Cosmographicum–scene
La idea de que los cielos giran alrededor del Sol (un modelo heliocéntrico, cuyo nombre proviene de la palabra griega helios, que quiere decir “sol”) fue sugerida por filósofos de la Grecia antigua ya en el año 270 a.C.
Aristarco de Samos, uno de los primeros en sugerir el heliocentrismo, se dio cuenta de que el Sol era mucho mayor y, por tanto, tenía más sentido que se moviera la Tierra, que era más pequeña, a que lo hiciera el Sol, que era mayor.
Cosmoescena, suplemento del Portal Web Cubaescena, adjunto al Consejo Nacional de las Artes Escénicas, propone también –para sí– un ejercicio concéntrico. En este caso la estrella, la bola de gas desde donde nace la energía, es la ‘escena expandida’. Giraremos en su derredor.
Cosmoescena pretende codificarse como texto de cultura a partir de una mirada encarnada en el amplio “sensorio” de lo humano, como dijera Walter Benjamin.
Se parte de un sentido de la colaboración, una idea de grupalidad y de politicidad que no se queda en la idea –incompleta– de Cosmoescena como fuente de legitimidad, sino de un espacio que produzca, a partir del devenir, un giro epistemológico hacia la ‘escena’.
Cosmoescena se propone como un marco de reflexión y acción sobre la relación entre la escena, el arte, y el contexto social.
La imagen emerge.