danzapuentes’23: Los que hicieron posible la magia
Cuando se habla de los que aman y fundan, cuando se habla de los que construyen, de los que nunca se conforman y siempre quieren hacer un poco más por los demás, al menos en Artemisa hay que mencionar a Jonnie Martínez Nieves
Por Reinier del Pino Cejas
Concluyó en esta provincia el tercer evento internacional danzapuentes’23 y la sede de la Compañía de Espectáculos NCDance, que dirige el bailarín y coreógrafo Jonnie Martínez Nieves en el municipio de Caimito, fue durante nueve días el epicentro de la danza y el folclor de México y Cuba en el occidente de la Isla.
No asistieron los lugareños a un evento elitista. Se fundieron los danzantes al día a día de su público y alcanzaron a tocar el latir de una tierra que los acogió como hijos propios. Su huella queda en las comunidades en transformación Habana Libre y El Cerezo; en Las Terrazas candelarienses de la Sierra del Rosario; en la playa El salado; la Escuela Provincial de Arte Eduardo Abela, de San Antonio de los Baños; las escuelas, el parque, cine y estadio de baseball de Caimito o la Casa de la Música y el Cine Teatro Juárez, de la ciudad capital.
Queda más profundo. Se asienta en los corazones de quienes los vimos llorar después de una función, sonreír en una foto, aplaudir a sus compañeros y abrazarse como amigos de muchos años.
Detrás del éxito está el trabajo cohesionado de muchos. Pero es con Jonnie Martínez Nieves con quien conversé:
En medio de tantas complejidades económicas, ¿Por qué insistir en realizar danzapuentes’23?
No fue un capricho. Nadie puede negar que la economía del país está resentida pero el arte debe seguir. Creo que, aun cuando existan pocos recursos, emplearlos en la cultura y generar con ellos bienestar es emplearlos bien.
Este país nunca ha dejado que el arte y la cultura se marchiten y eso no ha sido por gusto. Martí habló de la cultura, Fidel habló de la importancia de la cultura, el presidente Miguel Díaz Canel habla de la cultura, y nosotros valoramos, al concebir este evento, que el arte más noble es el de hacer felices a los demás. Por eso no desistimos, porque nos parece que el arte es el antídoto ante cualquier contingencia.
Desarrollar un evento de esta naturaleza es una empresa compleja. Sin embargo, sus organizadores se arriesgaron a llevarlo a diferentes lugares, algunos apartados de la sede. ¿Por qué?
Hubo quien no compartió la idea de que esta jornada se extendiera los nueve días. Nosotros lo defendimos. Para ello nos basamos en la experiencia de NCDance en encuentros de esta naturaleza a los que fuimos invitados en el exterior. Nuestras vivencias en Perú y Alemania nos decían que hacerlo en corto tiempo no cumpliría nuestras expectativas de llevarlo a muchos lugares y que el público disfrutara de los invitados y lo que hace nuestra compañía.
Danzapuentes nació en Caimito. Pero había que ir a la capital artemiseña, había que hacer el intercambio con la Uneac y la AHS, con los estudiantes en formación en la especialidad de danza. Quedarnos en Caimito habría sido limitar las posibilidades del encuentro.
Tener dos agrupaciones de México con tanta profesionalidad y quedarnos en un rincón de la provincia no habría sido ético y tampoco sería consistente con la esencia de nuestra compañía que es llevar el arte hasta el rincón más apartado. Poner el arte donde es más necesario.
¿Cuánto le aporta a NCDance desde el punto de vista conceptual, coreográfico y técnico compartir con compañías como Alma Mexicana y Esencia de México?
Nosotros no somos una compañía de danza a folclórica ni contemporánea ni clásica. Nos definimos como una compañía de fusión que marca una línea particular en la que a los bailes cubanos les imprimimos un aire novedoso a nuestra manera, les imprimimos nuestro estilo.
En el repertorio de NCDance hay piezas internacionales que adaptamos a nuestro entorno cultural y a nuestro quehacer. México nos dejó lecciones. En ellos notamos gran preparación física. Nos aportó también la belleza del vestuario, los conceptos.
Siempre intercambiamos coreografías y en esta ocasión nuestros bailarines se prepararon en la Danza del venado y la Danza del quetzal. Estos montajes coreográficos quedarán en el repertorio de la compañía, gracias a la gentileza del profesor Miguel Ángel Pineda, director de Alma Mexicana.
Pero no solo se trata de lo que aprende NCDance. Nuestros invitados estuvieron en la Escuela Provincial de Arte y allí los niños y profesores vieron en vivo a los ejecutores de los bailes y danzas latinoamericanos que forman parte de su formación curricular.
NCDance trabaja mucho. Están en actos, en comunidades, en presentaciones. ¿Cuál es el límite?
Los límites no existen. Nos queda mucho por hacer. Aunque trabajamos duro siempre nos parece que es más lo que nos falta. Queremos que el trabajo de nuestra compañía se conozca en toda Cuba, que trascienda a Artemisa. Eso es tan importante como presentarnos en el extranjero. Tenemos la meta de incorporar jóvenes artistas a la compañía que sean buenos artistas y dominen la técnica, pero sobre todo que sean jóvenes con los valores humanos que defiende nuestro colectivo. No pensamos en el límite. Pensamos en el público y a él le entregamos lo mejor de nosotros.
¿Qué es la danza y para qué sirve?
La danza me ha permitido soñar y me ha servido para entender que lo que y uno sueña y se propone, siempre que trabaja y le dedique todo el amor, se logra. Cada sueño que me he propuesto lo he logrado mediante la danza. Soy un hombre afortunado
¿Habrá más danzapuentes?
Ya los puentes están creados. Los artistas solo representan la amistad entre sus naciones. Concibo al mundo como un gran escenario y nadie puede detener el espectáculo de la hermandad entre los pueblos.
Así habla Jonnie cuando el cansancio de las jornadas comienza a asomársele en la mirada. Así se expresa y los bailarines asienten a cada palabra. Lo saben representante y portavoz de sus sentimientos y la emoción que ellos albergan.
Caimito vuelve a ser un municipio pequeño. Regresa a la rutina diaria en la que ya no se escucharán los gritos y acordes de guitarrones, metales y taconeo. Pero los puentes quedan y custodiándolos están esos que representan lo mejor de sus hijos. Quedan latiendo en cada nuevo espectáculo, quizás un poco más mexicanos y definitivamente más felices, los integrantes de NCDance: los que hicieron posible la magia.