y donde podrá disfrutar de su grupo, sus raíces y su legado.
Realizar un evento muy técnico implicaba perder esta posibilidad de enriquecimiento mutuo. Por eso quisimos abarcar más. Sería muy triste tener dos agrupaciones danzarias de México con tanta calidad mostrando su cultura en nuestro territorio y que llegara a pocas personas. Sin el pueblo la danza no tiene sentido”.
Una voluntad muy bien recibida por el público y además por los artistas que se despiden con emoción en cada plaza y reconocen no solo el calor humano y el cariño de los cubanos, sino también su nivel cultural y como anfitriones.
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